En buena lógica, la revocación de mandato puede ser un instrumento útil para los ciudadanos de México y de cualquier nación democrática, porque permite a la ciudadanía, en caso de inconformidad con sus gobernantes, recurrir a esa herramienta legal para exigir que se termine, de manera anticipada, el periodo para el que fueron electos, pero no es el caso de nuestro país.
Estamos muy cerca del 10 de abril, fecha establecida para la consulta para la revocación de mandato del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), y un buen número de personas, que también somos ciudadanos mexicanos, estamos denunciando que esta es una farsa del partido Morena para legitimar a López Obrador, un juego perverso al que no hay que acudir a votar porque él fue elegido por un periodo constitucional de 6 años y nadie está exigiendo su renuncia ni que sea destituido.
Y es que, desde el arranque de la organización de la consulta para la revocación de mandato, Morena y sus partidarios iniciaron un proceso demasiado sospechoso, con claros indicios de una trampa política tendida a los votantes para conseguir propósitos distintos, o quizá opuestos, a los que públicamente confiesan.
Cada día que pasa queda más claro que esta es una medida electorera ejecutada con los incondicionales de AMLO para que se mantenga en el poder cometiendo arbitrariedades que se pueden enlistar, pero que muchos mexicanos soportan por conveniencia, principalmente, porque reciben el dinero de los programas del bienestar con lo que se callan, cuando deberían gritar por la humillación de la que son víctimas.
Por otra parte, como he opinado en otras colaboraciones, este fue un mecanismo de la Cuarta Transformación para desprestigiar al Instituto Nacional Electoral (INE) y a su consejero presidente, Lorenzo Córdova, por no someterse ante AMLO y conducir con dignidad el organismo autónomo.
Para esto, los diputados de Morena, que son mayoría en el Congreso federal, aprobaron el recorte de recursos en el Presupuesto de Egresos de la Federación, con lo que el INE dejó de recibir cerca de cinco mil millones de pesos a pesar de que tenía que organizar la revocación de mandato y la elección de seis gobernadores el primer domingo de junio.
Para instalar 57 mil casillas en todo el país, los mexicanos deberán gastar mil 692 millones de pesos, porque colocar una casilla costará casi 30 mil pesos.
Según el portal Lasnoticiasya, en Zacatecas se instalarán 739 casillas, es decir, se gastarán en cumplir el capricho del presidente de la 4T unos 22 millones de pesos; y le han impuesto al estado 485 mil 887 votos. https://lasnoticiasya.
Este es el reto de Morena en una entidad que sufre la mayor crisis de seguridad de la historia, donde todos los días hay balaceras y muertos, donde se estiman más de 30 mil personas desplazadas, es decir, obligadas a salir de sus hogares ante la violencia que se padece en los municipios gobernados por las eminencias de la transformación: allí está Jerez, Fresnillo, Guadalupe y no se escapan Valparaíso, Tepetongo o Vetagrande. Pero aquí la prioridad es otra, hay que lograr todos los votos que les pide el presidente.
¿Dónde está la trampa de la consulta? Como es sabido, ante el recorte de recursos, el INE no podrá instalar el número de casillas que exige la ley aprobada para el pretendido ejercicio democrático, por lo que se puede adelantar que habrá poca participación y la culpa de eso será descargada sobre Lorenzo Córdova y ya se sabe quién será el verdugo: claro, el presidente.
Además, conforme se acerca la fecha se hace propaganda clandestina que llama a la ciudadanía a acudir a las urnas el 10 de abril, por lo que abundan lonas, espectaculares, pintas en bardas y volanteo que violan abiertamente la ley electoral, pero ya se sabe que con Morena eso del respeto a la ley es puro cuento, ellos han superado con mucho el cinismo a los de antes.
A estas alturas se ha documentado el uso electorero y clientelar de los programas sociales dando cuenta de que beneficiarios reciben llamadas condicionándolos a que, si no acuden a votar el próximo 10 de abril, les retirarán las ayudas sociales. Con esta amenaza, con la propaganda ilegal, llena de mentiras e incongruencias, ante el chantaje obsceno a la gente que recibe una pensión que se pagan con su propio dinero, la consulta no es un ejercicio de libertad democrática, es una burla a la inteligencia elemental del pueblo mexicano.
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