MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

La 4T: ni esperanza ni sueño, es pesadilla

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En la “mañanera” del 7 de julio de este año, el presidente Andrés Manuel López Obrador, anunció la creación del Gas Bienestar, una empresa estatal dependiente de Pemex: “…estamos preparando la creación de una empresa para distribuir gas a precio justo. Gas Bienestar se va a llamar, y se van a vender cilindros de gas de 20, de 30 kilos a precios bajos en las colonias…”, anunció el mandatario.

Tal anuncio despertó “la esperanza” en el consumidor de adquirir el gas a “precios bajos”. López Obrador volvía inflar los corazones de los mexicanos más pobres, principalmente los de las amas de casa al escuchar que el gas, combustible indispensable en la mayoría de los hogares, se compraría a “precios bajos”. Según el INEGI, el gas LP es el combustible principal de uso en el 79 por ciento de las viviendas del país, esto es aproximadamente 27 millones 760 mil hogares, que se traduce en alrededor de 100 millones de personas. ¿Cuántos mexicanos creyeron en el anuncio del presidente y se visualizaban comprando el gas a “precios bajos”?

El 31 de agosto, la empresa Gas Bienestar iniciaba formalmente la distribución del gas en una sola alcaldía de la Ciudad de México, hecho que sacudía y tambaleaba la esperanza de “precios bajos” del resto de los mexicanos. Octavio Romero, director general de Pemex, declaró el objetivo de dicha empresa: “distribuir cilindros de gas LP de 20 y 30 kilos entre las familias más pobres garantizándoles seguridad, calidad, volumen y precios justos”. Ya no se dijo nada de “precios bajos”. Al iniciar la venta al público, el precio del Gas Bienestar no era el más barato, ni después de algunas semanas. En una nota de EXPANSIÓN política del 8 de octubre se lee: “En la Alcaldía Iztapalapa, en la Ciudad de México, estas empresas venden el gas más barato que el Gas Bienestar”, luego cita a cinco empresas gaseras.

Además de la creación de Gas Bienestar, también el presidente estableció la regulación de precios máximos del gas LP, "si es necesario, vamos a establecer un precio máximo" (La Jornada, 7 de julio de 2021). Esta declaración también despertó esperanzas en los consumidores de comprar el gas a “precios bajos”. ¿Cuáles han sido los resultados de estas dos medidas?

Maravatío es un municipio de Michoacán cercano al Estado de México. En este municipio los anuncios del presidente López Obrador, tanto la creación de la empresa Gas Bienestar como el del control de precios, despertó la esperanza en una parte de la población y se veían comprando cilindros de gas a “precios bajos”. 

Maravatío se encuentra en la región 74 de las 145 regiones en que se divide el país. Esta región comprende 41 municipios, algunos de Michoacán y otros del Estado de México, y tiene precios máximos medios, respecto a las otras regiones. En Maravatío, en el mes de abril, el precio del cilindro de gas de 30 kilos se vendía a 636 pesos por la empresa Gas Imperial. Cuando inicia el control de precios, el mismo cilindro costaba 655 pesos, ya que los repartidores se rigen por el precio máximo permitido. Para la semana del 7 al 13 de noviembre, su precio es de 728 pesos, un aumento de 73 pesos en los últimos tres meses. Este aumento del precio del gas ha despertado a la gente del sueño prometedor del presidente López Obrador de “precios bajos”.

Estas dos medidas no han detenido ni detendrán la inflación del precio del gas LP en México, pues no basta crear una empresa gasera ni tampoco imponer un control de precios del gas. Lo que falta es una reforma completa, profunda y racional de toda la economía, de todo el aparato productivo del país, que mejore la capacidad adquisitiva de la población menos favorecida. Una economía con inversión creciente, con innovación tecnológica de vanguardia, una reforma fiscal que dote al Gobierno del dinero suficiente para impulsar la economía y para atender necesidades sociales básicas como salud y educación de calidad; un Estado actuante en la economía, pero sin rebasar su función de regulador y propulsor de la inversión; sin convertirse en un mal competidor de la empresa privada.

Para lograr todo lo anterior, es necesario que el pueblo se organice y se eduque, tarea que se ha impuesto el Movimiento Antorchista, para que el pueblo apoye proyectos serios y en beneficio de todos los mexicanos. Un pueblo organizado y educado es difícil de engañar. El pueblo debe aprender a descubrir los engaños, las fantasías y recetas improvisadas como las que dijo López Obrador candidato y las que hoy anuncia y aplica López Obrador presidente y su “Cuarta Transformación”. Es hora de despertar al pueblo antes de que el sueño se convierta en pesadilla, de la cual no pudiéramos despertar.

Te invito, respetuosamente, a organizarte y luchar en las filas del Movimiento Antorchista.

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