MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

La lucha magisterial, indispensable para el desarrollo de las escuelas

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Frente a los resultados adversos para la educación en nuestro país, no todos los actores sociales muestran la misma actitud que el gobierno federal ni comparten el proceder del titular del Ejecutivo, quien busca chivos expiatorios para hacer recaer sobre ellos la responsabilidad de todos los fracasos de sus decisiones y proyectos.

Están los que, organizados en torno a un proyecto de educación que nace con la intención de proporcionar una formación integral a los más necesitados de nuestra sociedad, comparten sus conocimientos, ponen en práctica sus habilidades y en los hechos demuestran que para resolver los problemas que tiene nuestro país, no sólo en educación, sino en las demás áreas del desarrollo, se requiere educar y proporcionar bienestar a quien más lo requiere: los millones de niños y jóvenes que pertenecen a las familias humildes de México.

Son los que luchan de la mano de los padres de familia, alumnos, colonos y personas comprometidas con la creación de una nueva sociedad; los que reciben cada día a los miles de niños y jóvenes provenientes de las colonias populares asentadas sobre los cinturones de miseria que rodean a las grandes ciudades, los que no han permanecido indiferentes ante el dolor y la falta de oportunidades para los indefensos, los que han vislumbrado que para cambiar efectivamente las condiciones del país se debe realizar un movimiento organizado: son los docentes que dan vida e impulsan el proyecto educativo de Antorcha Magisterial.

El retroceso que México ha tenido en la educación, medido con la aplicación de la prueba PISA que se aplica a los países miembros de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), no tiene una sola causa. Este grupo de maestros decididos y organizados, ha comenzado a construir una alternativa real que muestra su efectividad en la elevada calidad obtenida en cada generación que egresa de sus aulas; para ello, han comprendido, con toda claridad, que el combate debe ser desde adentro y desde afuera de los espacios educativos; luchar por construir una nueva sociedad y simultáneamente, formar seres cuya amplitud de conocimientos y habilidades, les permita ayudar a su clase social.

A este grupo de docentes pertenece la maestra Olga Cadena Méndez, directora de la Escuela Secundaria José Martí del municipio de Nicolás Romero, quien, en el marco de la celebración por el triunfo de la lucha emprendida por la construcción de un arco techo y una sala de cómputo que reforzarán la formación de sus alumnos, amablemente nos compartió información acerca de su trayectoria pedagógica y su pertenencia a este movimiento magisterial.

¿Cuál es el acontecimiento que celebran y cuál es su trascendencia?

“El día de hoy inauguramos el aula digital y la techumbre que fue gestionada por el Movimiento Antorchista; junto con ellos dimos la lucha, los maestros, los compañeritos de la FNERRR, que apoyaron en todo el proceso, activistas de la organización, y gracias a todo este esfuerzo conjunto vemos rendir los frutos porque hoy se inaugura de manera oficial.

“Desde hace casi quince años hemos venido trabajando como maestros de esta institución. Iniciamos esta escuela en un predio provisional que estaba en condiciones no muy factibles para recibir educación; sin embargo, gracias al apoyo de la organización y de los padres de familia, hemos ido creciendo poco a poco: pronto cumpliremos quince años y todavía nos hace falta un laboratorio equipado para poder brindar un mejor servicio a nuestros jóvenes y que ellos tengan una educación de calidad.

“El Movimiento Antorchista busca que no sólo sea la académica su única formación, sino también está preocupado por brindar cultura, arte, deporte, que son el complemento integral para ellos. Además de que nosotros brindamos el servicio a una comunidad de bajos recursos y que esos jóvenes y padres de familia, que en todo momento siempre han estado de la mano con nosotros, vean el beneficio para que generaciones posteriores puedan utilizar estas aulas que hoy se han logrado”.

¿Cuántos años tiene usted en la docencia en las instituciones impulsadas por el Movimiento Antorchista?

“Tengo 33 años en el servicio. La primera escuela a la que llegué, fue la escuela primaria Niño Artillero; hemos visto crecer no sólo esa institución sino de otras más; me siento orgullosa de pertenecer a ellas porque tengo la seguridad de que mi trabajo, lo que he dejado en esos jóvenes y niños, seguirá presente en sus memorias. Pero no sólo esa huella que dejamos como docentes, sino los resultados de la lucha que hemos dado en algún momento para mejorar la escuela, porque me queda claro que el logro de la infraestructura, sirve a la generación que en su momento está ahí, pero también va a quedar para muchas generaciones posteriores.

“Son muchas generaciones que hemos visto pasar, desde que iniciamos en la primaria Niño Artillero, posteriormente en la Escuela Secundaria Técnica industria y Comercial 112 Felipe Ángeles, que vimos levantarse en lo que era un basurero y que gracias a las faenas que realizaron los padres de familia y alumnos pudo edificarse; Después de 17 años nos incorporamos a esta secundaria cuando la institución tenía un año de haber iniciado, posteriormente en la preparatoria Crescencio Sánchez Damián y nuevamente aquí como responsable escolar, lo cual me enorgullece mucho, pero además el trabajo que la organización nos ha enseñado a hacer, trabajo colaborativo que siempre va a rendir frutos y esos frutos siempre van a ser en beneficio de nuestros niños”.

¿Recuerda Usted a alguna generación en específico?

“Creo que los momentos más bonitos que puedo recordar son aquellos en que inicié mi primer año de servicio porque en los alrededores de la escuela primaria Niño Artillero sólo había magueyes; los niños no tenían maestros que fueran pagados por el gobierno del Estado y esos niños nos esperaban a nosotros, que en aquel momento éramos estudiantes; veníamos a brindar un servicio social y cuando nos veían aparecer bajando por entre las magueyeras, los niños brincaban y aplaudían porque les daba mucho gusto ver que sus maestros ya habían llegado. Esos recuerdos, en algún momento me hacen sentir bien como docente porque esos niños ahora tienen hijos, creo que también nietos, aquí en nuestras instituciones, hemos podido platicar con algunos de ellos y recordar esos momentos, para mí, bonitos”.

¿Se siente bien al ejercer la docencia en estas instituciones?

Sí, estoy muy a gusto, siempre he dicho que en el lugar que la Organización me ponga yo voy a trabajar, porque es lo que me gusta; si hoy me toca dirigir una escuela y mañana me toca ser subordinada, o me toca barrer, lo haré con mucho gusto porque Antorcha  me ha enseñado a ser una persona no sólo humilde, sino una persona que no olvida el lugar de donde viene, porque yo también soy parte de una familia de gente sencilla, de gente obrera, de padres que también se tuvieron que esforzar por tener algo.
 

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