MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Doceavo productor mundial de riqueza y destructor de posadas

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Millones de familias mexicanas pasaron esta temporada por una triste realidad: salió mucho más caro hacer una posada tradicional y la cena navideña simplemente no existió para ellas. Pero, por otro lado, hace unos días nos dieron la noticia de que la economía de México subió cuatro lugares en la posición mundial de los países productores de mayor riqueza: del lugar 16 al 12, según el Fondo Monetario Internacional (FMI) (20 de diciembre de 2023, México Industry). Muy pobres, por un lado, e inmensamente ricos por el otro.

No es, pues, ninguna invención maligna reconocer que existen dos Méxicos, el de los pobres y el de los ricos, porque es real que ni los pobres disfrutan de la riqueza ni los ricos sufren de la pobreza.

En este pedazo del planeta llamado México, lo que producen millones de seres humanos beneficia sólo a unos pocos, la riqueza se concentra sólo en unas pocas manos y no existe un mecanismo justo de distribución. Existe, sí, en cambio, un efectivo mecanismo de engaño que logra tapar los ojos de millones de humildes para que no vean su realidad tal cual y la transformen. Sólo así podemos explicarnos por qué persiste esta injusta distribución de la riqueza, por qué los trabajadores la toleran.

“Eeen nombre del cieeelo…”. De acuerdo con las noticias que puede uno leer en distintos medios de comunicación, el costo de la comida de una posada para entre diez y quince personas en 2022 ascendió a mil 500 pesos en promedio. Este año la cotización se elevó hasta dos mil 500 pesos; un 66.67 % más (11 de diciembre de 2023, Forbes).

Lo anterior, sin contar el precio de las botanas para la fiesta, que el año pasado costaron en promedio 600 pesos y este año se incrementaron 50 % para ubicarse en 900 pesos. Las bebidas este año se incrementaron un 47 %, detalla la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec), al pasar de mil 500 pesos, a 2 mil 200 pesos sólo para quince invitados. 

Ciertamente, habrá muchos que todavía puedan celebrar buenas posadas, pero de que son más caras, lo son, independientemente de que se esté de acuerdo con ellas o no.

Mi suegra, Doña Gloria, por ejemplo, salió a la calle con una de mis cuñadas, Pavis, en Santa Cruz, Tlaxcala, y vieron cómo en una casa se juntaban ríos de gente a recibir aguinaldos, que eran preparados a toda prisa por los anfitriones desde costales de cacahuates y nueces. Pero también supieron de unos empresarios de plátano que antes eran conocidos por su generosidad en los aguinaldos de las posadas y las “acostadas”, pero este año “ya no dieron bien”.

En cambio, la fortuna de Carlos Slim rebasó este diciembre los 104 mil millones de dólares, o sea, ganó unos 90 millones de dólares por día en este año que termina. Con sólo el 5 % de la fortuna de este señor, en forma de impuestos, se podrían construir unos 40 hospitales de especialidades más, bien equipados, por todo el país. Pero Morena y sus aliados decidieron no tocar esa riqueza.

El “¡Dale, dale, dale!” con piñatas verdaderas está cada vez más lejano. Una piñata ya llena costará hasta 60 % más, al pasar de 250 pesos (2022) a 400 pesos este año, dice también la nota de Mónica Valladolid en Forbes

Para cientos de miles de familias es evidente que las posadas y las “acostadas” del niño Dios están desapareciendo rápidamente, como consecuencia del empobrecimiento creciente de las multitudes proletarias en este sistema de capitalistas rapaces, depredadores de tradiciones también. 

Morena y sus aliados nos han demostrado en cinco años de gobierno que para ellos en realidad los ricos son primero; todo lo demás fue engaño, demagogia para que votaran por ellos.

Pero la fortuna de Germán Larrea llegó este año a 34 mil 600 millones de dólares. Con sólo el 5 % de su fortuna, en forma de impuestos, se podrían dotar en nuestro territorio a 13 mil 340 “farmaciotototas” con una inversión de dos millones de pesos cada una, para que no falten medicinas. Pero Morena y sus aliados decidieron no tocar esa riqueza.

Y a pedir posada en tinieblas: en velitas y luces, según Anpec, citada por Forbes, las familias necesitarán invertir 25 % más que el año pasado. Eso, mientras la riqueza de Ricardo Salinas Pliego roza los 14 mil 400 millones de dólares. Con el 5 % de la fortuna del magnate de TV Azteca, en forma de impuestos, podría dotarse de agua potable y sistemas de drenaje a miles de colonias por todo el país. Pero Morena y sus aliados decidieron no tocar esa riqueza.

Depauperización también del ponche: “A mí me tocó el ponche, pero estoy impactada con los precios: unas rajitas de canela a 100 pesos, y son como 100 gramos, y el piloncillo a 50 pesos la bolsa más chica” se lee en otra nota. El ponche cada vez más va transformándose en un té de guayaba con un poco de canela, amenazando con terminar en una simple “canelita” con vil alcohol, como en los antiguos mercados de los agachados.

Morena y sus aliados (hoy queda claro que viejos y nuevos aliados eran en el fondo lo mismo: cómplices activos y pasivos) nos han demostrado en cinco años de gobierno que para ellos en realidad los ricos son primero; todo lo demás fue engaño, demagogia para que votaran por ellos o para hacerlos ganar. Y pretenden volver a hacerlo regalando unos cientos de pesos cada semana a una cuarta parte de todos los mexicanos.

De poco sirve a los trabajadores y a todos los proletarios mexicanos que nuestro país produzca más riqueza a nivel mundial si está injustamente distribuida de la manera más irracional. Las clasificaciones del FMI, de Forbes y de otras grandes corporaciones capitalistas mundiales sólo nos recuerdan lo que ha sido la historia de la humanidad desde que surgieron en su seno las clases opresoras y oprimidas.

Los absurdos que hemos descrito sólo pueden ser posibles en el sistema capitalista de producción: un magnífico productor de riqueza, como nunca hubo en el planeta, sí, pero también el más terrible destructor de vidas, sociedades, tradiciones y costumbres, el más temible productor de pobreza y de las injusticias y dolores que le son inherentes, crecidas a niveles que nunca vio el género humano.

Pero lo que nos contó mi compañera nos dio esperanzas. Platicó que en Ciudad Hidalgo, Michoacán, vio en una colonia humilde un letrero que invitaba a anotarse en la lista de los organizadores de una posada. Entre todos los anotados (como usted y yo sabemos que muchos hacen o hacemos) cooperarían para el gasto y hacer felices y dar ilusiones un rato a decenas de chiquillos. “Se anotaron pocos”, le dijo a una anfitriona. “Es que todo está más caro ahora, pero con lo que se junte nos la arreglaremos”, le contestó. 

Allí está la clave: la única esperanza de que sobrevivan las posadas o, si le parece mejor, de que evolucionen favorablemente para el pueblo, reside en la unión, la organización, la fraternidad y la lucha de ese mismo pueblo. 

Nunca nos cansaremos de insistir a los que nunca lo han pensado: ¿No crees que ya es tiempo de echar al sistema capitalista al basurero? Date cuenta por fin de que la humanidad ha acumulado suficiente experiencia y conocimiento para seguir produciendo riquezas inmensas sin necesidad de enriquecer a unos cuantos… ¡no pierdas el tino, porque… !

 

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