"Los ideales que profesan los antorchistas los profesamos las personas decentes; la bandera de la eliminación de la pobreza la abrazan las personas inteligentes": Enrique Bátiz, director y fundador de la OSEM, músico que nació prodigioso y que ha caminado ya "tres vidas"
Ciudad de México.- Apenas ha dejado la batuta con la que hace magia, cual varita que hechiza con notas musicales y con la que dirige la Orquesta Sinfónica del Estado de México (OSEM), Enrique Bátiz Campbell enfila sus pasos al camerino en donde romperá la sentencia de no dar más entrevistas en su vida.
El maestro es generoso y concede una exclusiva a buzos, una vez que termina el concierto gratuito en el Auditorio Metropolitano de la capital de Puebla, el que con la convocatoria del Movimiento Antorchista (MA) se pobló al máximo con cinco mil "almas blancas", como él llama a su público, o la armonía de personas que acudieron a testimoniar algo "que no van a olvidar nunca".
Con el andar pausado de "las tres vidas que he vivido", sin delatar el cansancio que deben provocarle dos conciertos en ciudades de dos estados distintos en apenas 24 horas, Bátiz está de muy buen humor y no regatea ni el tiempo ni las respuestas.
La conversación en su camerino en esta ciudad, se da un día después de que en Ixtapaluca, Estado de México, tocó con sus 90 compañeros de la OSEM para mil personas en el auditorio "In Xóchitl In Cuícatl", recital también gratuito y organizado por el antorchismo.
En Puebla hubo una conexión especial generada entre el laureado director de hoy y el niño que a los cinco años dio su primer concierto de piano, derrochando prodigio y provocando la admiración del público.
Ante la imposibilidad de sincronizar los aplausos con el final de cada una de las tres obras que ofreció, como marca el protocolo de los auditorios de música de concierto, Bátiz, invadido por la emoción, rompió con la solemnidad y pidió a la gente con sencillez: "aplaudan cuando quieran".
La respuesta de las cinco mil "almas blancas" se dio de inmediato, con generosas palmas, cada vez que el entusiasmo lo dictó.
Las tres vidas de Bátiz
buzos(b): ¿Cómo se sintió con este auditorio lleno?
Enrique Bátiz Campbell (EBC): Fue una sorpresa agradable, una bendición.Ver que está lleno el teatro es una sensación para quienes nos dedicamos a la música clásica; muy importante en un país en donde no es el género clásico el más importante, sino el menos importante.
b:¿Cómo conseguir que se convierta en el más importante o cómo democratizarlo y llevarlo al mayor número de personas posible?
EBC: El arte siempre ha sido democrático, sin necesidad ni ayuda de nadie, porque está para todos, es libre.Cuesta trabajo estudiarlo, aprender a hacerlo; es como alguna otra profesión, es como el cura, una vez que aprende a serlo y es cura de a de veras, es muy bueno.Si es cura de mentiras y roba y mata o viola mujeres u hombres, eso no.Para mí es muy simple.
b: Usted se ha acercado también a la música popular, como en el caso de una cointerpretación de la música de Pink Floyd y mexicana, en otras ocasiones, recientemente…
EBC: Sí, hicimos para 12 mil personas la música de Pink Floyd y he hecho también la música de Agustín Lara, que me gustó mucho, y, por supuesto, Los Beatles.
Cuando hemos hecho algo así, pues naturalmente el auditorio se inunda.No es nada casual, pero no está en nuestra meta ser el mejor ejecutante de Agustín Lara; nos nació solito.
b: Usted comenzó desde los cinco años como pianista, como niño prodigio, ¿cómo se siente hoy, en una retrospectiva de 69 años?
EBC: Creo que he pasado tres vidas.Ahora estoy en la tercera edad y en la tercera vida, en la que Dios me ha dado la oportunidad de poder dirigir y que la orquesta haga la música que hace conmigo.
Almas blancas
Cuando Bátiz toma la batuta es imposible sustraerse de una reflexión sobre el alma o la fuerza intangible que provocan las cascadas de notas de los 90 músicos de la OSEM.
Este hombre que nació en la Ciudad de México en 1942 para recorrer el mundo, de lado a lado, con su arte, tiene su propia definición de la belleza etérea que a lo largo de más de 40 años ha provocado en el público como director de la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México, como director huésped de la Royal Philharmonic Orchestra y ahora dirigiendo la OSEM, la cual fundó en 1971.
b: Usted que ha recorrido el mundo.¿Es igual el corazón del público de China, Europa, Puebla o Tecomatlán en la apreciación de la música?
EBC: Pues allá (China) están también en primicias, y por el gozo de oír a una orquesta de México tocar en el extranjero, los aplausos eran sinceros.Yo creo que no debemos juzgar al público, sino al revés: el público nos debe juzgar a nosotros.
Por eso me atreví esta noche (17 de julio) a un programa clásico, para que tengan un poco de sabor de lo que es esto y puedan acordarse de que oyeron una sinfonía de (Robert) Schumann, que no la van a volver a oír seguramente.
b: ¿Cómo concibe usted al público, a esas personas que vibran cuando lo están escuchando?
EBC: El público es parte del espectáculo, no está fuera de él, porque las personas van con su alma inocente y blanca a oír a una orquesta que también tiene la posibilidad de hacerlo, presentarles el arte, casi al desnudo, tal y como es.Eso emociona, aunque no conozcan.
b: ¿Es requisito llegar con el alma desnuda, despojada, blanca?
EBC: Así llegan, porque no han oído ni el Concierto de (Johannes) Brahms, ni el de Schumann.Entonces salen diciendo oímos a un señor Brahms y a un señor Schumann, con un tal Bátiz y con una orquesta de mexicanos...Los que vinieron hoy no lo van a olvidar nunca.
Justicia social y decencia
Hoy, el hombre que a los cinco años se mostró como niño prodigio, a los 74 camina pausado, sin dar la impresión de haber andado por todo el mundo, sonriendo sin buscar complacencias y con ideas de una claridad total.
Sobre los antorchistas Bátiz dice sin reservas: "los ideales que profesan los profesamos las personas decentes.Los ideales que tienen y que compartimos (porque compartimos la misma bandera de mayor igualdad en la distribución de la riqueza y que se elimine la pobreza), es una bandera que cualquier persona inteligente, inteligente –subraya– puede admitir y abrazar".
Sobre el secretario general del MA Nacional, Aquiles Córdova Morán, el maestro Enrique Bátiz apunta: "yo conocí a Aquiles hace poco y la verdad me parece una persona fascinante.Es un hombre muy culto, es un líder nato".
b: En términos políticos, ¿dónde está su corazón: la izquierda, el centro, la derecha?
EBC: Centro, equilibrio, –responde de inmediato y luego matiza: –centro, cargado a la izquierda.
b: ¿Qué piensa usted de los políticos?
EBC: Es una profesión.Hay políticos de todas las naturalezas, de todas las virtudes y todos los vicios.Es muy notable cuando el político es sano y es juicioso y no realiza actos criminales.Eso es fantástico.Pero la tentación está ahí, el exceso de poder siempre ha sido peligroso.
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