MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Es tiempo de conocer la realidad y es tiempo de cambiarla

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Sin duda la sequía es una de las peores crisis que existe en el mundo. Del agua depende la gran mayoría de las actividades para la vida cotidiana. El agua es uno de los recursos naturales más codiciados y se ha vuelto en los últimos años, uno de los principales problemas que enfrenta la población no sólo mexicana, sino en el mundo entero. 

Su vasto suministro y reparto depende en gran parte de quienes pueden pagar para obtenerla y de quienes pueden sustraerla de la tierra, lo que requiere un presupuesto muy elevado para que eso pueda ocurrir. Es decir, que quienes ganan un sueldo promedio, difícilmente tendrán la posibilidad de poder sustraer por sus medios el agua, distribuirla en sus viviendas y solucionar el problema. 

Su codicia va más allá de lo inimaginable, pues es un recurso natural que con el tiempo irá escaseando (como ya podemos ver), además su uso desmedido en fábricas y empresas que sólo la contaminan no ha dejado una alternativa a los gobiernos para que esto no suceda.

El Gobierno termina siendo cómplice de las refresqueras, porque son ellos los que otorgan los permisos para abastecerse de agua, aunque se termine por acabar afectando a miles de hogares.

Esto ocurre incluso bajo la protección del Gobierno federal, que no hace nada para evitar el desperdicio de este recurso, y como lo vemos en días recientes, cada vez se hace más escaso, sin que existan políticas que puedan evitarlo. 

La falta de lluvias y el correcto curso del ciclo del agua es más recurrente en zonas del norte del país, donde su vegetación es de por sí árida.

En enero de 2023 el 75.5 % de Tamaulipas presentaba algún grado de sequía, de acuerdo con datos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y el pasado 5 de octubre del mismo año la dependencia indicó que el número de municipios en condición extrema era de dieciséis, lo que llevaría al estado a una crisis extrema del suministro del agua no sólo para la ciudad, sino también para el campo.

Ante este problema, el Gobierno de Tamaulipas ha implementado el bombardeo de yoduro de plata, acción que no sólo se realizó en Tamaulipas, sino también en el vecino estado de Nuevo León; dos de los estados que más resultaron afectados por el árido tiempo.

Sin embargo, dicho acontecimiento no resuelve el problema de fondo; quizá lo haga de forma momentánea, pero no definitivamente. 

El tiempo es adverso y quienes se acaban los recursos naturales son quienes buscan obtener su mayor ganancia. Por ejemplo, de las grandes empresas refresqueras que utilizan miles y miles de litros de agua potable para la creación de bebidas azucaradas, el Gobierno termina siendo cómplice, porque son ellos los que otorgan los permisos para abastecerse de agua, aunque se termine por acabar afectando a miles de hogares donde viven los mismos trabajadores de esas empresas. Es algo ilógico, pero real. 

Es tiempo de exigir al Gobierno que implemente políticas que beneficien a la población y no sólo a las grandes empresas que se dedican a la creación y fabricación de productos que dañan la salud; además de que se acaban el agua, la contaminan; además de burlarse y culpar al ciudadano promedio de que la contaminación es culpa de quienes consumimos, ellos pueden dedicarse a amasar su fortuna con la creación de sus productos que dañan el medio ambiente. Es tiempo de conocer la realidad y es tiempo de cambiarla; hay que organizarnos.     

 

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