MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

La verdadera “Cuarta Transformación” que vivimos los mexicanos

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En la política mexicana, el engañar a los ciudadanos es un recurso muy utilizado, primero para obtener un puesto público y segundo para que ese político mentiroso se siga manteniendo en el poder. Éste fue el principal recurso que utilizó Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en su campaña de 2018, en la que le ofreció a la gente un nuevo México sin corrupción y con mejores condiciones de vida a cambio del voto masivo a favor de Morena. La capacidad para engañar y mentir de AMLO fue tan grande que pudo construir la falsedad más grande en la historia de México: la “Cuarta Transformación” (4T). Todos los días, en cada mañanera y en cada evento político, el señor presidente nos habla de ella y asegura que su gobierno está trabajando para cumplir con su objetivo. Pero, ¿qué es la Cuarta Transformación? ¿Cómo está funcionando? ¿A quién beneficia esta transformación?

Es necesario que nos hagamos estas preguntas y las respondamos de la manera más objetiva posible para entender lo que está pasando en la actualidad. ¿Qué es la Cuarta Transformación? Según palabras del mismo López Obrador, México ha tenido tres transformaciones históricas: la Independencia de México, la Revolución Mexicana y la Leyes de Reforma; la “Cuarta Transformación” comenzó desde que gobierna AMLO. Los cimientos de la 4T son la lucha contra la corrupción, cero enriquecimientos en el gobierno porque “no puede existir un gobierno rico con pueblo pobre”, además, querer y hacerle caso al pueblo bueno y sabio. Las principales características de esta transformación son acercarle a la gente los apoyos de los programas sociales mediante transferencias monetarias, sin intermediarios; una democracia auténtica en la que los mexicanos podemos elegir libremente a nuestros gobernantes; obras emblemáticas para posicionar a México como un país del primer mundo. De manera general podemos decir que eso es la 4T, según la concepción de su fundador.

Ahora, veamos qué hay realmente en el fondo para determinar cómo está funcionando la 4T y si en verdad es lo que nos dicen ser. El cimiento principal se desmoronó: el combate a la corrupción no funciona, es una farsa. Sólo es un recurso de emergencia para desviar los reflectores y aumentar la popularidad del presidente; también el gobierno lo utiliza como arma para atacar, desprestigiar y linchar mediáticamente a los opositores y a los enemigos de la 4T. De manera sorprendente el teatro del combate a la corrupción se vino abajo cuando comenzaron a dejar libres a los enjuiciados. El enriquecimiento en el gobierno sigue existiendo, más descaradamente que antes. La familia López Obrador aprovecha que está en el poder para hacerse de riqueza; Pío López Obrador recibió un regalo por parte de la Sedatu, más de 89 millones de pesos para remodelar su estadio de beisbol; Felipa Obrador ha sido beneficiada con distintos contratos de Pemex.

Si es que existe una austeridad en el gobierno de la Cuarta Transformación es gracias a que se han eliminado distintos órganos autónomos y algunas dependencias gubernamentales y gracias al despido masivo de burócratas y reducción de salarios. Pero el pueblo sigue siendo pobre, mucho más pobre en años pasados. Según las cifras oficiales que se manejan, hablan de más de 62 millones de mexicanos pobres, pero la realidad dice que ya rebasamos los 100 millones de mexicanos en situación de pobreza. En el tiempo que va de gobierno hemos visto que el presidente no atiende al pueblo, no escucha sus demandas, por esos ahora tiene que ser protegido por vallas formadas por los “servidores de la nación” para impedir que el pueblo descontento y desilusionado se le acerque para exigirle soluciones.

Hace unos días la Auditoría Superior de la Federación (ASF) hizo públicos los resultados de las revisiones a dependencias federales y programas sociales. Hay 8 mil 187 millones de pesos que se supone se usaron en el 2019, pero nadie sabe en qué; el programa Jóvenes Construyendo el Futuro presenta irregularidades al operar con centros de trabajo fantasmas, además de becar a personas fallecidas, y los mismo sucede con las Becas para el Bienestar Benito Juárez, pues tiene más de 263 millones de pesos sin comprobar a dónde fueron a parar, agregando que hay pagos duplicados y también beneficiarios fallecidos; el “Tren Maya” tiene irregularidades por 156. 1 millones de pesos, y la ASF alerta sobre la rentabilidad del proyecto ya que el Fonatur mintió sobre las cifras de la población que podría utilizar el Tren Maya; la refinería de Dos Bocas tiene 75 millones de pesos sin comprobar en qué se utilizaron y la escasa rentabilidad y el peligro de que no se termine en el 2022 como asegura el gobierno federal, lo mismo sucede con el Aeropuerto Internacional “Felipe Ángeles”. ¿Y la honestidad, la transparencia de la 4T?

La Cuarta Transformación llegó arrasando con todo. Eliminó el seguro Popular, desapareció las guarderías, comedores comunitarios, se deshizo del apoyo al campo del apoyo para niños con cáncer, ha eliminado programas de televisión y noticieros que no lo alaban, ya no se realizan obras de primera necesidad como lo son redes de agua, luz y drenaje, pavimentaciones, construcción de escuelas, espacios deportivos y culturales, etc., etc.; la 4T se peleó entre ella misma para elegir un nuevo presidente de partido, ahora se están pelando las candidaturas; la 4T está imponiendo candidatos para que el pueblo vote por ellos a las de sí, no le importa si son violadores de mujeres; esta 4T que debía ser “la esperanza de México” terminó siendo una desgracia, abandonó a su suerte a los mexicanos en la pandemia de covid-19. Ésa es la verdadera 4T, la que nosotros, los de abajo, estamos viviendo. No hay otra.

Todos los días nos engañan, se nos dice que el pueblo somos parte de la 4T, que el pueblo es quien la hace y la defiende, pero las cosas no son así realmente. Nosotros los pobres debemos saber que el pueblo no está incluido en la 4T, Todos sus representantes rechazan al pueblo, claro ejemplo son Cuitláhuac García, Miguel Barbosa Huerta, radicales y fieles seguidores de las políticas de López Obrador. Los presidentes municipales “trabajan” a puerta cerrada porque no les gusta que el pueblo vaya a molestarlos; los diputados federales hacen lo que ordena el señor presidente: aprobar leyes y reformas, modificar el PEF a conveniencia del gobierno morenista; los diputados locales hacen lo que mejor saben hacer, nada.

El pueblo no creó la 4T, no fue una idea de él y no nació de las entrañas del pueblo. No hay razón para defenderla. Al pueblo se le está engañando para que en las próximas elecciones salga a votar en defensa de la 4T, pero no debemos caer en la trampa. El pueblo debe unirse y organizarse para crear un verdadero proyecto de país que beneficie al pueblo, un proyecto que diga que el pueblo es el que tiene que gobernar. Las próximas elecciones son decisivas. ¿Qué votaremos los mexicanos? ¿Seguiremos creyendo en esta falsa transformación?

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