MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

La Espartaqueada, el deporte y las metas de Antorcha

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De acuerdo con una de las historias de Heródoto, unos cuantos desertores arcadios llegaron con los persas, queriendo servir de algo. El rey los mandó a traer para preguntarles en qué estaban ocupados los griegos, a lo que ellos le comentaron que estaban celebrando sus juegos olímpicos y contemplando competencias atléticas.

El persa, entonces, preguntó cuál era el premio, a lo que contestaron que era una corona de olivo la que allí se daba. Al escuchar esto, el príncipe Tritantegmes contestó inocentemente, lo que le valió ser tenido por su padre como cobarde: “¡Ay Mardonio! ¿Con qué hombres nos has traído a luchar, que no compiten por dinero, sino por poner a prueba sus cualidades?”. ¡Qué equivocado estaba Tritantegmes al subestimar el educado espíritu humano de los griegos y querer abaratarlo con la avaricia y ruindad del dinero!

Del 6 al 14 de mayo de 2023, Tecomatlán, Puebla, recibe a miles de deportistas que buscan la misma gloria desinteresada y humana con la que nacieron las competencias helénicas. En Grecia, el deporte era sinónimo de civilización, la actividad física dentro de su educación era un pilar fundamental para la creación de un pueblo sano, fuerte, con amplitud neurológica y capacidad de reacción ante situaciones complejas.

Muchos se asombran con la infraestructura y tamaño de nuestras instalaciones deportivas y algunos llegan a creer que es exagerado para un municipio que está ubicado en la marginada Mixteca poblana, ¡pero se equivocan! Esto es esencial en el desarrollo y educación de cada uno de los habitantes y más aún ante la pédida descomunal de tiempo en el celular, porque nos tienen encantados con la ligereza de la información de las redes sociales (Facebook, Instagram, Tik Tok, Twitter, YouTube y otras), para acondicionar la manipulación y sometimiento mental en cada uno de nosotros, cosa que se agrava en lugares en donde no cuentan con las condiciones necesarias para buscar la recreación sana y contrarrestar el ocio. La inseguridad, la nula inversión en el deporte, la pobreza, la desnutrición, la ignorancia y el abandono total de las autoridades hacen de estos lugares verdaderos caldos de cultivo para la replicación de más miseria.

Al principio de su sexenio, Obrador eliminó, junto a sus secuaces de Morena, el ramo 23 del Presupuesto de Egresos Federal 2018 (PEF), instrumento que apoyaba a la creación de infraestructura estatal o municipal que no estuviera etiquetada en el PEF. Gracias a este ramo, ante de eso Tecomatlán (junto con Antorcha) logró buena parte de la edificación y urbanidad de nuestro municipio, así como en muchos pueblos y colonias más en el país. Ahora, después de cuatro años de rezago por la nula creación de obra pública todo México se ha quedado estancado en el retraso y el abandono total.

Y por si esto no fuera poco, a principios de 2020 todos los ayuntamientos poblanos recibimos un recorte presupuestal del 50 por ciento, mismo que ha crecido hasta el día de hoy a un 65 por ciento. La decisión fue tomada insensiblemente por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador y respaldada por el gobierno estatal de Morena de Miguel Barbosa, justo cuando iniciaba la pandemia de la covid-19, lo que requeriría de toda la disposición del gobierno municipal tanto económica como humana.

Esto ha ocasionado que no tengamos el dinero suficiente para construir obras públicas, que no haya dinero para el mantenimiento de toda la infraestructura municipal, que no haya dinero para subir el sueldo de la plantilla de trabajadores, que no haya dinero para apoyar a nuestros habitantes. ¡No tenemos dinero para ayudar a los tecomatecos! ¿Por qué? López Obrador abandonó a los más pobres. ¡Abandonó a los ayuntamientos! ¡Abandonó a todos! Hasta a sus propias promesas e ideales.

Y esos que ayudan a sostener la soga con la que se estrangula a los mexicanos son los gobernadores, diputados y senadores de Morena y la 4T que, con su lambisconería ruin para continuar asegurando su lugar en las arcas del poder, le aplauden y le ponen leyes a modo a “Perseis” para que siga destruyendo sin obstáculos y a capricho.

Pero a pesar de todos estos embates e injusticias que recibió el pueblo tecomateco, Antorcha nunca nos abandonó. Se puso al frente con liderazgo, con solidez por su estructura organizativa y autonomía por su autosuficiencia económica. Y así respaldó y subsidió con dinero propio cada una de las deficiencias y necesidades de ‘Teco’ para asegurarse de nuestro bienestar y seguridad. Y como muestra está la intervención económica millonaria en la remodelación total de la Unidad Deportiva “Wenceslao Victoria Soto”, sede oficial de la XXI Espartaqueada Deportiva, ofreciendo así instalaciones dignas y de calidad profesional a todos los deportistas. De no ser por la organización de los pobres, nuestro pueblo estaría en el abandono y en una crisis idéntica a la de los municipios vecinos de la Mixteca Baja.

Y ante todo esto, muchos de ustedes se preguntarán: Y si estamos en serios problemas, ¿por qué concentrarnos en el deporte, cuando debemos de estar ocupados en la tragedia que se está convirtiendo el país? Y la respuesta es: esto no es una pérdida de tiempo: Nos estamos preparando, así como los griegos. La lucha que está dando Antorcha y la que se le aproxima requiere paciencia y resistencia, brazos y espaldas fuertes e inagotables, concentración y control en los momentos de presión, coordinación grupal y disciplina, así como la persistencia, que no nos dobla ante nada ni ante nadie, porque sabe que la gloria espera. Y todas estas características las reúnen los deportistas.

Sabemos que esta edición de la XXI Espartaqueada Deportiva Nacional tendrá el mismo o mayor impacto positivo en cada uno de los que han sido o serán por primera vez participantes de estas justas deportivas. Aprovechen al máximo y den lo mejor de sí en cada una de las competencias, y poco a poco vayan contagiándose de la alegría y el espíritu deportivo de solidaridad y perseverancia. Deténganse a ver con mucha atención la belleza humana que provoca la reacción física en cada movimiento; las grandes coreografías grupales que ejecutan casi de manera instintiva donde sin siquiera pronunciar una palabra sabrán lo que quiere decir el otro; activen sus sentidos y absorban la energía de la victoria o escuchen el silencio de una derrota. Sensibilícense niños, jóvenes, adultos y espectadores. Y con esto eleven su espíritu a lo más sublime de la capacidad humana.

Sean todos ustedes bienvenidos a Tecomatlán o, como muchos con cariño la conocen, ¡sean bienvenidos a “La Atenas de la Mixteca”!

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