MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Método de selección del candidato del Frente Amplio por México

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Tal como previamente lo habían anunciado, el pasado 26 de junio, los dirigentes nacionales de los tres partidos que integran la alianza Va por México (PAN, PRI y PRD) y representantes de diversas organizaciones de la autodenominada sociedad civil, anunciaron de forma oficial los procedimientos que utilizarán para seleccionar al candidato o la candidata de la oposición rumbo a la elección presidencial del 2 de junio de 2024.

Al igual que Morena y sus corcholatas, se trata de una serie de procesos adelantados para los tiempos de promoción electoral y campañas políticas que señala la Constitución General de la República y la Ley General de Instituciones y Procesos Electorales (Legipe), pero que es resultado del acelere al proceso sucesorio que ha metido el presidente López Obrador y su partido, quienes llevan varios meses en franca campaña.

Los partidos de oposición, sin embargo, han entrado a esta competencia teniendo más cuidado de respetar los lineamientos legales vigentes en nuestro país, por ello, amparándose en los artículo 85 y 86 de la Ley General de Partido Políticos, han convenido en formar un Frente Nacional, una figura contemplada en la ley, por lo que el próximo 4 de julio arrancará el proceso para seleccionar al Responsable Nacional para la Construcción del Frente Amplio por México, cuyo objetivo legal, según se anunció, es defender la democracia y las libertades en nuestro país.

Asimismo, para regir este proceso se conformará un Comité Organizador y un Observatorio Ciudadano, integrados por representantes de los partidos, de las organizaciones ciudadanas adheridas al frente y de expertos en derecho electoral y constitucionalismo, que vigilarán la legalidad del proceso y la plena participación de la gente en esta elección.

De esta manera, anunciaron los lineamientos generales que, mediante una fórmula híbrida y multifactorial, buscará encontrar a la persona que más quiera la gente enfrente al candidato del presidente López Obrador en las elecciones del próximo año.
El FAM anunció que el proceso estará dividido en tres etapas que concluirán el 3 de septiembre con el anuncio de quién será el futuro candidato o candidata de la oposición, tres días antes de la fecha anunciada por Morena, pues ellos darán a conocer hasta el 6 de septiembre el nombre de su Coordinador Nacional para la Defensa de la 4T, su virtual candidato a la presidencia.

La primera etapa iniciará con el registro de aspirantes, el 4 de julio; quienes busquen competir deberán presentar como requisito las firmas de 150 mil personas con credencial para votar a través de una plataforma electrónica, firmas que pueden ser de militantes y simpatizantes de los partidos políticos convocantes, pero también de ciudadanos sin partido. 

El Comité Organizador hará una depuración y pasarán a la siguiente etapa solo los que presenten el total de firmas solicitadas.
De entrada, este primer filtro de selección es por mucho, más incluyente y plural que el método presentado por Morena, pues la dirigencia de ese partido se limitó a realizar invitaciones a solo seis aspirantes para su candidatura, con lo que la convocatoria se redujo a los incondicionales del presidente López Obrador. 

En el FAM, cuando menos a primera impresión, parece que se permitirá el registro inicial de todos aquellos ciudadanos que lo deseen, por lo que el abanico de posibilidades se abre más allá de los aspirantes de los partidos políticos tradicionales.
La segunda etapa consistirá en que los que pasen el primer filtro podrán contrastar sus ideas y propuestas en un primer foro (debate, en realidad) y participar luego en una encuesta nacional realizada por tres vías: de casa en casa, a través de llamadas telefónicas y por internet, de donde saldrán los tres mejores perfiles o los de mayor reconocimiento social (eufemismo de precandidatos).

También, esta característica del método del Frente Amplio por México, resulta mejor que la del oficialismo porque los mexicanos tendremos la posibilidad de escuchar las propuestas e ideas de todos los aspirantes, poder contrastarlas para seleccionar al que presente el mejor programa. Los debates fueron desterrados del método de Morena, porque a ellos no les importan las ideas y las propuestas, todos los precandidatos se han limitado a repetir la frase de que ofrecen una continuidad con cambio, una palabreja que en realidad no dice nada.

Finalmente, los tres perfiles mejor evaluados en la encuesta pasarán a la fase tres, en donde los tres finalistas se presentarán en cinco foros regionales con el mismo propósito de contrastar sus ideas y programas de trabajo, para eventualmente ser medidos nuevamente mediante una encuesta, pero también participarán en una especie de consulta ciudadana en los 300 distritos electorales. Los resultados de esta encuesta al parecer valen el 50 por ciento y los resultados de la consulta el otro 50 por ciento. 

Para la conformación del padrón que se utilizará para la consulta, se tomará en cuenta a todos los ciudadanos que hayan registrado en la plataforma virtual y respaldado con su firma a algún aspirante, sin importar que éste hubiese clasificado o no a la contienda final. Así, quien resulte con la mejor aceptación social de todo este procedimiento, será el virtual candidato que el Frente Amplio por México dará a conocer el 3 de septiembre próximo.

Por su parte, el presidente López Obrador está preocupado porque le ganen la carrera presidencial, por lo que ha iniciado desde el púlpito de las mañaneras una serie de descalificaciones al método, descalificaciones que las corcholatas también están replicando como pericos, con lo que demuestran que tienen miedo de que la oposición les gane la próxima elección.
Se trata, sin duda, de un ejercicio novedoso en el país, que no ha tenido precedente alguno. En teoría, el candidato de la oposición será elegido por una serie de mecanismos en los que participarán muchos mexicanos, militantes de los partidos políticos y ciudadanos sin filiación partidaria por igual, y no será una decisión de las cúpulas de los partidos nacionales, como ha venido ocurriendo hasta ahora. 

Ojalá las cosas salgan tal como están planeadas y tengan los menos inconvenientes posibles, pues de ello depende que para las elecciones de 2024, se presente un programa sólido alternativo al de Morena y un verdadero frente amplio social, sólidamente unido, que pueda ser competitivo. Debemos estar atentos y vigilar con cuidado este proceso.
 

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