El título de la presente colaboración pudiera parecer exagerado y amarillista, pero les aseguro que no lo es. El desprecio del Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador hacia el pueblo de México en la peor crisis sanitaria, de cuando menos un siglo, es innegable y las cifras lo demuestran contundentemente, tanto en la previsión y el manejo mismo de la pandemia, como en la vacunación para contrarrestarla. Los números son reales, contundentes y no dejan lugar a duda a quienes intentamos analizar objetivamente el doloroso fenómeno.
De acuerdo con la tendencia de la pandemia, en pocos días llegaremos a dos millones de mexicanos infectados por el virus SARS-CoV-2 y los muertos ya son más de 170 mil, según las cifras oficiales, pero especialistas en la materia, aseguran que cuando menos son dos veces superior a las del Gobierno, es decir, que las muertes rebasan los 400 mil compatriotas que sucumbieron ante la letal enfermedad.
El presidente y el subsecretario Hugo López-Gatell han tenido un comportamiento genocida, desde el momento en que el virus se hizo presente en nuestro país el pasado 27 de febrero de 2020; minusvaloraron la gravedad y el alcance de la propagación del mismo, por eso fue que "diagnosticaron” que era menos grave que la influenza y lejos de tomar las medidas pertinentes, como el caso lo requería, fueron reticentes a equipar a los trabajadores de la salud y a los hospitales con el material adecuado para la atención de los pacientes infectados.
Baste con recordar los llamados del presidente a abrazarse y besarse, así como a salir a comer a los restaurantes; también la negativa tozuda a invertir en pruebas para detectar a los enfermos y aislar con la finalidad de romper la cadena de contagios; por otro lado, los pronósticos del número de contagiados, que según el doctor Gatell, en el peor escenario catastrófico llegaríamos a 60 mil muertes, hoy ya hemos rebasado, por mucho, esa cifra.
Toda esta inacción, desinformación y mentiras constituyen el crimen de lesa humanidad del Gobierno del presidente López Obrador, así como haber optado por el método de la inmunidad de rebaño, en vez de invertir el dinero de los mexicanos en el equipamiento y acondicionamiento de los trabajadores de la salud y los hospitales, en la compra de pruebas de detección y en un seguro universal para que los contagiados y quienes no pudieran trabajar por el cierre temporal de empresas y negocios, se quedaran en su casa con el sustento para sus familias asegurado.
Ante estos patéticos resultados, ni una sola autocrítica, menos una disculpa pública, todo lo contrario, autoelogios sin fundamento, aprovechando el circo que es la mañanera, para seguir con el engaño hacia el pueblo mexicano, lo que convierte al Gobierno federal en un ente con un cinismo exacerbado.
La situación con respecto a la vacuna y vacunación de la población mexicana no es diferente, el circo continúa; de lo que se trata es de lanzar tierra a los ojos de los electores, sobre todo de los menos enterados, con miras a obtener votos para el próximo proceso electoral, la maquinaria morenista está en marcha, son varios los indicadores inequívocos que lo evidencian.
Tenemos, por ejemplo, las llamadas telefónicas por parte de los "servidores de la nación, a los adultos mayores que integran los padrones de los apoyos instrumentados por el presidente, para preguntarles: "¿está dispuesto a vacunarse? ¿Dónde le gustaría ser vacunado? ¿Puede trasladarse por sí mismo al centro de vacunación o prefiere que sea en su casa?&rdquo, después del cuestionario se le informaría que quedaría inscrito en el padrón nacional de vacunación, esta maniobra se instrumentó cuando no había llagado ni una sola vacuna al país, queda claro pues, de lo que se pretende crear, un sentimiento de agradecimiento hacia López Obrador y su partido, despertando la esperanza de la vacunación en este segmento de la sociedad.
También el desproporcionado anuncio mediático por la llegada de tres mil viales (vacunas), el 23 de diciembre del año pasado con la Fuerza Armada y varios secretarios de estado encabezados por López-Gatell, para dar la impresión de que el Gobierno ya tenía resuelto el problema de la vacuna, cuando ese primer lote alcanzarían sólo para mil 500 personas, si tomamos en cuenta que la aplicación de la dosis tiene que ser doble.
México, hace décadas, contó con un sistema nacional de vacunación eficiente, algo rescatable de las anteriores administraciones, cuya capacidad y la estructura para vacunar era de 11 millones de ciudadanos en sólo 7 días, a través del cual pudo erradicar enfermedades como el sarampión, la difteria y la poliomielitis y, fue desechado por el actual Gobierno para aplicar la vacuna contra la covid-19; no lo hizo porque tuviera una mejor alternativa, si no por la integración de las brigadas de vacunación donde incluyeron a los "servidores de la nación, que nada tienen que hacer ahí, al menos que sea para promover el voto ciudadano en favor de Morena a cambio de la dosis.
Con respecto a la compra de la vacuna, también es evidente la despreocupación real por parte del Gobierno, en primera, no pagó con anticipación las vacunas, pues ni siquiera etiquetó los recursos para ello, mucho menos contempló los inconvenientes comerciales que se han presentado, faltó previsión nuevamente, no ha querido el presidente dejar de jugar con la salud y la vida del pueblo.
Debido a la improvisación, al desorden y a la falta de vacunas, hasta ahorita no se cumplió ninguna de las metas que el propio Gobierno se fijó; la primera fase tendría que terminarse en febrero y según estimaciones de la Asociación Mexicana de Farmacovigilancia (AMF), será para abril o para mayo cuando se concluya; sólo hay 45 mil 748 personas completamente inmunizadas con las dos dosis requeridas, que representan el 0.03% de la población mexicana.
La mentira y el engaño del presidente parecen infinitos, ahora se anuncia una segunda fase de la vacunación sin que haya terminado la primera, pero, el colmo es que este anuncio se hace sin tener una sola vacuna. Por si faltara algo más, el pasado 8 de febrero el primer mandatario declaró que durante marzo serán vacunados los 14 millones 460 mil 754 adultos mayores que hay en el país, la pregunta salta por sí misma, ¿con que vacunas?
Más claro ni el agua, estamos ante una manipulación facciosa y electorera de la vacuna y su aplicación. Los que tenemos clara esta situación debemos denunciarla y oponernos a ella con todos los medios a nuestro alcance, el pueblo tiene que saber la verdad y es nuestra obligación decírsela y juntos hacer que fracase la maniobra.
Por eso, el Movimiento Antorchista Nacional, en voz de nuestro secretario general, está invitando a todos los mexicanos a no volver a votar por quienes han incumplido todas sus promesas de campaña y ahora quieren comparar su voto, cuya falsedad es una burla sangrienta para los contagiados y muertos por el virus.
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