Los jóvenes mexicanos han dejado sentir su inconformidad ante el gobierno federal que ha programado el regreso a las clases presenciales, a quien le exigen que se vacune al total de la población estudiantil, esto es, desde niños de preescolar hasta el nivel universitario. Los inconformes admiten que es necesario asistir a las aulas por la carencia de herramientas tecnológicas como el internet, de equipos de cómputo o teléfonos inteligentes que provocan atraso, pero advierten que en el primer intento por normalizar las actividades se registraron contagios en la Ciudad de México y Tamaulipas, y que a pesar de estar vacunados algunos maestros fallecieron.
Fue el día de ayer 6 de julio, que los adheridos a la Federación Nacional de Estudiantes “Rafael Ramírez” (FNERRR), padres de familias y maestros salieron a las principales plazas públicas de México para oponerse el regreso a clases sin ser vacunados contra la covid-19 ante un rebrote de los contagios por la falta de inmunización, así como el haber bajado la guardia en las medidas de sanidad de acuerdo a las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
También sucede porque muchas personas han salido de vacaciones sin tomar importancia a la alerta mundial de la variante Delta, que se sabe afecta más a los jóvenes puesto que es un 50 o 60% más contagiosa, según lo sustentado por especialistas.
Debe tomarse en cuenta que la aplicación de vacunas se está desarrollando muy lentamente cuando es evidente que se ha relajado el uso de cubreboca y gel antibacterial, mientras que los hospitales siguen sin equiparse, a la vez que persiste la falta de medicamentos y cuando la cifra de muertos en el mundo es por el orden de 3, 993, 298 personas.
Ante este escenario, la responsabilidad de padres de familia es muy importante pues esta semana se dio la noticia que de 500 alumnos que fueron a festejar su graduación a Cancún, al menos 30 resultaron con la enfermedad al estado de Puebla y por las complicaciones de salud se pusieron en cuarentena, pero falta por llegar el resto alertando al gobierno y arriesgando al núcleo familiar.
La pandemia no da tregua, los contagios van en aumento y no se tienen condiciones para regresar a las escuelas en las que se carece de servicios de agua potable, baños dignos y con limitados utensilios de limpieza para mantener sanitizadas las áreas comunes.
Sin cubrir estas necesidades sería mandar a niños y jóvenes al matadero, sin vacunas el regreso a clases presenciales es homicida, por eso, como madre de familia, manifiesto mi apoyo a los estudiantes que han levantado la voz para exigir al Gobierno federal se vacune como mínimo al 70% de ellos antes antes de regresar a clases, de no ser así se tendrían consecuencias lamentables.
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