Todo parece que el actual gobierno de la Cuarta Transformación (4T), que encabeza López Obrador (AMLO), y su gabinete de corte morenista (antes funcionarios del PRI), se ha encargado de promover una serie de acciones que están llevando al país a un despeñadero, como coloquialmente se decía cuando gobernaba al país Peña Nieto, del PRI.
Y no es para menos, pues los resultados del actual gobierno distan mucho de las promesas de campaña del entonces candidato AMLO. Ahora no solo no hay buenos resultados, sino que las decisiones que se han tomado han fracasado y quien al final del día pagará los platos rotos es el mismo pueblo que votó por una transformación; así como pasó cuando se le dio el poder al PAN en el año 2000, después se le regresó al PRI en 2012 y desde el 2018 a Morena.
Ningún partido en el poder en los últimos sexenios le ha dado rumbo al país, cada uno hace y deshace como mejor sirve a sus intereses de partido, no del pueblo, como venden la idea; cada uno ha hecho modificaciones o reformas que buscan en lo superficial beneficiar al pueblo, pero que en el fondo sirven a intereses más económicos e ideológicos del grupo en el poder.
Ningún partido en el poder en los últimos sexenios le ha dado rumbo al país, cada uno hace y deshace como mejor sirve a sus intereses de partido, no del pueblo, como venden la idea; cada uno ha hecho modificaciones o reformas que buscan en lo superficial beneficiar al pueblo, pero que en el fondo sirven a intereses más económicos e ideológicos del grupo en el poder.
Así, ahora con la 4T nos encontramos con la impresión de los libros de texto gratuito que emite la SEP impregnados de la ideología del actual partido en el poder, Morena, quien busca, aunque no se reconozca, adoctrinar a los niños y niñas del nivel básico, además de contar con errores ortográficos, fechas erróneas, el sistema solar mal ilustrado, falto de la enseñanza de las Matemáticas (básico para el pensamiento lógico y analítico del individuo) y aborda temas que expertos en la materia consideran no son apropiados, por lo menos en la forma en que se tratan, para los estudiantes de esa edad, la sexualidad.
Por estas y muchas razones más, padres de familia, profesores, organizaciones civiles, intelectuales, ciudadanía en general, así como los gobiernos de los estados de Chihuahua, Jalisco, Yucatán y Guanajuato, se han pronunciado en contra de la distribución de los libros de texto gratuito. Dichas autoridades estatales cancelaron su distribución en sus territorios, buscando alternativas de enseñanza sin los errores e ideologías que no van con el proceso de enseñanza para los menores.
Con la educación no se juega, no es una carta política, es un tema muy serio y aunque al inquilino de Palacio Nacional no le guste o tenga otros datos, la realidad le está pegando en la cara. La sociedad ya no está de acuerdo en aplaudirle sus caprichos, el pueblo consiente no olvida el fracaso del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), el fracaso del Aeropuerto Internacional “Felipe Ángeles” (AIFA), el sobrecosto del Tren Maya, lo que costo la cancelación del aeropuerto de Texcoco, la refinería de Dos Bocas que no refina, la venta-rifa-venta del avión presidencial y el costo al que se vendió, la estafa en Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex), los sobres amarillos, la casa gris, el conflicto de intereses de sus familiares, su guerra declarada contra el Instituto Nacional Electoral (INE), el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Datos personales (INAI) y contra la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), ya párele señor presidente, el pueblo no olvida, recuérdelo.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario