El lunes 5 de abril mencioné la impresionante trayectoria política de la líder antorchista, maestra Hersilia Córdova Morán, quien durante más de 40 años ha destacado en el Movimiento Antorchista Nacional, por su clara visión revolucionaria. Ella sostiene que el pueblo no nació para vivir en la miseria; explica que el pueblo puede y debe vivir disfrutando la riqueza que crea, pero con una condición: que se organice y se decida a luchar para conquistar ese bienestar al que tiene derecho.
Desde su más tierna juventud, hasta hoy, y seguro hasta el último día de su vida, la maestra Hersilia dedica su tiempo, su voz, sus pasos, su inteligencia y su preparación teórica, a ese propósito. Pruebas sobran: fundadora de escuelas, gestora de obras y servicios públicos para pueblos y colonias en donde vive la gente más humilde. En pocas palabras, una verdadera mujer revolucionaria.
Toda esta trayectoria debería bastar, dije, para que su posible llegada a la Cámara de Diputados fuera aclamada por amigos y enemigos, por cercanos y lejanos, pero no es así. Ese domingo 4 de abril, y a partir de ahí, después de cada asamblea popular realizada por la maestra y publicada en las redes sociales, nunca han faltado los falsarios que a nada le encuentran ni buenas intenciones ni hechos concretos; por eso, en forma ofensiva califican a la líder y a la Alianza de partidos que ella representa, como simples oportunistas en busca de cargos políticos y dinero.
En cada entrevista, es esa misma tropa de maldicientes la que aparece denostando a la maestra y a su gran organización social.
Sin embargo, a medida que la campaña avanza, se ha visto la otra cara de la moneda: cientos de amas de casa, campesinos, empleados, estudiantes, pequeños comerciantes y otros sectores más de la clase trabajadora, se han reunido para escuchar las ideas de esta líder extraordinaria. La gente escucha con atención, se emociona y aplaude aquellas ideas y propuestas que están más cerca de sus propias circunstancias.
Ella misma, demostrando que es una firme demócrata, dice a sus oyentes que una responsabilidad de los ciudadanos es escuchar a los candidatos, entender qué piensan, cómo proponen resolver los problemas, cuál es su trayectoria política, cuáles son sus hechos y, después de eso, que la gente salga a votar, si no es por ella, no importa, pero que la gente salga a ejercer su derecho.
La gente escucha y asiente; sabe que Hersilia Córdova tiene razón, ¡y claro que la tiene!, ha recorrido todo el distrito, conoce cada municipio, conoce la mayoría de las juntas auxiliares y los pueblos; en cada lugar hay siempre personas que la conocen, la respetan y recuerdan las obras que tienen gracias a sus gestiones: aquí la barda de una escuela; allá una Casa de Cultura, más allá la introducción de la energía eléctrica, etc., etc. Especial atención brinda a los niños y jóvenes.
En la última entrevista que le hicieron, demostró una vez más su pensamiento abarcador, integral. Sí debemos festejar a los niños en su día, porque hay una tradición, pero no debemos conformarnos con eso; debemos entender que la atención a este sector de la sociedad debe ser globalizadora, esto significa que los niños necesitan educación integral y de alta calidad, en la cual lo académico debe ir acompañado del deporte y la cultura; cuidado de su salud física y mental, alimentación suficiente y nutritiva, y, ya llegados a su mayoría de edad, trabajo seguro y bien pagado.
Eso solamente podrá empezar a hacerse realidad si llegan al poder nacional los auténticos representantes de la clase trabajadora. Es difícil, pero no imposible, y la misma dirigente lo demuestra con la persistencia y crecimiento de su organización, que lleva casi cincuenta años, y sigue creciendo. ¡Vamos a impulsar el triunfo de la Maestra Hersilia Córdova Morán!
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