En la reciente gira que el presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador realizó por Guerrero, dio la apariencia que tiene todas las intenciones de impulsar un auténtico desarrollo social y económico al Estado, principalmente en los municipios que se encuentran en la Región de la Montaña. La mayoría de éstos, tienen un alto grado de rezago social, pero hay unos con un marcado atraso histórico, de tal forma que si un visitante recorre esos lugares se sorprenderá por las condiciones en la que viven la mayoría de los habitantes. Esos municipios son principalmente, Metlatonoc, Malinaltepec, Cochoapa el Grande y hasta el propio Municipio de Tlapa de Comonfort, considerado el corazón de la Montaña por ser la ciudad donde se concentra la actividad comercial más importante de esa parte del estado. Son municipios que visitó el presidente el pasado fin de semana, incluyendo a San Luis Acatlán, aunque éste no forma parte de la Región Montaña, pues pertenece a la Costa Chica. Estos tienen algo en común, el 95% de sus habitantes son indígenas hablantes de la lengua Mixteca y Tlapaneca. Estuvo también en Chilpancingo y Acapulco, pero me interesa destacar lo que dijo en la región indígena de Guerrero, lugares que ha visitado en varias ocasiones, como candidato y también ahora como presidente de la República.
En una gira que realizó el 23 de noviembre del 2019, a un año de haber tomado posesión como ejecutivo federal, en la ciudad de Tlapa anunció que pondría en operación un programa de pavimentación de caminos rurales como los que estaban construyendo, en aquel entonces, en el estado de Oaxaca; dijo también que su gobierno entregaría presupuestos directamente a los municipios y que se vigilaría el buen uso de ellos, aseguró que incrementaría las pensiones a los adultos mayores como un acto de justicia al campesino indígena, porque son gente muy pobre y sufrida; dijo además, que le daría impulso, como nunca, al campo y en especial a los productores de café; fortalecería el programa sembrando vida y en menos de un año cultivarían 50 mil hectáreas de árboles frutales y maderables, anuncio también que pondría en marcha el programa “La escuela es nuestra” para el mejoramiento de 9 mil instalaciones educativas, así como becas para estudiantes de primaria y secundaria; dijo también, que con la eliminación de la corrupción estaría garantizado el acceso a la salud para todos los mexicanos, etc., etc. ¡La realidad! A dos años de aquella visita, la Montaña sigue igual, no hizo nada.
El discurso del presidente no concuerda con la realidad, los municipios no recibieron ni siquiera las participaciones completas mucho menos dinero extra; en todos los municipios de la montaña no hay una sola obra de impacto, y todos están endeudados al grado que hasta se gastaron el dinero de sus propios trabajadores. No hicieron una sola de esas famosas carreteras donde no se necesitan ingenieros para construirlas. El programa Sembrando Vida es un fracaso, aparte del favoritismo entre los operadores, hay maltrato hacia los pocos beneficiados, los obligaron a votar a favor de Morena en las pasadas elecciones, además de que este programa perjudica al ecosistema pues destruyen los bosques para volver sembrar; los productores de café y la agricultura en general, durante tres años consecutivos han estado completamente abandonados sin ningún tipo de programas de ayuda, salvo seis bultos de fertilizante para los cultivos de maíz, cantidad insuficiente para una hectárea. De las escuelas, el dinero supuestamente destinado para la rehabilitación sigue en el olimpo, pues éstas están en un completo abandono y por consiguiente la educación está peor con la modalidad a distancia. De acuerdo a los datos que en agosto de este año publicó el Coneval, dice que en el Municipio de Metlatónoc, de 18 mil 976 habitantes, el 99.81% son indígenas, el 56% no habla español, el 52% son analfabetas; en el aspecto económico, el 34.71% salen del municipio en busca de empleo, alquilándose como jornaleros agrícolas en otras entidades del país. Malinaltepec, tiene una población de 29 mil 599 habitantes, el 97.24% son indígenas, el 19% no hablan el español, solamente el 22% tienen agua entubada, el 32% son analfabetas, el 17% no tiene electricidad en sus hogares. En San Luis Acatlán hay 46 mil 270 habitantes, el 51% viven en pobreza extrema, el 63% son indígenas y el 12% no hablan español.
En estos lugares se concentra la mayor pobreza en el estado, por lo que se considera a Guerrero, la segunda entidad más pobre de México. En este último Municipio, San Luis Acatlán, tierra del guerrillero guerrerense, Genaro Vázquez Rojas, el presidente repitió lo que dijo en Tlapa de Comonfort un día anterior: entregará recursos económicos directamente a los ayuntamientos, en lugar de dispersarlos a través de las Secretarias, incrementará el apoyo al campo, incrementará la instalaciones del banco del bienestar para que la gente reciba sus apoyos federales, le pidió a los campesinos que reciben el fertilizante que lo utilicen bien y que siembren árboles para que haya progreso. En fin, pues, el verdadero objetivo de esta gira por la entidad es calmar los ánimos de la alarma que se suscitó por la venta de las niñas en la montaña, pero, sobre todo para respaldar a la nueva gobernadora y preparar el nuevo escenario para las elecciones del 2024. Los eventos casi todos fueron a puerta cerrada, habló del pueblo, pero sin el pueblo. Vino a la Montaña a repartir esperanzas, que no va a cumplir. Lo mismo dijo en su visita de noviembre del 2019, y la región sigue viviendo en el atraso, marginación y en el abandono. Esta forma de gobernar no es nueva. Las giras del presidente se han convertido en pura propaganda, pero ahora más burdas y más mediáticas, pues todo el escenario del recorrido fue bien preparado, aquí utilizaron al pueblo más marginado y empobrecido para limpiar su imagen, ante las tumultuosas manifestaciones de rechazo que ha sufrido en sus giras en otros estados, y lo más humillante es que el gobierno estatal se presta para ese montaje mediático y es de entenderse, los favores en política siempre se cobran.
En el remoto caso de que cumpliera con lo que nuevamente prometió en esta gira, no sería suficiente para acabar con la pobreza. Los actores políticos que tienen el poder, se rigen por un sistema de gobierno que está alejado del pueblo, a este sistema le conviene que los indígenas estén marginados, que no se preparen, que no protesten, que no se revelen. Para erradicar la pobreza en los pueblos de la Montaña, es necesario que sus habitantes se organicen, se eduquen políticamente, y se pongan a luchar para cambiar el sistema que nos gobierna. Necesitamos un gobierno que se preocupe porque cada ciudadano, hombre o mujer, tenga empleo con un salario suficiente que le permita satisfacer sus necesidades humanas; se requiere un gobierno que aplique la riqueza pública en la solución de las de las carencias de servicios que dignifican la vida de las comunidades y sus habitantes, que se construyan carreteras, hospitales, escuelas, sistemas de agua potable, drenaje, calles pavimentadas, unidades deportivas, espacios culturales, electrificaciones, y que se incentive la producción de alimentos para aprovechar la generosidad de la naturaleza en esta región; y se necesita un gobierno que aplique una política fiscal progresiva, que pague más impuestos quien más gana. La tarea no es sencilla, pero es la única que puede sacar del atraso histórico a los habitantes de la Montaña. Trabajemos en ella, amigos afromexicanos, mixtecos, tlapanecos nahuas y amuzgos, los antorchistas caminamos hacia ese destino.
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