Un año más y los derechos que emanan de la Constitución mexicana no son aplicados, conforme a derecho, para todos los mexicanos, muchos de estos derechos ni siquiera los conoce la mayoría de los mexicanos. A 106 años, próximamente se conmemora un año más de la promulgación de la Constitución de 1917, resultado de las luchas previas y aspiraciones plurales de una sociedad compleja, pero la Constitución ha sufrido constantes adaptaciones.
Venustiano Carranza, como primer jefe del Ejército Constitucionalista, convocó al congreso en 1916 con el fin de crear la carta magna y plasmar los ideales de la revolución mexicana, la cual se promulgó el 5 de febrero de 1917, en el teatro de Iturbide (hoy Teatro de la República),de la ciudad de Querétaro, publicada el mismo día en el Diario Oficial de la Federación, la que entra en vigor el mismo año. Se decretó entre otras: que la educación deberá ser laica y gratuita; derecho de asociación y organización; libertad de expresión; garantías individuales, derecho a la petición y solución a las justas demandas y necesidades de un individuo, o grupo; derecho a la atención médica; vivienda digna; trabajo; sin embargo, permanecen insatisfechas las reivindicaciones plasmadas en ese documento.
En el México moderno continúan los gobiernos absolutista, dictatorial, autoritarios que se caracterizan por mantener a las masas populares apartadas de la política, alejadas de participar en la toma de decisiones que tienen que ver con sus derechos de bienestar, peor aún, ni siquiera se les resuelven sus derechos más elementales, los que ya se mencionan líneas arriba, sino por lo contrario, el gobierno de la mentada Cuarta Transformación a restringido los niveles de bienestar a su austeridad franciscana reduciendo el presupuesto público a la atención de los más menesterosos, por ejemplo: todos fuimos testigos de las muertes por covid-19, debido a la negligencia del gobierno, al no invertir en equipo médico, medicamento, estudios clínicos, y tecnología para paliar la pandemia; la inseguridad que ha crecido, en secuestros de niños y mujeres; asaltos en el transporte colectivo a obreros, amas de casa, estudiantes; las muertes por el crimen organizado, gracias a sus abrazos, no balazos.
Este gobierno ha declarado que organizarse para la defensa de los intereses colectivos es un delito, por lo que persigue, amenaza, y difama a las organizaciones sociales como a la “Antorcha Mundial”, de la misma manera ahora se ha dado a la tarea de amenazar y perseguir a las instituciones que no son afines al gobierno, como el INE, para manipular y asegurar así, la continuidad del poder morenista con su dichosa 4T.
En síntesis, los derechos de los que debiéramos gozar todos los mexicanos, porque así lo declararon los constituyentes en la Constitución, el gobierno de AMLO y su 4T, la aplica, pero a su conveniencia y para el pueblo como la ley del embudo. Si los mexicanos seguimos permitiendo este estado de cosas, y no actuamos conforme a derecho, y no formamos un frente único de unidad, no nos extrañe que el congreso mañana declare La Constitución mexicana como un documento obsoleto.
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