MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

ENSAYO | Lo general y lo particular explicado con gatitos

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En un artículo anterior traté de explicar de manera sencilla qué es la abstracción y la concreción (Hernández Jaime, 2023). Ahora quiero presentar dos conceptos que son cercanos, el de generalidad y el de particularidad.

I. ¿Qué es lo general y lo particular?

Explicar qué es lo general y qué lo particular resulta sencillo si consideramos sus definiciones más básicas. Algo general es un rasgo o atributo común a varias cosas. Así, por ejemplo, podemos decir que un rasgo común de todos los gatitos es que son carnívoros y sigilosos. Algo particular, en cambio, es un rasgo o atributo que solo poseen algunas cosas. Así, por ejemplo, es verdad que algunos gatos carecen de pelo, pero eso no es una generalidad de todos los felinos, sino una particularidad de algunos de ellos.

II. Lo general y el pensamiento

En la realidad hay cosas que tienen rasgos en común, por ejemplo, el carácter carnívoro de los felinos. Sin embargo, quienes han observado esos rasgos, los han identificado, comparado y agrupado somos nosotros, con nuestro pensamiento. Cuando decimos que dos o más cosas tienen algo en común o, por el contrario, somos capaces de distinguir las particularidades de cada cosa, estos juicios o afirmaciones son producto de nuestro pensamiento. Es nuestro pensamiento el que, observando, haciendo abstracción y comparando distintos casos, llega a estas conclusiones.

La realidad está ahí, existe. Pero es nuestra actividad mental la que, aproximándose al conocimiento de esta realidad, va formando conceptos a partir de las semejanzas y diferencias que observa en el mundo.

III. Lo universal y lo específico

En el mundo hay atributos que son más generales que otros. Así, por ejemplo, algunos gatos carecen de pelo, pero no todos los gatos. Todos los gatos son carnívoros, pero no todos los carnívoros son gatos. Hay muchos más animales que son carnívoros, como los perros o los cocodrilos. Todos los animales son seres vivos. Pero no todos los seres vivos son animales, también hay plantas, hongos e, incluso, algunas otras entidades, como los virus que poseen algunas características de los seres vivos, pero no todas. Si seguimos por este camino, llegaremos inevitablemente al rasgo universal de todas las cosas: que son, que existen.

Pero también podemos seguir el camino contrario. Por ejemplo, yo tengo un gatito que se llama Toulouse. Él, como todos los gatos, es carnívoro. Pero tiene las particularidades de ser color negro y tener 13 años. Muchos gatos son negros y muchos otros tienen 13 años. Pero los gatos negros de 13 años son un grupo más particular. Si seguimos por este camino, y añadimos más particularidades, terminaremos por encontrar todo lo que hace especial a Toulouse, todo lo que lo hace ser un gatito específico.

¿Qué es entonces lo universal y qué lo específico? Lo universal son los rasgos o atributos más generales posibles, los que son comunes a todas las cosas . Lo específico en cambio, son los atributos más particulares, los que hacen que una cosa sea especial, individual y distinta a las demás.

IV. Generalidad y abstracción

Los conceptos de generalidad y abstracción se parecen y tienen cosas en común, y lo mismo pasa con los conceptos de particularidad y concreción. Pero se trata de conceptos distintos y es importante distinguirlos.

Algo abstracto es un rasgo o atributo considerado de manera separada del objeto al que pertenece. Así, por ejemplo, yo puedo hacer abstracción de Toulouse y considerar solo su color negro o que posee la característica de existir. Estos dos rasgos, considerados por separado, son igualmente abstractos, aunque no son igualmente generales. El color negro es muy general. Hay muchos gatos negros y muchas otras cosas que también son negras. Sin embargo, el atributo de existir es todavía más general, pues es común a todas las cosas que actualmente se encuentran en el mundo.

Algo concreto, por otro lado, es el objeto con todos sus rasgos y atributos de manera íntegra. Así, por ejemplo, yo puedo empezar a enumerar todas las características de Toulouse: que es de color negro, macho, que tiene 13 años, que está vacunado, que vive en México, etcétera. Si sigo por este camino, al final terminaría teniendo una imagen más concreta de Toulouse, pero también sabría por qué él es único y distinto a los demás gatos, es decir, un gatito específico. Sin embargo, lo específico y lo concreto no son sinónimos. Mi amigo Jesús, por ejemplo, nunca ha tenido un gato. Si el día de mañana él tuviera uno, ese gato tendría la especificidad de ser el único gato que mi amigo ha tenido. Sin embargo, esa particularidad, aunque permitiría distinguir a ese gato de todos los demás, no dejaría de ser un rasgo abstracto y unilateral.

V. Lo general y lo particular en la vida cotidiana

En la vida cotidiana interactuamos solo con cosas específicas. Nadie ve el color negro en general, sino que lo ve en un cuadro, en un pantalón o en la pantalla de su celular. Nadie acaricia a los gatitos en general, sino a gatitos específicos. En la sociedad, nadie va al mercado a comprar mercancías generales, sino que compra arroz, tortillas o limones. Y así con todo.

Sin embargo, nuestra mente nos permite encontrar los rasgos generales de las cosas. Esto es útil porque con estos rasgos generales podemos agrupar las cosas en conceptos y categorías más amplias, y son estos conceptos y categorías las que nos permiten comprender de mejor manera nuestras experiencias específicas . Así, por ejemplo, yo puedo decirles a ustedes que Toulouse es un gato negro y ustedes me pueden entender, porque saben lo que es un gato y porque tienen una idea de lo que es el color negro, y porque seguramente han visto un gato de ese color. Pero, incluso, si yo les dijera que vi un gato morado con alas de dragón, serían capaces de imaginarlo, porque tienen una idea general de todos estos elementos, aunque también podrían decirme que esa criatura no existe.

En la vida interactuamos siempre con cosas específicas. Pero estas cosas nos permiten pensar lo general y lo universal. Y, asimismo, a través de lo universal y lo general somos capaces de identificar las particularidades del mundo y distinguir lo que hace específica a cada cosa. Por eso todos los niveles de generalidad son importantes.

VI. Lo general y los grandes fenómenos del mundo

Lo general no solo nos permite comprender mejor nuestras experiencias específicas, sino que también nos permite acceder al conocimiento de otros fenómenos mucho más grandes. Así, por ejemplo, todos hemos experimentado la lluvia. Sin embargo, esta sola experiencia no nos permite comprender el fenómeno que está detrás: el ciclo del agua. Para comprender este fenómeno, ha sido necesario que las personas experimentemos la lluvia, pero también ha sido necesario que observemos el comportamiento del agua a través de sus diferentes estados. Así, sabemos que el agua, cuando se calienta, se evapora, y cuando este vapor se enfría, se condensa, formando gotas de agua. Todas estas características del agua, junto con otras más, nos han permitido identificar que en nuestro planeta el agua sigue un ciclo de evaporación, condensación y precipitación que da origen a las lluvias que todos conocemos.

Esto es importante decirlo porque en la realidad hay muchos fenómenos que son mucho más grandes que nosotros y, por lo tanto, nuestras experiencias solo nos dejan ver una parte de ellos. Pensar los rasgos generales de las cosas, y utilizar la abstracción para separar estos elementos y analizarlos, es lo que nos permite acceder al conocimiento de estos grandes fenómenos. En la sociedad, esto es de mucha importancia, porque, aunque la sociedad está integrada por personas específicas, la realidad social trae consigo fenómenos que son más grandes que los individuos. El lenguaje, por ejemplo, es un fenómeno colectivo. Ningún individuo inventó el español o el inglés. Estos idiomas son el resultado de la participación de muchas personas a lo largo de la historia. Y lo mismo pasa con muchos otros fenómenos económicos, políticos y culturales. De manera que, para comprender y estudiar la realidad social, nuestras experiencias personales son insuficientes. Necesitamos analizar, además, los factores y tendencias generales de muchos otros fenómenos como la desigualdad, la explotación, la dominación, etcétera.

Así es como nuestra habilidad mental para encontrar los rasgos generales de las cosas en el mundo no solo nos permite comprender mejor nuestras experiencias específicas e individuales, sino que también nos permite, junto con el razonamiento abstracto, encontrar y comprender fenómenos de la realidad mucho más grandes y que no podemos ver a simple vista.

VII. Los fenómenos pequeños, lejanos o invisibles

Pero en el mundo no solo hay fenómenos grandes y medianos. También hay fenómenos microscópicos y fenómenos que, por diversas razones, no podemos ver de manera directa, ya sea porque se encuentran demasiado lejos o porque son invisibles, como los procesos psicológicos. Con este tipo de fenómenos, solo hay dos alternativas: ampliar nuestra capacidad de ver, u observar estos fenómenos de manera indirecta. Para lo primero hemos inventado muchas herramientas, como microscopios, telescopios, máquinas de resonancia magnética, radiografías, etcétera. Para lo segundo, la ciencia diseña estrategias de investigación muy sofisticadas. Sin embargo, en ambos casos necesitamos considerar los rasgos generales de los fenómenos que queremos estudiar. Así, conocer dichos rasgos, y aplicar el razonamiento abstracto, son dos de las llaves que nos permiten avanzar en la construcción del conocimiento científico, no importa si se trata de fenómenos muy grandes o muy pequeños, muy distantes o prácticamente invisibles.

VIII. Generalidad y abstracción en la ciencia

La ciencia busca conocer la realidad. Pero sería prácticamente imposible conocerlo absolutamente todo (Engels, 1968). Por eso la ciencia se ve obligada a delimitar bien su objeto de estudio, de manera que pueda conocer sus aspectos esenciales de manera concreta. Estos aspectos suelen ser los rasgos y tendencias más generales de un fenómeno, es decir, los que son comunes a sus diferentes manifestaciones particulares. La ciencia busca conocimientos generales, que permitan explicar, aunque sea de manera tendencial y probabilística, las diferentes cosas del mundo. Por supuesto, este conocimiento científico, que es general y concreto, puede ser aplicado para estudiar casos específicos, construyendo un conocimiento que ya no sea general, sino particular y concreto.

Pensemos, por ejemplo, en un zoólogo especialista en gatos. Él conoce los rasgos generales de los gatitos domésticos (felis silvestris catus), pero probablemente también conozca las características básicas de toda la familia felidae. Esta familia incluye a los gatitos domésticos, pero también a muchas otras variedades de grandes gatos, como el tigre, el león o el jaguar. Así, nuestro zoólogo tiene un conocimiento general y más o menos concreto de estas especies. Sin embargo, es probable que nuestro zoólogo esté especializado en gatitos domésticos. En tal caso, su conocimiento de gatos como Toulouse sería un conocimiento mayor y, por lo tanto, más concreto y más particular. Pero supongamos que mi gato se va a vivir unos meses con nuestro amigo el zoólogo. Si este fuera el caso, entonces, nuestro zoólogo podría hablar de una manera muy concreta de Toulouse, no solo porque lo conocería como gatito específico, sino también porque lo vería con los lentes de sus conocimientos más generales. Y así como pasa en este ejemplo sencillo, pasa en la ciencia.

En su libro “El Capital” (1975), Marx estudia el funcionamiento de la economía capitalista. Para eso, uno de los casos específicos que usó fue el del capitalismo inglés. Sin embargo, él no se quedó en los rasgos específicos de esta economía concreta, sino que hizo abstracción de ella y trató de encontrar los rasgos más generales del fenómeno, sus tendencias y su dinámica interna. Así, “El Capital” es un estudio científico orientado a conocer de una manera general y concreta el modo de producción capitalista. Si nosotros estudiamos este libro, podremos hacernos una idea general de cómo funciona el capitalismo. Pero con esta idea no sabremos aún como es que funciona, específicamente, la economía capitalista de este o aquel país. Esto lo sabía Lenin. Por eso, cuando él escribió su libro El desarrollo del capitalismo en Rusia (1979), una de las cosas que hizo fue tratar de encontrar los rasgos y características particulares de la economía rusa. Él buscó datos de la realidad de su país, para conocerla empíricamente. Pero al mismo tiempo recurrió a la teoría de Marx, para orientar su investigación con estos conocimientos más generales. De manera que, si El Capital es un estudio concreto y general del capitalismo, El desarrollo del capitalismo en Rusia es un estudio concreto de un capitalismo específico.

IX. Conclusión

El mundo es una realidad concreta, llena de rasgos y atributos de muy diverso tipo, y que siempre está en movimiento. Nuestra experiencia en este mundo siempre está en relación con cosas específicas y concretas. Sin embargo, con nuestra mente somos capaces de identificar las generalidades del mundo. Comprender estas generalidades nos permite ordenar y conceptualizar nuestras experiencias individuales, pero también nos permite acceder al conocimiento de otros fenómenos de la realidad, muchos de los cuáles no podemos ver a simple vista. Por eso, del mismo modo que la abstracción es una actividad indispensable de nuestro conocimiento, identificar las generalidades de los fenómenos también lo es. Por eso es importante que ejercitemos ambas habilidades y que aprendamos a distinguir sus diferencias. Esto es imprescindible en la formación de cualquier científico. Pero también es relevante para la vida de cualquier persona. Porque al comprender las tendencias y generalidades del mundo se comprende mejor la propia realidad, y comprender esta realidad es la primera condición para poder ejercer nuestra libertad, que no consiste en otra cosa sino en poder actuar con conocimiento de causa (Engels, 1968).

 

*Con autorización del Centro Mexicano de Estudios Económicos y Sociales


Referencias

Engels, F. (1968). “Anti-Dühring. la suversión de la ciencia por el señor Eugen Dühring” (M. Sacristán (ed.)). Grijalbo.
Hernández Jaime, P. B. (2023, julio). Lo abstracto y lo concreto explicado con manzanas. https://cemees.org/2023/07/10/lo-abstracto-y-lo-concreto-explicado-con-manzanas/?fbclid=IwAR0ChuPytlLLyQeUqm92SgQ9eG7f74aoW_4npa2lg0zai1n2iOSuRPAJA3E
Lenin, V. I. (1979). “El desarrollo del capitalismo en Rusia”. Progreso.
Marx, K. (1975). “El Capital: Crítica de la Economía Política”. Libro Primero: el Proceso de Producción del Capital (P. Scaron (ed.)). Siglo XXI.
Marx, K. (2008). “Introducción general a la crítica de la economía política (1857)”. En J. Tula (Ed.), Contribución a la crítica de la economía política (9a ed., pp. 281–313). Siglo XXI.
Vygotski, L. (1979). “El desarrollo de los procesos psicológicos superiores” (M. Cole, V. John-Steiner, S. Scribner, & E. Souberman (eds.)). Grijalbo.

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