MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

La organización social, recurso para materializar los derechos en México

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La lucha de los mexicanos por la materialización de sus derechos se dio mediante episodios que enfrentaron a las clases ricas contra los pobres, los primeros dejaron caer su poder e influencia para poner en claro qué es lo que se puede cuestionar en una sociedad dividida por la riqueza exclusiva de los poseedores de los medios de producción.

Desde luego que esto viene de los tiempos de la Independencia de México, los pobres tuvieron a sus representantes y el pueblo les concedió el honor de héroes, destacaron Miguel Hidalgo y José María Morelos, entre muchos otros, que lucharon para sacudirse del yugo de los españoles que se llevaban todo a sus palacios.

Luego sucedió la etapa de la reforma donde el estado quitó el poder al clero sobresaliendo ilustres mexicanos como Benito Juárez y Sebastián Lerdo de Tejada, que dejaron para la posteridad las Leyes de Reforma; estas fueron un duro golpe al poder de la Iglesia, institución que controlaba y cobraba por atender muchos asuntos materiales con el pretexto de cuidar el alma de las personas para asegurar un lugar en el cielo.

Vino la Revolución Mexicana, aquí encontramos también la lucha de los ricos hacendados que luego cerraron filas ante los pobres con el presidente Porfirio Díaz, que en suma estuvo más de 30 años en el poder instituyendo como frase de su gobierno “orden y progreso”.

El general Díaz se postuló por primera vez como candidato a la Presidencia de la República en el proceso que se llevaría a cabo el 25 de agosto de 1867 pero perdió; lo hizo en 1872, cuando el pueblo le dio la espalda y la proporción de votos fue de 1 a 15 a favor de Sebastián Lerdo de Tejada, así que proclamó el Plan de Tuxtepec y con la fuerza de las armas tomó el poder en el año 1877.

Don Porfirio se rodeó de especialistas en diferentes ramas del conocimiento, se trataba de los llamados “científicos” que le ayudaron a planear el desarrollo, así empezó la construcción de las vías ferroviarias que impulsarían el desarrollo del país que mucho sirvieron para transportar las mercancías, que era una exigencia del capitalismo de la época.

Había mucha pobreza en los campesinos que provocaron inconformidades; mediante prebendas económicas logró el respaldo de gobernadores, munícipes, jefes políticos y militares le ayudaron a mantener el orden favoreciendo un sistema esclavista que se practicaba en las haciendas, lo que dejaba mucha riqueza a los patrones, varios de ellos extranjeros.

A la distancia podemos comparar el gobierno del presidente Díaz con el de Andrés Manuel López Obrador, en 2018 logró hacerse del poder haciendo creer a la clase trabajadora que con acabar con la corrupción se terminarían las penurias de los mexicanos empobrecidos.

El lapso que corresponde al Porfiriato es uno de los peores episodios de la vida del México de 1910, parte de estos vicios fueron documentados por el periodista John Kenneth Turner, quien en sus acuciosas investigaciones acerca del esclavismo en esa etapa lo califica peor que el sometimiento español.

Aquí un extracto del texto de Turner: “Mientras prometía [Díaz] respetar las instituciones progresistas que Juárez y Lerdo habían establecido, instituyó un sistema propio en el que su persona es la figura central y dominante; en el que su capricho es la constitución y la ley; en el que los hechos y los hombres, grandes y pequeños, tienen que sujetarse a su voluntad. Como Luis XIV, Porfirio Díaz es el Estado”.

Al finalizar la Revolución tuvo que actualizarse la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. En la Carta Magna de 1917 se plasmaron los anhelos del pueblo en 136 artículos y 19 transitorios. Se precisan las garantías individuales, derechos y obligaciones; además se determina quién es el responsable de ejecutarlos y los mecanismos con los que cuenta el ciudadano para hacerlos efectivos.

A la distancia podemos comparar el gobierno del presidente Díaz con el de Andrés Manuel López Obrador, en 2018 logró hacerse del poder haciendo creer a la clase trabajadora que con acabar con la corrupción se terminarían las penurias de los mexicanos empobrecidos.

El presidente nunca habló de terminar con la mala distribución de la riqueza, y con Morena en el gobierno los capitalistas se llevan la parte del león, se somete a mayor miseria a los trabajadores que no poseen medios de producción, sino sólo su mano de obra que se ofrece al menor costo con lo que tiene que asegurarse todos los medios de vida, es decir, comprar los alimentos, el calzado y los servicios indispensables de la vida moderna.

López Obrador se ha declarado enemigo de los movimientos sociales, se ha dedicado a perseguir a las organizaciones acusándolos de intermediarias y corruptas para terminar con el único medio efectivo que tienen los mexicanos para materializar las libertades, la democracia y los derechos ciudadanos.

Hoy más que nunca el pueblo de México necesita analizar la situación de calamidad a la que se enfrenta con el gobierno de Morena, que no ha cambiado en nada la situación de pobreza a pesar de la entrega de dinero y debe exigir que se cumpla a cabalidad la ley para lograr condiciones óptimas para la convivencia social y alcanzar un nivel mínimo de bienestar para la mayoría mediante la organización social.

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