En marzo de 2021, el periódico Por Esto! reveló que desde hace 2 años, el Instituto de Vivienda de Yucatán (IVEY) “no tiene conocimiento de ningún asentamiento irregular y, durante ese mismo periodo, no ha regularizado ningún terreno invadido”, preocupante situación, tomando en cuenta lo que implica no contar con la regularización oficial de un predio.
En Mérida, según datos de las autoridades se tienen identificados actualmente unos 40 asentamientos irregulares donde habitan al menos unas 3 mil familias, algunos de los más grandes son La Guadalupana, La Mielera, Nueva San Jacinto Canek, etc., esparcidos principalmente en la zona sur de la capital yucateca. Más de 3 mil familias que no pueden contar con los servicios básicos de pavimentación, agua, luz, pues no tienen la regularización oficial. Gran parte de las familias que habitan en estos predios son familias de escasos recursos, con empleos precarios y un bajo ingreso familiar.
Casas de cartón, de lona, de lámina, calles sin pavimentar, hogares y calles sin luz, niños corriendo entre la maleza, familias cocinando con leña, etc., son algunas de las escenas comunes en esta parte de Mérida, de la que se habla mucho pero no se hace nada, una de las caras más brutales de la capital yucateca, pues abunda la marginación y la pobreza desde hace varios años, a las que las autoridades prefieren no voltear a ver, más que en tiempos de elecciones.
Algunos de estos predios que llevan más de ocho años siendo predios irregulares, son también producto de administraciones panistas, pues desde el 2012, personajes como Renán Barrera Concha, actual alcalde y que busca una reelección en este periodo, han gobernado en la capital yucateca, seguido de Mauricio Vila Dosal, en 2015, y actual gobernador, y que ha sido cómplice de esta violación a los derechos humanos de miles de familias.
Una criminal actuación de las autoridades estatales, de las dependencias, del ayuntamiento, al negar los servicios básicos, al violar los derechos estipulados en la constitución mexicana, artículo 4°, y al permitir que esto siga sucediendo, ¿será que ignoran a propósito estos predios para no dotarlos de los servicios básicos? ¿Será que no les conmueve el dolor de un pueblo que sufre la marginación y la pobreza?
No es ninguna novedad el poder con que las autoridades y la rápida respuesta que pueden mostrar para realizar un proyecto, como el Tren Maya al que se invierte dinero cada que se puede o la ciclovía a la que terminaron en cuestión de meses; una clara muestra de la poca intención con las que las autoridades pretenden gobernar para todos, como se pregona.
Como si no fuera suficiente burla, ignorar los asentamientos irregulares, son tiempos de campaña, y, no faltarán los candidatos que buscando el voto, acudirán a las colonias para tomarse la foto con el morbo de la pobreza y lucrar con la necesidad de estas familias que han sido azotadas por la doble pandemia, pues no solo la pandemia les ha dañado gravemente, sino que los desastres naturales como las lluvias en 2020, son grandes problemas para estas familias que deben sufrir las pérdidas de sus pertenencias y a una autoridad insensible.
Pero ya son tiempos distintos, a la oscuridad en que han dejado sumida a estos asentamientos irregulares el Movimiento Antorchista les ha tendido la mano, colonias como la Jacinto Canek o La Mielera han acudido a la organización y han comenzado la lucha y el respeto a sus derechos. Aquí en Antorcha, a miles de familias humildes se les ha tendido y tienden la mano, pues como diría la poesía “no sufras porque ganaremos, ganaremos nosotros, los más sencillos…”.
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