Cuando alguien hace una promesa y no la cumple tiene que saber o recordar que una promesa es algo sagrado, y con las cosas sagradas no se puede jugar, creo que esto se entiende muy bien, pero podemos pensar también que cuando alguien promete algo y no lo cumple es porque no cree en ningún tipo de dios, por lo tanto se va convirtiendo en un hereje, en un farsante y se pudre interiormente y moralmente ante los demás.
Pero parece también que la palabra "prometer” se ha vuelto muy común, ya no se le da la importancia que requiere o representa y sólo se usa para salir del paso y burlarse de quien se le dice; esto sucede comúnmente en todos los ámbitos de nuestra sociedad y parece que no pasa nada si esto lo hace un pobre mortal, pero cuando el que promete es alguien que está buscando un puesto de elección popular, entonces la palabra prometer debe considerarse como algo muy sagrado porque se le está mencionando a todo un conglomerado de personas que están esperando quizá alguna salida a un problema, y esto es lo perverso, que cuando se promete algo por parte de un político y no cumple, está jugando ya con los valores morales de las personas a quien les promete y no está cumpliendo, ¿puede llamársele a este político una buena persona y de sentimientos nobles? Yo creo que no, un personaje así, es alguien que no tiene escrúpu que no honra su palabra y, por lo tanto, es un ser perverso, maquiavélico, que le gusta jugar solamente con las necesidades o esperanza de un pueblo, alguien así no merece el respeto ni la confianza de nadie, es un ser que se ha corrompido por dentro y por fuera, no puede ser pues digno de la confianza de nadie. Describo esto porque a dos años de estar gobernando, Andrés Manuel López Obrador ha hecho tantas promesas que lejos de materializarse se han esfumado, pues los plazos que propuso para cumplirlos ya pasaron: el 1° de diciembre de 2018 dijo que el precio de la gasolina costaría 10 pesos (promesa incumplida), que tendríamos servicio de salud de primer mundo como en Dinamarca a partir del mes de noviembre del 2020 (promesa incumplida), que las familias recibirían trece mil pesos mensuales (promesa incumplida). Podría seguir enumerando, pero no hay espacio suficiente para tantas promesas que no se han cumplido, con esto basta para demostrar que el presidente de la República no puede seguir gobernando porque se ha burlado y jugado con los sentimientos del pueblo de México y si a esto le sumamos su actitud de confrontación y sigue buscando culpables de sus malos resultados, demuestra entonces que no tiene la capacidad para seguir al frente de nuestro país.
Además, que no cree en dios y, por tanto, no le teme, aun cuando se considera muy devoto del mismo. Alguien que se burla hasta de su mismo dios, ¿cómo se le puede considerar?
No debemos seguir confiando en un personaje de éste nivel cuando para llegar ahí tuvo que recurrir a tantas mentiras (promesas) para después actuar en sentido contrario, es lamentable y una calamidad por tantos problemas que padecemos los mexicanos y el presidente no se sensibilice ante el sufrimiento de los más vulnerables, ya que lejos de aminorar por ejemplo la pandemia, el permanece prácticamente inmutable, ante la crisis económica y el desempleo se sigue negando a implementar un plan alimenticio nacional y solo apoya de manera selectiva; es decir, sólo a sus seguidores, dejando de lado a la gran mayoría del país. Dice además que está combatiendo la corrupción, pero dentro de su gabinete hay corrupción, dice que él no prohíbe nada porque no es represor, pero inventa leyes para prohibirle al pueblo que se organice como sucedió en el estado de puebla, cuando el Movimiento Antorchista Poblano intentó registrarse como partido político y lo que hizo junto con Miguel Barbosa gobernador de ese estado fue negarle dicho registro con argumentos burdos y maniobras legaloides e imponiendo a su vez su autoridad de primer mandatario, ¿dónde quedó la libertad que tanto pregona? ¿Cómo combate la corrupción que presume si negarle algo legal a una organización también es corrupción? ésta es la perversidad de alguien que pregona o presume una cosa pero hace otra.
Queda pues demostrado en los hechos, que los cambios prometidos no llegarán jamás a través de un personaje como el presidente de la República, los cambios verdaderos los realizará el pueblo y sólo él pero de manera unida, organizada y politizada, porque mientras el pueblo siga ignorando cuál es la política limpia, lo seguirán utilizando los políticos y arribistas de siempre.
El Movimiento Antorchista Nacional sigue haciendo un llamado a nuestro pueblo para que ya no se deje llevar por las promesas de los oportunistas, de los políticos que cambian de color a cada rato según soplen los vientos en estos meses que corren, porque se seguirán burlando de nuestras necesidades y esperanzas; los invitamos pues a sumarse a nuestras filas y desde ahí cambiaremos lo que no ha cambiado pero con una nueva forma de hacer política, que así sea para este año 2021.
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