El pasado 28 de febrero del presente año la Secretaría de Educación Pública (SEP), a través del Diario Oficial de la Federación (DOF), notificó públicamente la desaparición del Programa de Escuelas de Tiempo Completo (PETC).
Para comprender esta abrupta decisión comenzaremos hablando sobre dicho programa y de qué manera afecta su eliminación. El PETC tenía como objetivo contribuir al desarrollo del Sistema Básico de Mejora Educativa, con una jornada de entre 6 a 8 horas diarias, aprovechando el tiempo disponible para el desarrollo académico, deportivo y cultural.
El programa era dirigido a aquellas escuelas públicas de educación básica que decidieran ampliar la jornada escolar ubicadas en zonas urbanas, así como a las que presentaban bajos resultados educativos y, finalmente, a la atención de población en situación de vulnerabilidad o en contextos de riesgo social que presentaran bajos niveles educativos o altos indicios de deserción escolar.
Pero no solo era aprendizaje lo que ofrecía, sino también alimento digno y nutritivo, ya fuese caliente o frio. Tan solo en el estado de Baja California Sur, 282 escuelas estaban inscritas al PETC; 6 era de educación especial, 42 preescolares, 48 telesecundarias y 186 primarias, en las cuales se beneficiaba a 33,276 niñas, niños y adolescentes sudcalifornianos. Respecto al servicio de alimentación, 21 escuelas contaban con este apoyo, 3 secundarias, 15 primarias y 4 preescolares.
Al cuestionar al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, sobre la decisión de suprimir este programa comentó que “optó por entregar los recursos de manera directa a las sociedades de madres y padres de familia para todo lo que tiene que ver con la educación en las aulas, el mantenimiento de los planteles y para alimentos y todo lo que consideran las madres y padres de familia, porque ese programa como otros, se manejaba con mucha intermediación”.
También comentó que el recurso que se destinaba para el PETC ahora seria destinado para el Programa La Escuela Es Nuestra (LEEN) ¿Cuál es el objetivo de este nuevo programa? Se dice que el LEEN contribuye a disminuir las carencias y necesidades de los planteles de educación.
En pocas palabras, su objetivo es la mejora de infraestructura, pero no tiene ningún enfoque especifico que priorice la atención a los problemas que han obstaculizado el regreso a las aulas y, que quede claro, no negamos que una buena infraestructura es factor importante para una educación de calidad. Delfina Gómez, titular de la SEP, le ha hecho coro al presidente Andrés Manuel, asegurando que los recursos se entregarán, pero, todo eso huele muy mal.
Entonces, ¿por qué quitar un programa que tenía como objetivo la infraestructura, el aprendizaje y la alimentación, para sustituirlo por otro? Sencillo: el Programa LEEN, por el cual será sustituido el PETC, presenta serios problemas en el manejo de los recursos. La Auditoria Superior de la Federación indicó, en su última entrega de la Cuenta Pública 2020, que no existen pruebas de que 573 Millones de pesos de La Escuela Es Nuestra hayan sido gastados para mejorar la infraestructura de los planteles educativos.
Entonces, queda claro que el lema de primeros los pobres, está beneficiando a unos cuantos y, no precisamente a los más pobres, como el presidente falsamente asegura.
Por todo lo ya antes mencionado, los estudiantes adheridos a la Federación Nacional de Estudiantes Revolucionarios Rafael Ramírez (FNERRR) nos hemos manifestado para exigir que el PETC no desaparezca en el país porque, a pesar de que varios estados ya se han pronunciado al respecto diciendo que continuarán con el programa con recursos de sus gobiernos locales, nos preguntamos: ¿por qué no implementar esos recursos para mejoras educativas que, a raíz de la pandemia quedaron al descubierto?, o, ¿por qué no destinar esos recursos a la salud mental de los estudiantes que también es un factor que está en el abandono? Por ello hacemos el llamado a los estudiantes, madres, padres de familia, docentes y directivos a alzar la voz y no dejarse llevar por falsas promesas y por las mentiras descaradas de la 4T.
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