En total, un millón 431 mil 576 estudiantes podrían dejar de acudir o presenciar las clases, aunque sean a distancia y con ello, el rezago educativo nacional será inminente.
El 54.3% de escuelas públicas y privadas de educación primaria y secundaria cuenta con computadoras y únicamente 37.7% tiene la posibilidad de conectarse a internet, mientras en las de educación media superior sólo 68.8% tenía computadoras y solo la mitad del total podría conectarse a internet. Algo similar sucede con los hogares mexicanos: sólo 44% de tiene equipo de computación y únicamente 56.4% tiene Internet, porcentajes que disminuyen a menos de la mitad en zonas rurales. En muchos casos de escuelas y hogares ni siquiera hay servicio eléctrico.
La pandemia por coronavirus (covid-19) ha provocado una crisis. Ya que las autoridades educativas y AMLO no han puesto nada de su parte, para dar una solución o crear las estrategias pertinentes y no se pierdan los conocimientos básicos que ayudaran a los alumnos a desarrollarse en los siguientes niveles educativos.
El rezago y la deserción escolar son un tema que predomina en estos tiempo de pandemia ya que la estrategia utilizada por el gobierno no ha dado los resultados esperados porque no se consideraron las desigualdades en México; como el que no todas las personas tienen acceso a Internet, que otras ni siquiera pueden ver los canales de televisión por donde se transmite este programa de la SEP y que algunos estudiantes, sobre todo los de mayor edad, tienen que trabajar para ayudar al sustento familiar por la crisis económica que provocó la pandemia”.
La respuesta de los padres de familia ante esta situación y las clases en línea ha sido deficiente por múltiples situaciones ya sea porque no cuentan con internet, no tienen celulares modernos o simplemente se les dificulta el uso del teléfono. Esto es alarmante ya que si no se están recibiendo las actividades diarias de los alumnos su rendimiento académico será bajo al finalizar el trimestre.
El objetivo de este artículo es analizar las consecuencias que estas medidas tendrán sobre las comunidades educativas a corto y mediano plazo, así como plantear las principales recomendaciones para sobrellevar el impacto de la mejor manera posible, proyectando oportunidades para el aprendizaje y la innovación en la educación posterior a la pandemia.
Se requiere que el Gobierno federal busque una estrategia que no implique poner a los niños y adolescente en el aula, pero que permita a los alumnos seguir con su proceso de aprendizaje dentro de normas de salud que ofrezca protección y garanticen ejercer sus derechos fundamentales a la educación y la salud que les otorga la Constitución Política de México.
Nuestro trabajo como docentes de la escuela pública es garantizar la equidad y la calidad de la enseñanza y en estas condiciones, no podemos hacerlo.
Los maestros seguiremos trabajando, proponiendo actividades para mantener el rendimiento cognitivo de nuestros alumnos, para que se sientan acompañados en estos días de soledad, miedo e incertidumbre.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario