MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

La URSS murió, viva la URSS

image

Cuando algunos de la generación de los 60 aprendimos a leer, nos encontramos con ciertos vocablos raros que nos despertaron curiosidad por conocer su significado. En las puertas de algunas casas leímos por ejemplo algo así: “En esta casa somos católicos, anti-comunistas y anti-bolcheviques”. Ya en la secundaria, en plena década de los años 70, sin saber cómo sí o cómo no, nos enteramos de que en el mundo estaban sucediendo cosas.

Algunos escuchamos por la radio, la voz de Salvador Allende, en 1973, y supimos que había un país que se llama Chile y que el doctor Allende quería cosas buenas para su pueblo, pero no lográbamos entender porque lo habían sacrificado con tanta saña y en nuestra mentalidad de casi niños y casi adolescentes, varios de nosotros comenzamos a asumir una posición política, la muchacha con quien yo compartía el pupitre, cierta vez escribió sobre la madera: “Vivan Genaro y Lucio” y esos dos nombres no eran de muchachos de la secundaria sino de hombres de la lucha guerrillera. 

Muchos miembros de mi generación, estábamos descontentos porque, en 1968 y luego en 1971, el Gobierno había golpeado, encarcelado y asesinado a los estudiantes; la represión no solamente fue contra los estudiantes, sino contra la juventud y contra el pueblo en general. Por aquellos días en las pláticas de sobremesa y en la intimidad familiar, se hablaba a media voz en contra de los malos gobiernos de México y del Mundo. Ya al principio de la década de los años 80, en las asambleas generales de algunas de nuestras escuelas surgían polémicas entre maestros y estudiantes de diversas tendencias políticas.  Ahí comenzamos a tener claridad de ciertas palabras que conocimos cuando niños, palabras tales como “comunistas”, “anti-comunistas”, “bolcheviques”, “anti-bolcheviques”, supimos que quienes estaban en contra del gobierno y del orden establecido se les llamaba izquierdistas y que la corriente política “izquierda”, era un campo de Agramante, donde no había acuerdo entre sus integrantes. Algunos miembros de la izquierda se decían ser leninistas, otros maoístas, algunos estalinistas o bien trotskistas. 

Y precisamente en esa década de los 80 se incrementaron las noticias inquietantes provenientes del campo socialista, concretamente de la Europa oriental nos llegó como un rumor que se fue incrementando poco a poco hasta alcanzar proporciones alarmantes de acontecimientos en Polonia; se hablaba de una crisis económica y de la consiguiente actuación del Sindicato “Solidaridad”, que empezó planteando reivindicaciones de tipo económico pero que fueron evolucionando hasta convertirse en reivindicaciones políticas mismas que a lo largo de nueve años maduraron y en 1989 por primera vez, en el llamado bloque de países socialistas encabezado por la Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas (URSS), surge un gobierno que ya no estaría dirigido por comunistas. 

 Al poco tiempo, todavía en el mismo año de 1989, vuelven  a llegarnos notas alarmantes pero ahora provenientes de Hungría y luego de la República Democrática Alemana (RDA), se hablaba de manifestaciones de protesta contra el régimen socialista, protestas que enarbolaban demandas de tipo político: libertad de expresión, libertad de organización, libertad para viajar, etc., pero no se hablaba de que dichas manifestaciones públicas plantearan la abolición del socialismo; se dice que la consigna de las primeras manifestaciones en la Alemania Democrática era: “Nosotros somos el pueblo” y más adelante dicha consigna se transformó en: “Somos un pueblo”, y a finales de ese 1989 se abre el muro de Berlín, episodio mejor conocido como “derrumbe del muro de Berlín”; unos meses después, el 18 de marzo de 1990, se realizan elecciones en la RDA y el partido Demócrata-Cristiano con sus aliados obtiene mayoría. En julio del mismo año se unifica la moneda y para el mes de octubre desaparece oficialmente la República Democrática Alemana y la República Federal de Alemania se reunifica como un solo territorio. En Bulgaria y Checoslovaquia ocurre algo parecido y también en Rumania aunque aquí el proceso se da en una forma más violenta pues aunque breve, ocurre una Guerra Civil. 

En 1991 le toca su turno a la URSS, se da un plebiscito; más del 50 por ciento de los ciudadanos salen a votar y de estos el 76 por ciento votan a favor de mantener la URSS, esto sucede en marzo, para agosto se debía firmar un nuevo pacto de unión pero esto no realiza, por diferentes maniobras, en diciembre se da un nuevo acuerdo para firmar el pacto de unión, pero tampoco ocurre, entonces se forma la Comunidad de Estados Independientes (CEI) con Rusia, Bielorrusia y Kasajastán, pero inmediatamente se adhieren a la CEI casi todas las Repúblicas Soviéticas, quedando así prácticamente como inexistente la URSS. Gorbachov tratando supuestamente de mantener la unidad convoca al congreso, pero de este solamente se reúne una minoría. Entonces Gorbachov el 25 de diciembre declara que por haber desaparecido toda posibilidad de ejercer sus funciones de presidente de la URSS, deja su cargo como tal y al día siguiente una ridícula minoría (70 de 1000 integrantes) del Soviet Supremo de la Unión Soviética declaran disuelta a la URSS. 

Pero los problemas que padece el pueblo a nivel mundial, las crisis económicas, las enfermedades, la hambruna, las guerras y demás lacras sociales siguen haciendo de las suyas en todo el orbe. Los explotadores, los grandes capitalistas de todo el mundo hicieron fiesta, estaban jubilosos cuando se dio el derrumbe del bloque socialista y sobre todo cuando murió la URSS, decían que el socialismo no tenía futuro, que la humanidad había llegado históricamente al capitalismo y que ahí se iba a quedar, pero este gusto les duró poco porque las clases explotadas a nivel mundial, no se resignan a su suerte y han seguido luchado por sacudirse el yugo de la explotación, en América latina varios países están buscando una alternativa de desarrollo no capitalista y en el continente Asiático brillan como estrellas rojas repúblicas socialistas que han logrado erradicar la pobreza en sus respectivas naciones, Corea del Norte, Vietnam y a al frente de ellas, China. 

En los últimos años, del espíritu de la extinta URSS ha surgido como una gran potencia económica Rusia, el capitalismo, en su fase última que es el Imperialismo, representado por los Estados Unidos de Norteamérica tiene muy clara esta realidad geopolítica que amenaza sus intereses económicos y está haciendo todo lo que puede para detener el avance socialista, de ahí su intento de empezar por destruir al país heredero, hijo espiritual y material de la URSS, que es la Rusia actual. ¿Lograrán su propósito asesino los imperialistas yanquis y sus aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, (OTAN)? La respuesta no hay que buscarla muy lejos, los pueblos del mundo y sus vanguardias proletarias, deben actuar para impedir que los explotadores capitalistas logren sus propósitos de vampiros, chupadores de la sangre de los pueblos. 

Aunque oficialmente no se diga, al día de hoy Rusia está a la cabeza de la lucha de los pueblos, contra el capitalismo explotador, contra el imperialismo. Y aunque oficialmente no se reconozca yo quiero decir que hace unas semanas atrás, en un lugar de la mixteca poblana, llamado Tecomatlán, se llevó a cabo un homenaje y es que cada año en dicho lugar, se recuerda a los caídos en la lucha de clases librada en México por el Movimiento Antorchista Nacional desde hace 48 años, hombres y mujeres de muchos lugares del país han dado su vida por liberar de la explotación al pueblo mexicano, y año con año se recuerda su ejemplo; este año junto al espíritu de nuestros mártires caídos, en el justo homenaje a su sacrificio, se colocó también al gran espíritu del pueblo ruso, ese mismo que en 1945 salvó a la humanidad de las garras del fascismo, escuchamos la voz del gran pueblo de Lenin, lo vimos danzar, escuchamos los latidos de su corazón fraterno y contemplamos como las olas de un océano, el ondear de las banderas rojas que empuñara antaño el gran ejército soviético y puede decirse, sin ninguna exageración, que la abuela socialista empuñando con orgullo su bandera de la URSS, se transformó frente al enemigo explotador, en una joven combatiente por la justicia social y por la creación de un mundo nuevo. 

En el cálido ambiente de Tecomatlán, ese día del homenaje a los mártires Antorchistas, pudimos percibir viejas consignas nuevas: “¡Morir por la justicia social es vivir!”. “¡La URSS murió, viva la URSS!”. 

 

  • Etiquetas:

0 Comentarios:

Dejar un Comentario

Su dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados *

TRABAJOS ESPECIALES

Ver más