MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

“Espartaco: llama viva de la revolución”

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El sábado se presentó, como parte del acto de clausura de la Espartaqueada Cultural 2021, que este año organizó de manera virtual el Movimiento Antorchista, la puesta en escena ‘Espartaco: llama viva de la revolución’. En entrevista con Vania Mejía López, autora y directora de la obra, nos platica cómo surgió este proyeto, los problemas a los que se enfrentó y su importancia y mensaje en la actualidad.

Para cerrar con broche de oro la Espartaqueada Cultural 2021 vimos esta puesta en escena que, sabemos, es una gran producción, pero ¿cómo surgió la idea de hacer una obra de Espartaco?

VM: Espartaco es, digamos, una deuda que tenía conmigo misma y con la organización. No había una obra de Espartaco propiamente, sino que hay novelas, biografías, películas, series de televisión, pero no teníamos una obra que montar. Hace algunos años, en nuestro Concurso Nacional de Teatro, que se lleva a cabo en San Luis Potosí, una compañía jalisciense presentó por primera vez un montaje de Espartaco; el solo hecho de que un director haya querido presentar un homenaje a Espartaco ya era algo valiosísimo; sin embargo, creíamos que no tenía toda la visión, la ideología que Antorcha tiene, incluso, se alejaba un poco de la concepción que los antorchistas y muchos historiadores importantes tenemos sobre Espartaco. A partir de entonces, se me asigna un poco esa tarea que, sin embargo, se quedó ahí esperando su turno.

Y entonces se viene la celebración de la Espartaqueada…

VM: ¡Exacto! Este año se cumplieron 35 años desde que Antorcha empezó a realizar estos grandes eventos que son las Espartaqueadas y se le encomienda a la Comisión Cultural, a la que pertenezco, proponer un tema para este festejo. Es así como propongo Espartaco, que es algo que de por sí yo ya quería hacer y, como este año se cumplieron los 500 años de la conquista, también presenté una propuesta para trabajar a Cuauhtémoc, bajo el poema épico del mismo nombre escrito por Eduardo del Valle, libro que todos los mexicanos deberían de leer y conocer. Finalmente se elige el tema de Espartaco y fue así como empezamos a trabajar.

Sabemos que la obra que vimos en la clausura es de tu autoría, que, además de dirigirla, hiciste el guion, ¿cómo fue ese proceso?

VM: Es cierto que el guion prácticamente yo lo hice, pero también es justo decir que para esto me di a la tarea de leer a tres autores: Howard Fast, Raffaello Giovagnoli y Marcel Ollivier, que todos lo abordan de manera diferente, pero, además, tuve que hacer una pequeña investigación histórica, pues no es posible hacer una obra sin tomar en cuenta las condiciones políticas, económicas y sociales de la obra, pues se pierde el sentido de verosimilitud; con todo eso pude ir formando el análisis de Espartaco. Incluso, para darme una idea de ya pasarlo al montaje, vi la película de Kubrick y hasta la serie que hay de su vida.

Y con tanta información, ¿no tuviste problema para montar una obra que, en este caso, se debe transmitir por redes sociales?

VM: Sí, por supuesto. Ése fue, de hecho, el principal problema al que me enfrenté, porque, este montaje debía abarcar también danza y música, o sea, es muy integrador. Además, se debía tomar en cuenta el hecho de que sólo disponíamos de 50 minutos para nuesta obra, entonces, uno tenía que sintetizar qué es lo que vale más la pena de todo lo que hizo Espartaco y sus hombres. Fue un trabajo díficil escoger los pasajes más importantes e ir haciendo diálogos sintéticos y, sobre todo, enfocarlo acorde a nuestra filosofía y lograr conjuntar la danza y la música. Fue un trabajo arduo.

En la obra vimos dos líneas temporales, ¿cierto?

VM: Sí, así es. En un primer momento, nos enfrentamos al hecho de que, en la obra, hay dos generaciones. La obra estaba pensada principalmente para los Grupos Nacionales, pero hay unas partes en las que la narración se hace desde el presente; fue así como pensé en incluir a los niños del Plenito Infantil y Juvenil Wenceslao Victoria Soto, quienes nos apoyan a dar esa conexión del pasado con el presente; los niños del presente ven y recuerdan a Espartaco como a un héroe al cual quieren seguir.

Entonces, en esta obra es la historia de un héroe…

VM: La historia de Espartaco, de manera rápida, narra cómo él era un gladiador que se rebela contra su dueño y encabeza una gran rebelión. Eso es lo que vemos en la primera parte de la obra, cómo Espartaco se da cuenta del sufrimiento de los gladiadores, el maltrato de los romanos hacia ellos al considerarlos como cosas que no tenían ningún valor, peor que animales. Eso hace que ya no se conforme con esa realidad que le tocó vivir y va germinando en él la semillita de que eso tiene que cambiar, hasta que al final se decide y dirige la huida con sus compañeros. Espartaco llegó a convencer a muchos con su idea, al grado de conformar un ejército de más de 80 mil hombres que le dieron dura pelea al Imperio Romano; sin embargo, estos hombres, incluidos los más cercanos a Espartaco, solo se guiaban por su instinto de clase, más no tenían un ideal unificado, no tenían, pues, consciencia política, lo que resulta en rupturas en el ejército. Al final, lo que se busca resaltar a través de esta obra es a un héroe de carne y hueso, porque estamos acostumbradísimos a ver héroes en el cine y es lo que creemos que nos va a salvar de la terrible realidad que azota al mundo, de la pobreza, de la injusticia, de la delincuencia, pero, en la realidad, son los héroes de carne y hueso con ideas, con fuerza, con convicción son los que nos van a ayudar a transformar a la injusta sociedad en que vivimos.

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