MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

La necesidad de un deporte no capitalista

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Hace unos días, inició uno de los eventos más emblemáticos y no lucrativos del país: la XXI Espartaqueada Deportiva que organiza el Movimiento Antorchista cada dos años, en el municipio de Tecomatlán, Puebla.

Este evento, en años anteriores, ha logrado congregar a cerca de 15 mil deportistas de distintas partes de la república, durante toda una semana y en las distintas disciplinas deportivas, que compiten por los primeros lugares. En cada estado en donde el Movimiento Antorchista realiza trabajo político, añade la preparación durante un año de jóvenes, niños y adultos en el terreno cultural y deportivo para representar a los estados en este gran encuentro.

El deporte, actualmente es un reflejo de la estructura económica sobre la que nos encontramos, es una manifestación de la superestructura, determinada por las relaciones de producción (capitalismo en este caso), de manera que, si en nuestra sociedad existen relaciones sociales de producción de explotación, todas las manifestaciones realizadas por el hombre que de ella se desprendan llevarán consigo la marca de la explotación y la desigualdad.

Nos encontramos en un capitalismo rapaz que condena las actividades humanas a ser objeto de producción y explotación, un capitalismo en el que a los trabajadores no se les retribuye el valor de su trabajo, donde únicamente recibe un salario suficiente para no morir de hambre, en esta situación la clase proletaria del país ¿puede pensar en un deporte justo? ¿En cultura? ¿En el arte, en disfrutar de la cultura deportiva sana y de ayudar al ser humano, no como entretenimiento, sino de formar parte de sus actividades de recreación y formación? La respuesta a todo ello es un no.

Toda forma social está controlada por el gran monopolio capitalista y el deporte no es la excepción. Los Juegos Olímpicos y los millones de dólares que llenan los bolsillos de los organizadores de las empresas y marcas que nos venden a través de un atleta o deportista, son los beneficiados directamente con la mentira del estado de llevar “deporte al pueblo”.

No es que los antorchistas rechacemos el deporte o la difusión de este, al contrario, concebimos en él la forma de exaltar la integridad del hombre. El problema radica en que no hay una política de Estado que promueva e invierta en infraestructura deportiva de calidad para el desarrollo de la ciudadanía, en su lugar tenemos monopolios del poder deportivo que controlan la producción y circulación de información deportiva que es regulada de acuerdo con los intereses de los dueños de estadios, canchas, permisos para competir, controladores de la ligas deportivas de cualquier tipo, comercializadores de espacios, jugadores, imágenes, logos y todo lo que pueda generar recursos económicos.

A todo esto, se suma el resultado del capitalismo en toda sociedad pues para las clases trabajadoras es imposible practicar deporte, con el cansancio de sus jornadas de trabajo, a las que se suma las necesidades del hogar, de su mantenimiento, el tiempo que requiere el traslado de ellos a sus centros de trabajo, de las horas extras en la empresa para ganar unos pesos extra para atender los problemas de salud, de educación, de vestimenta y de alimentación, el ser humano sólo encuentra un espacio para encerrarse en una taberna con sus amigos a observar los partidos de fútbol a verlos a través de la pantalla o en el peor de los casos utilizar el deporte para huir de los problemas con una ‘cascarita’ los fines de semana con sus cuates para luego tirarse a la bebida, es eso los más cercano que está el individuo a la cultura del deporte.

Para los griegos, la práctica del deporte estaba motivada por razones de salud y también por diversión, pero además el deporte simbolizaba la civilización y cumplía un papel destacado en la educación, con sus valores, normas y técnicas. Desde la antigüedad, las sociedades le han prestado especial atención al deporte con fines educativos, recreativos, de salud y defensa. La sociedad griega ha sido considerada como la cuna del deporte; ahí surgieron las olimpiadas en el año 776 a.C.

En Antorcha, el deporte significa la transformación integral del ser humano que abarque todo su organismo su fisiología, pero en particular que éste sufra un cambio en su pensamiento y en su ideología, en la capacidad de analizar, aprender, reflexionar y resolver problemas correctamente (por muy difíciles que parezcan). La actividad física realizada naturalmente mejora la función cognitiva, la memoria, la eficiencia y la atención, también previene el deterioro cognitivo.

En Antorcha no se fomenta el deporte con la finalidad de crear estrellas y figuras deportivas para su comercio y lucrar con ellos, sino para que el individuo pueda beneficiarse de él para vivir una vida productiva, solidaria, una vida para los demás y no una vida egoísta como la que llevan las grandes figuras del deporte, que solo enajenan a los jóvenes y a la sociedad.

Los antorchistas creemos en el deporte como una herramienta que también ayuda en la liberación del individuo de su trabajo enajenado, de su explotación agobiante al que es sometido diariamente, se sufre por la pobreza, por la falta de oportunidades y por la necesidad de sobrevivir diariamente en sus hogares. Cuando la clase trabajadora juega se libera momentáneamente de las garras ideológicas del capitalismo fomentando una convivencia con sus mismos hermanos de clase, tenemos que masificar el deporte entre los mexicanos entre la clase explotada y debemos de arrebatar de las manos del monopolio el deporte mercantilizado, para devolverlo al hombre con la Espartaqueada Deportiva Nacional, los antorchistas pretendemos combatir el deporte como un simple instrumento comercial y de lucro; porque el deporte puede cumplir otras funciones sociales más humanistas.

Es necesario que nuestro pueblo haga deporte para que su vida sea más plena y también para que sus ideales sean más humanistas y rebeldes, que luchen por rescatar el deporte para bien del pueblo trabajador, necesitamos maestros que promuevan el deporte entre la niñez y la juventud para que el día de mañana tengamos individuos con cuerpos y mentes sanos que les permitan desplegar toda su inteligencia y creatividad para que puedan ayudar a México. El municipio de Tecomatlán nos espera para presenciar lo que Antorcha busca en el ser humano y en el modelo que los antorchistas buscamos para nuestro país.

La Espartaqueada Deportiva es el símbolo de lo que Antorcha está creando en el país, individuos con más disciplina, trabajo en equipo, fuerza física y agudeza mental, para sumarse a la construcción del esperado cambio social que necesitamos los mexicanos.

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