Ha concluido el reñido proceso de elección para el cargo a gobernador en nuestro estado, Campeche. Por más de dos meses se mantuvo el tema en los tribunales, tratando de algunos políticos rivales que estuvieron en la boleta para buscar el cargo, conseguir la anulación de la elección y someterse a una nueva, lo único y más viable en su momento que consiguieron fue la contabilización de los votos, tal como muchas veces se ha hecho en innumerables casos de diferentes estados y como en el momento oportuno nuestro actual presidente de la República lo hizo cuando no reconocía su derrota.
Ante este desenlace tan oportuno en los resultados de estás pasadas elecciones queda demostrado que nuevamente sucederá la misma suerte o años de prueba para que el partido en el poder a nivel nacional demuestre su capacidad de gobernar tal y como en su momento hace 15 años cuando por primera vez ganaba el PAN. Campeche no es la excepción ante este panorama, hoy toca a nuestro estado reconocer el triunfo de este partido, con su candidata al frente como nueva gobernadora constitucional. Por más de 80 años y desde el surgimiento del partido revolucionario no habían perdido el estado, la gubernatura. Durante el tiempo transcurrido, los campechanos fueron gobernados por el mismo partido, el ahora perdedor, PRI. El pueblo siempre hará el cambio cuando se lo proponga y estos resultados fueron parte de ello.
El sexenio o los sexenios que puedan ganar y estar en el poder como mencionaba líneas atrás, serán los de prueba y experimentales para ganarse la confianza de la gente, hemos visto en lo que llevan gobernando el país que no han sido capaz de mantener el número de seguidores, que ha decrecido por la misma razón de varios compromisos que hicieron en campaña y que hoy no se han cumplido. Otros factores han sido los que se han dado durante lo que llevan en el mando, de cómo no supieron enfrentar problemas que ellos mismos ocasionaron, al eliminar programas y ramos que otorgaban presupuesto para diferentes temas importantes los cuales no estaban priorizados para este nuevo gobierno del país.
La actual gobernadora electa en el estado ha sido una vieja militante del PRI, tal como la mayoría de su partido, hija de un priista de hueso colorado que en vida fuera gobernador por igual. Su carrera política ha sido en lo general fuera del estado y es un punto que le resta para inspirar una confianza relativamente proporcional al número de votos, tomando en cuenta que la mayoría fueron para quitar al partido antecesor.
Hoy a casi 15 días después de que el tribunal diera el resultado al ganador, solo queda felicitar a los campechanos por dar el triunfo, por querer buscar un cambio a lo que rutinariamente por años se venía ejerciendo sin siquiera ver cambios concretos. Finalmente es lo que el PRI ganó y forjó al paso de los años con su política de promesas, de no cumplir al pueblo. Éste es el bastión o lo era antes del fracaso del actual presidente del partido revolucionario, Alejandro Moreno Cárdenas, quien ni siquiera en su propio estado pudo ganar, aunque al menos se llevó una diputación plurinominal.
Esperemos que ahora con esta nueva política que según es la transformación, se gobierne sin distinción de partidos, que sea una política eficaz e importante para el desarrollo de nuestro estado, existen sectores que están en total abandono, un ejemplo claro, el campo, a nivel nacional no existe un presupuesto para el apoyo total de este sector y en Campeche no es la excepción, tan solo en este año un millar de productores se quedaron sin agro insumos que utilizan para mejorar las cosechas y tuvieron que sembrar sin ello, pues estos productos actualmente tienen un precio muy elevado que por lo general la mayoría no pueden pagar.
Las fracciones deben quedar en el pasado, es bien sabido que una política de rencores y fracciones, a la hora de tomar las decisiones, es y será mala en todo aspecto, lo estamos viviendo y viendo desde que nuestro presidente comenzó a gobernar y en estos casos es lo que menos ayudaría, si los que ascienden al poder en verdad quieren ganar e inspirar confianza en los campechanos, son los años de prueba y si no saben aprovechar la confianza que los votantes dieron solo estarán condenados a repetir la historia del Partido Acción Nacional (PAN).
Existen innumerables movimientos que han ido forjándose, aprovechando la coyuntura de las malas administraciones para ir fortaleciéndose y mismo MORENA fue uno de ellos, es notorio que ahora son una fuerza inimaginable, solo que no se confíen, que detrás vienen movimientos con diferente modo de trabajar y mismos que están aprovechando las coyunturas para ser una opción cuando su política se vuelva rutinaria y obsoleta. Por más 47 años el Movimiento Antorchista Nacional ha venido trabajando con el pueblo, una opción, lenta pero segura. Recalco, para trabajar bien y no perder la confianza y esperanza se debe trabajar para todos, sin promesas, sin fracciones y equitativamente para el desarrollo de todos los sectores que están olvidados. El tiempo dará la razón.
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