El ciclo escolar 2022-2023 está por iniciar, es el primero posterior a la pandemia en el que se regresará a clases lo más parecido a la normalidad, pero con la triste realidad de que, en esta ocasión, los alumnos no regresarán como en años anteriores, sino que retornarán con más fuertes deficiencias educativas y pérdidas de aprendizajes.
Para este regreso a clases, las autoridades de la Secretaría de Educación Pública (SEP) pertenecientes a la 4T, implementarán en algunas escuelas en proyecto piloto de su Nuevo Plan Educativo, que dice mucho, pero que no concreta nada. En él proponen acabar con la educación colonialista y neoliberal para instaurar la Nueva Escuela Mexicana. En este nuevo plan hay muchos pilares, ejes, proyectos colaborativos y diversidad, pero hay pocas acciones a implementar. En teoría, el nuevo plan, se implementará en 30 escuelas de cada entidad, pero nadie atina a saber en qué consiste, ya que sólo existe en la mente de los morenistas Andrés Manuel López Obrador, Delfina Gómez y Leticia Rodríguez. El ciclo escolar inicia el 29 de agosto y la prueba piloto iniciará en octubre con el afán de sacar adelante una transformación artificial y dañina para la juventud mexicana.
El nuevo modelo fue dado a conocer por el director general de Materiales Educativos de la SEP, Marx Arriaga, en el que propone implementar una educación decolonial ¡que no sea científica!, y que se atenga al conocimiento ancestral de nuestros pueblos originarios. En el centro del plan está el desarrollo integral de las personas y el derecho a aprendizajes relevantes.
La pregunta sería ¿implica que los estudiantes aprendan algún idioma? ¿Ejecución de horas de Matemáticas? ¿Implementar en horario extra clase la práctica de algún deporte, danza o poesía? Al hablar de aprendizajes relevantes ¿consideran el cambio tecnológico y acceso a las tecnologías de la información, así como internet gratuito para todos los estudiantes? ¿Qué implica la autonomía curricular del docente de la que se habla en el plan? Es importante hacerle saber a Marx Arriaga que todas las reformas y planes educativos fracasarán si el Estado no se preocupa primero por la base material requerida para implementarlos. Asimismo, no se puede educar a un niño o joven con hambre, primero hay que satisfacer sus necesidades. Se debe garantizar que en las escuelas se sirvan desayunos y comida para todos los alumnos, además debe haber aulas acondicionadas, vestimenta, zapatos, transporte, internet y todos los medios necesarios para que los estudiantes no se preocupen de qué van a comer mientras aprenden.
La prioridad en el discurso educativo de la 4T se ha centrado en el ámbito electoral, pero sobre todo en el poder político, simula que hace las cosas bien, pero está derrochando los recursos públicos en obras que no servirán a la población, quiere eternizarse en el poder por la vía de la compra de votos y toda marrullería electoral. Al tener su atención centrada en lo anteriormente escrito, ha originado que el problema educativo profundice al no haber ejecutado ningún plan en apoyo a los estudiantes pobres durante el periodo de pandemia, ni posterior a la misma, mucho menos acciones que contuvieran las pérdidas de aprendizaje, pero sobre todo por no haberles importado eliminar programas de atención que ayudaban a estudiantes y sus familias. Las malas decisiones educativas que Morena ha tomado durante estos cuatro años que lleva en el poder, muestran la gran simulación y poca importancia que tiene para ellos la educación de millones de niños y jóvenes de nuestro país.
Todos debemos tener claro que no puede haber una transformación educativa seria, si no se apoya en objetivos claros y precisos, mismos que se deben explicar a la sociedad sin falta, si en verdad se busca su asentimiento y apoyo decidido. Además debe contar con un magisterio preparado y comprometido con la causa, así como los recursos suficientes para financiar una educación de calidad en todos los sentidos. Estos factores deben fusionar esfuerzos para construir una propuesta integral, profunda, capaz de poner en pie a nuestro sistema educativo nacional.
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