En estos días se llevan a cabo en todo el país las clausuras de terminación de cursos de las escuelas de los diferentes niveles de educación. Miles y miles de niños, adolescentes y jóvenes terminan ya sea su carrera técnica o universitaria, o un determinado nivel educativo. En ellos y en sus padres, durante las clausuras, se refleja la alegría por la meta alcanzada, y no es para menos, pues terminar una etapa educativa es resultado de importantes esfuerzos del educando por aprobar las asignaturas y de ingentes esfuerzos económicos de la familia para sufragar los gastos que implica el sostenimiento de la escuela.
Hoy, sin embargo, la grave situación en que se encuentra la educación en nuestro país bajo la 4T. Es necesario concluir que se necesita un cambio en el modelo educativo para que las futuras generaciones que egresan de una carrera salgan cada día mejor preparadas, y le puedan aportar a la sociedad lo que ésta les ha dado.
Organismos internacionales como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y la UNESCO, de reconocido prestigio al evaluar la educación en distintos países ubican a México entre los últimos lugares. Así al hablar sobre rezago educativo de un total de 75 países, la UNESCO dice que México ocupa el lugar 48. Nuestra economía ronda entre las 15 más importantes del planeta. Somos un país que produce una enorme riqueza (mal distribuido, eso es necesario precisar), pero en donde hay un grave rezago que hace que ocupemos los últimos lugares en nuestro continente y en el mundo, es precisamente, en educación.
Y si no ahí está, sólo para ejemplificar, el hecho de que la SEP redujo, hasta casi desaparecer en los textos de educación básica los tópicos de matemáticas de 258 páginas a 11 y 13: “El libro de Matemáticas que la Secretaría de Educación envía cada ciclo escolar a todas las primarias públicas y privadas del país se ha modificado y ahora ‘abarca de manera superficial y en algunos casos errónea’ temas matemáticos que fueron reducidos a 13 páginas, de las 258 que tenía. Aunque la extensión no es sinónimo de calidad, los académicos del Instituto de Matemáticas de la UNAM, de la Universidad Libre de Berlín en Alemania y del Instituto Tecnológico de Massachusetts, dicen sentirse preocupados”. Sobre sus consecuencias: “De acuerdo con los expertos, la ausencia de pensamiento matemático en los nuevos materiales intervenidos por la Secretaría de educación Pública (SEP) provocará un déficit educativo para la sociedad mexicana, abriendo más la brecha entre los estudiantes de escuelas públicas y privadas”. (Cuestione.com)
Pero no todo está perdido. Hay ejemplos vivos donde vemos que se trabaja para que en nuestro país haya una educación de alta calidad y los jóvenes salgan mejor preparados. En San Luis Potosí tuve la oportunidad de asistir a dos eventos cuyos programas llevaron por nombre “En memoria de Conrado Hernández, Mercedes Martínez y su hijo”, en estos primeros días de julio, que me impactaron por su emotividad, significado y la parte cultural en la que participaron jóvenes de las mismas instituciones educativas: la de la Universidad de las Ciencias y Artes del Potosí (UCAP), que se llevó a cabo en el teatro Carlos Amador, y de la Escuela Normal Camilo Arriaga (ENCA) en el Teatro de la Paz, dos escuelas fundadas por el Movimiento Antorchista Nacional y que son una muestra del interés de la organización por impulsar la educación de alta calidad.
En el caso de la Normal, egresaron como profesionistas 128 alumnos en licenciaturas de Educación preescolar y Educación primaria, Inclusión Educativa y Educación Física; y 69 de la UCAP, de las licenciaturas en Derecho, Administración de empresas turísticas, Ciencias de la Comunicación, Gastronomía, Psicología Industrial y Pedagogía.
Tanto la ENCA como la UCAP tienen como propósito formar jóvenes que se comprometan en lograr un México más justo y equitativo donde se acabe con la pobreza. Así lo dijo en el evento de clausura, Pablo Pérez García, dirigente del Movimiento Antorchista en Coahuila y padrino de generación en la ENCA: “Los llamo a que se sumen a nuestro proyecto, proyecto nacional, proyecto de resultados, proyecto que quiere cambiar a México, logrando una nación más equitativa en todos los terrenos…”
Se necesita un verdadero cambio en el modelo educativo, pero para ello se requiere, a su vez y como condición indispensable, un verdadero cambio en el modelo económico y social del país, y para esto se requiere que al frente del gobierno haya gente verdaderamente comprometida con los problemas del país para hacer de éste una nación poderosa en el terreno económico y científico, pero, sobre todo, justa y equitativa con sus hijos.
¡Urge empezar por atender el problema educativo y su enorme rezago!; se requiere preocuparse por la educación del educando desde que cursa sus primeros grados hasta que culmina una carrera, logrando formar profesionistas, investigadores de alta calidad. Decir como eslogan que “los niños son el futuro de México” no es más que una frase hueca, se requiere un verdadero y genuino interés por nuestros niños y jóvenes, y eso no lo tienen los que forman la 4T.
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