El Gobierno federal impone el regreso a clases sin garantizar el total de vacunación en el gremio estudiantil, ante el panorama mundial por covid-19, AMLO se empeña en que el regreso a clases debe iniciar porque según él “debemos de tomar riesgos”, ya lo dijo en su mañanera: “tenemos que correr ciertos riesgos como todo en la vida. Imagínense si no salimos porque nos puede pasar algo, no nos vamos a quedar todo el tiempo encerrados, nos debemos enfrentar las adversidades”… bárbaras palabras de este señor, lo dice únicamente por estrategia política, yo no sé con qué fines pero lo que sí es verdad es que no existen las condiciones para el regreso a clases presenciales, aunque sea tan necesario, porque no existen políticas de la 4T que realmente le aseguren a los padres de familia que sus hijos no se van a contagiar del terrible SARS-CoV-2 y sus nuevas variantes que afectan a los menores de edad.
Durante esta tercera ola de la pandemia con la variante Delta, los contagios han incrementado; cada vez son más los Nayaritas contagiados, además de que la variante está atacando más a los jóvenes y niños. Existen opiniones diferentes que aparentemente parecieran que tienen algo de razón, pero aquí el problema es que las condiciones no son aptas, no se trata de tomar riesgos. En una nota que publico la UNICEF el 7 de junio del 2021 en su portal dice, “El regreso presencial a las escuelas, tras más de un año de cierre por la pandemia de covid-19, es un paso clave para la continuidad de la educación y la recuperación de aprendizajes que contribuirá a mitigar problemas vinculados a la malnutrición, la violencia y el embarazo adolescente, entre otros” (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia). Dice además que la experiencia a nivel internacional demuestra que un cierre prolongado de escuelas puede afectar negativamente a toda una generación en el corto, mediano y largo plazo, provocando pérdida de conocimientos y habilidades que, en el caso de México, se suma a una crisis de aprendizajes ya existente antes de la pandemia. Según la evaluación PLANEA 2018, casi el 80% de los alumnos y las alumnas de primaria no alcanzaban los aprendizajes esperados en comprensión lectora y matemáticas, rezagos que se habrán visto agudizados durante el cierre prolongado de escuelas. En mi opinión estoy de acuerdo con lo que aquí se plantea pero en estos momentos no es posible contrarrestar este mal, el ciclo escolar se puede recuperar después, más no una vida; se dice también que el regreso no es obligatorio, que existe la opción de continuar las clases de manera virtual; olvidamos todas las carencias que éste trajo en su momento, como la falta de luz, de internet y falta de algún móvil o computadora, motivo por el cual miles dejaron la escuela, pero para quienes tomaron las clases en línea con todas las deficiencias en esta modalidad pudiera ser la vía más confiable hoy en día, entonces, la otra opción para quienes regresen a las aulas –dicen- habrá un protocolo de sanidad “muy organizado”.
Pero ¿quién nos asegura que va ser así? Insisto, es homicidio el regreso a clases, ¿por qué quieren que se firme una carta responsiva? muy criticado en su momento por cierto que ni siquiera entre Delfina Gómez y AMLO se pongan de acuerdo ¿por qué si todo está bien te hacen firmar? Lo hacen porque si las cosas se salen de control (algo que nadie desea, pero que es altamente probable), ellos serán los culpables, nadie lo olvide, que más adelante el gobierno lavándose las manos dirá: “fue opcional además aquí firmaste”.
Todo se va salir de control, por ejemplo, un niño que viaja en trasporte público está expuesto, a la hora del receso, a la hora de convivir con su amigos, supongamos que se infecte, éste va regresar a casa y va contagiar a su familia e inicia el caos; mucho también se ha dicho que las playas y centros comerciales están llenos de niños llamando irresponsables a sus padres que por qué es que se oponen a las clases, aclaro para quien así lo piense, no es la oposición a las clases, nadie pone en tela de juicio la necesidad de regresar a los salones de clases, pero no es el momento, la situación de la pandemia ha empeorado y no hay condiciones materiales en las escuelas para su reapertura pues durante el periodo en que la mayoría de las escuelas quedaron en abandono muchos sufrieron deterioro, fueron vandalizadas, la misma secretaria de Educación Pública, Delfina Gómez, reconoció que de las 265 mil escuelas existentes, más de 10 mil habían sido vandalizadas, eso sin contar que desde hace tiempo muchos ni siquiera contaban con condiciones necesarias para operar como una escuela segura.
Desde mi punto de vista, lo primero que se debe hacer para generar un terreno confiable para el regreso a clases presenciales es: garantizar la vacunación de los estudiantes, el distanciamiento en los salones, instalación de protectores de acrílico en bancas (como han hecho otros países) e implementar un protocolo de realización de pruebas continuas, además de la higiene en entradas, salidas y en aulas de las instituciones, solo así será posible la reapertura y todavía queda la duda. Por ejemplo, en Estados Unidos se llevó a cabo un protocolo con las medidas más óptimas y aun así hubo contagios, con este panorama, ¿que esperamos en un país tan golpeado como México? Por eso es preferible continuar con clases virtuales y que conforme se vaya vacunando a los estudiantes se pueda evaluar el regreso a las aulas de manera ordenada y confiable, con el seguimiento de todos los protocolos de higiene. Además, el estado tiene que garantizar el acceso a las tecnologías como el internet y dispositivos móviles.
Los tiempos actuales son difíciles, no solo se tiene que luchar con los atropellos que aplica el gobierno contra la educación y los diferentes males del país, sino que también es difícil mantener una lucha precisamente por el tema de la pandemia, por ello, ante la política del gobierno de oídos sordo los llamo a que no callemos y denunciemos todo lo malo que veamos y ponga en peligro el bienestar de la sociedad, está claro que necesitamos un pueblo unido, organizado, que alce la voz ante las malas políticas de cualquier nivel de gobierno y juntos luchar por un México mejor.
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