La convicción es un término utilizado comúnmente para definir el carácter subjetivo de las personas, dicho carácter tiene como característica propia la energía que utiliza el individuo en la hora de realizar una tarea determinada.
Estas convicciones se pueden representar en varios factores del sujeto en la vida diaria; sin embargo, en la política partidaria o partidocracia, las convicciones van ligadas íntimamente en la ideología política que persigue cada instituto político, sin importar sus nombres, colores o siglas, todos por igual están conformados por estatutos y visiones aplicadas a la ideología.
Por tanto en cada instituto político "partido” cuenta con un lineamiento que muchas de las veces choca directa o indirectamente con las posturas ideológicas de otro.
Este 2020 ha sido un año muy diferente a cualquier otro conocido por el hombre, primero por la pandemia que azota todo el mundo y que en México lleva más de 126 mil muertos, según cifras oficiales, sin contar las no oficiales dicha tasa ha sido alarmante. Sin embargo otro de los sucesos poco usuales es la alianza partidaria que se está formando en nuestro país, donde dos grupos antagónicos se unen con la única misión de derrotar a Morena.
Lo cierto es que la idea como tal no suena tan descabellada, digo partiendo que nuestro país ha sufrido un retroceso en el tema económico, donde hemos decrecido de forma escandalosa en el Porcentaje de Crecimiento según el Producto Interno Bruto (PIB). Con un record negativo de -10 % según datos oficiales.
Además si a esto le agregamos que según datos dados por el Coneval hay 5 millones más de pobres en México, esto ocasionado por los recortes presupuestales a proyectos sociales y de infraestructura, siendo esta nueva administración presidencial encabezada por Andrés Manuel López Obrador quien ha dejado desprotegido a las y los mexicanos.
La idea de asociarse en común acuerdo para alcanzar las metas u objetivos trazados no es mala, e incluso a título personal defiendo las alianzas partidarias, siempre y cuando existan coincidencias entre ambas partes.
Para esto debemos entender que una cosa son las coincidencias ideológicas que pueden llegar a tener ambas partes, y otra cosa muy diferente son las ambiciones políticas las cuales no tienen ningún fundamento más que la lucha del poder por el poder.
Siendo así, lejos de crear una alianza partidaria, es por defecto o por efecto una asociación política cuyo interés es más ambición que convicción.
Estos grupos antagónicos que durante años se repartían el botín político no entendieron en su momento el mensaje claro que la ciudadanía les mando en su momento. Entonces el hartazgo social provoco la coyuntura política precisa para que llegara AMLO y Morena a ser amos y señores del Ejecutivo y del Legislativo.
Pero tal parece que a 2 años del mensaje que la ciudadanía dio, aun no logran descifrarlo, pues estos partidos piensan que la conformación de una alianza partidaria es la solución para volver a reconciliarse y posicionarse con el electorado.
Lo real, lo verdadero, es que la gente ya se canso de estos lastres, pues han encontrado alternativas no partidarias pero si organizativas para empezar a gestar los cambios necesarios en su localidad, municipio e incluso su estado.
Pues sólo organizándonos como sociedad podemos establecer los lineamientos requeridos para solucionar los problemas que nos aquejan, ya que solo el pueblo, entiende lo que le aqueja.
La verdadera alianza no debe ser partidocracia, sino más bien, la verdadera unión debe ser, la organización de la gente, unidos en un proyecto social amplio, cuya única meta sea la superación misma del pueblo.
Pero para que esto suceda los individuos que conforman la sociedad misma, deben de entender la realidad social que los aqueja, además de comprender la coyuntura política que se les presenta, pues no se trata de colores, de siglas o de marcas, se trata de que existan candidatos con un sentido social, con un proyecto visionario que busque la solución de los problemas, anteponiendo sus intereses propios.
Características específicas que se pueden observar en aquellos que siempre están dispuestos en servir y no en servirse.
Pues la ambición siempre se reflejara en aquel que busca pagar para llegar, y la convicción siempre estará en aquel que lucha junto con la organización.
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