Ante la situación actual de México donde se llevará a cabo una de las elecciones más grandes de la historia, y donde el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), ha descalificado a personajes y organismos autónomos que no simpatizan con él desde la máxima tribuna de Gobierno, medios de comunicación internacionales han denunciado estos hechos.
La semana pasada The Economist mostró en su portada al presidente mexicano como el “Falso Mesías” debido a que, según ella, “divide a los mexicanos en dos grupos: ‘el pueblo’, con lo que se refiere a quienes lo apoyan, y ‘la élite’, a la que denuncia a menudo por su nombre, como delincuentes y traidores a los que culpa de todos los problemas de México.”
Posteriormente, el diario francés Le Monde publicó el artículo “En México, la “hiperpresidencia” de “AMLO”” electriza la campaña electoral. “Nunca un presidente mexicano ha desacreditado tanto a las autoridades electorales. El enfrentamiento entablado por AMLO electrifica la campaña de elecciones legislativas y locales programadas para el 6 de junio”, señala el texto.
Por su parte, el diario alemán Die Welt publicó un artículo de opinión titulado “Este mesianismo es incompatible con la democracia”, donde se critica el ataque de parte de López Obrador a organismos como el Banco de México y el Instituto Nacional Electoral. La escritora del artículo califica como “fallida” su estrategia de abordar con menos dureza el combate del crimen organizado, toda vez que ha convertido a las fuerzas armadas mexicanas “en un Estado dentro de un Estado”, al concederles funciones extramilitares. Se criticó el hecho de que AMLO en medio de una crisis sanitaria, recomendara usar amuletos como protección ante la covid-19.
En este sentido, Aquiles Córdova Morán, secretario general de la organización social más grande de México, él Movimiento Antorchista, en su opinión semanal alertó en su artículo “The Economist merece más atención de los mexicanos", pues la situación del país está lejos de ser la respuesta del canciller Marcelo Ebrard , quien “dibuja un México casi perfecto, paradisíaco, idílico y, en consecuencia, falso”, mientras que el presidente “con su arrogancia ignorante, con su total desconocimiento de la geopolítica, del movimiento de los grandes intereses del planeta, los está provocando e irritando irresponsablemente al dañar sus intereses con medidas de política económica y de política a secas, sintiéndose todopoderoso y capaz de desafiar al imperio financiero, económico y militar de las potencias”, sin medir las consecuencias para México.
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