MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

La pesadilla de AMLO: hay más pobres en México

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El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), en su gira por Quintana Roo el 31 de julio de 2022, dijo que sueña con que no haya pobreza en México al terminar su mandato: "Decirles que no vamos a fallar, faltan dos años y si en menos de cuatro hemos hecho bastante en beneficio del pueblo enfrentando adversidades porque nos tocó la pandemia y ahora esta crisis provocada por la guerra de Rusia y Ucrania estamos saliendo adelante, y en estos dos últimos dos años vamos a hacer mucho más y mi anhelo, mi propósito fundamental, mi sueño que quiero convertir en realidad, es que cuando termine mi mandato haya más igualdad, que no haya pobreza en nuestro país", manifestó. 

Lo que es un proposito loable, en manos de incompetentes o embusteros se vuelve demagogia, pues aunque el lema del Gobierno federal es “Por el bien de todos primero los pobres”, en la realidad la mala gestión de la economía ha hecho que los primeros en ser afectados sean, precisamente, los más pobres. Estos resultados se reflejan en que la población en pobreza haya crecido en este sexenio y que, además, más mexicanos sean vulnerables a caer en las garras de la pobreza: de acuerdo con cifras del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, de 2018 a 2020 la pobreza creció 2%. Esto, en números absolutos, significa que de 51.9 millones de personas que estaban bajo la línea de pobreza en 2018, ahora hay 55.7 millones de mexicanos en pobreza. ¿De qué avance, de qué beneficio en favor del pueblo habla el presidente? 

Es cierto que la pandemia y sus consecuencias vinieron a ser un parteaguas en el mundo porque forzó a muchos países a paralizar su economía. Sin embargo, el coronavirus no tiene toda la culpa: buena parte de ella se debe a que el Gobierno actual ha cometido errores en la gestión de la economía y en la operación de programas sociales que ayudaban a disminuir la desigualdad imperante. 

Durante los meses de restricción de movilidad por la pandemia, el Gobierno federal se negó tozudamente a tomar medidas más protectoras con la población y también con las empresas. Así, mientras exigían que todos se encerraran en sus casas, nunca vieron la forma de solucionar el abasto de comida, por lo que a las personas no les quedó más remedio que salir a buscar el sustento diario de sus familias. Para las empresas, al disminuir sus actividades y por tanto sus ingresos, no hubo exenciones fiscales o paquetes que pospusieran sus obligaciones para tiempos de bonanza, lo que obligó a muchas de ellas a cerrar sus operaciones, sobre todo las pequeñas y medianas. Es decir, las acciones gubernamentales fueron prácticamente nulas en este problema. Mientras que otros gobiernos del mundo aplicaban políticas contracíclicas, en México todo seguía igual. Esta forma de gestionar la economía es la que llevó a que el PIB en 2020 cayera en 8 puntos porcentuales. 

La otra parte que el gobierno ha hecho mal y que ha contribuido a que aumente el número de pobres es que clausuró programas sociales claves para atender las desigualdades. Examinemos, grosso modo, dos que tiene relación: el cierre de guarderías y el fin al programa de escuelas de tiempo completo. El cierre de las guarderías, con el pretexto de que operaban con un alto grado de corrupción, dejó desamparados a niños, madres y padres. Eran casi medio millón de infantes los que asistían a los servicios de cuidado infantil del IMSS, ISSSTE y a aquellos lugares afiliados a la Secretaría de Bienestar en 2019, último año operación “normal”. Este programa era útil en lo que nos concierne en dos sentidos: atendía adecuadamente a los niños y permitía que las madres o padres pudieran insertarse en el mercado laboral. Al cerrarse, las familias tuvieron que ingeniárselas para procurar el cuidado de los infantes, pues, aunque es cierto que el presidente dijo que el dinero que se destinaba a las guarderías se entregaría directamente a los padres, ese dinero no es suficiente para contratar personal que cuide a los niños, por lo que las madres y padres tuvieron que renunciar a sus empleos o disminuir las horas trabajadas. Es decir, al final se abonó a la mala atención de los niños y se marginó a los padres trabajdores al disminuir sus ingresos o renunciar a sus empleos. ¿”Primero los pobres” sigue teniendo sentido en el discurso de AMLO?

Las escuelas de tiempo completo tenían un perfil parecido al de las gaurderías, pues los niños podían asistir a ella todo el día y alimentarse en sus instalaciones, lo que dejaba tiempo suficiente a los padres para trabajar. Así, 3.6 millones de niños de 27 mil escuelas  en pobreza quedaron a la deriva junto a sus padres, que si tenían que trabajar mucho para apenas tener lo necesario, este nuevo problema en sus manos empeoró su situación. ¿Cómo favoreció a los pobres la “Cuarta transformación”? ¿En serio el proposito fundamental del presidente es que haya menos pobres cuando termine su mandato? Las acciones que ha ejecutado parecen encaminadas a lo contrario, y que, en realidad, para 2024 la pobreza seguirá su curso ascendente.

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