La política migratoria del gobierno de los EEUU que tiene como finalidad beneficiar a cierto número de inmigrantes indocumentados que llegaron cuando eran niños y cuentan con cierto nivel educativo, en especial los conocidos como dreamers, han dado de que hablar es esta contienda electoral, pues los beneficiados por el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés) que abarca a poco más de 750 mil jóvenes indocumentados, se manifiestan a favor de la continuidad del programa, ya que se cree que éste es uno de los procesos sociales que juega futuro en la elección estadounidense de esta semana poniendo en peligro a la migración internacional.
Ciertamente el tema se planteó poco en las campañas de los dos candidatos.Pero, a pesar de eso, ambos hicieron menciones y propuestas, que, a mi juicio, creo que no se podrán cumplir:
Donald Trump mencionó que encontraría una solución definitiva al tema de los "DACA", ¿qué hará? me cuestiono-.Si desde septiembre de 2017 había anunciado su intención de desaparecer el programa.Y durante cuatro años ha fijado la política de perseguirlos, y que de no ser por la Suprema Corte y algunos jueces que se lo han impedido, habría terminado con el programa y regresado a los más de 750 mil jóvenes beneficiarios.
Por su parte, Joe Biden dijo que en los primeros cien días presentaría una propuesta para regularizar a los poco más de 11 millones de indocumentados que viven en Estados Unidos, donde también entrarían los DACA.Señaló, incluso, que esa propuesta contemplaría la posibilidad de que opten por la ciudadanía estadounidense.Aunque suena bastante bien, la pregunta es, en caso de que llegue al poder ¿lo hará? La experiencia con el anterior presidente estadounidense, Barack Obama, nos dice que no, quien también había prometido algo similar y que lo haría en su primer año de gobierno, pasaron 8 años y la propuesta nunca se cumplió.
Estas anomalías me permiten reflexionar que el verdadero interés de los candidatos que buscaban el voto de los latinos en los estados como Texas y Arizona, sólo es el mismo cuento de siempre.El escenario por el que pasan los migrantes en estos momentos es incierto.El golpe sería el mismo, nada más que con diferente látigo, seguiría la discriminación e, incluso, se puede agudizar.
A mi juicio, consideraría que la mejor solución de aquellos que se encuentran en un dilema debería ser quedarse en su país, que se quede y haga de él uno mejor, con mayores condiciones de vida y con un reparto equitativo de las riquezas.
Mi experiencia los invita a quedarse a trabajar, innovar y desarrollar cambios verdaderos porque afirmo que la lucha organizada hace el cambio.En el caso del Movimiento Antorchista somos cientos de jóvenes que hemos tomado esta decisión y que hemos adoptado la idea de luchar organizadamente para mejorar nuestro futuro y el futuro de nuestro país.
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