Como fue del conocimiento público, el pasado 7 de mayo el Movimiento Antorchista hidalguense levantó el plantón que mantenía en plaza Juárez, desde el 17 de abril, frente a palacio de gobierno, en demanda de solución a varias peticiones hechas con antelación e incluidas en el pliego petitorio del 2023, entregado en las oficinas del señor Gobernador.
Como se informó en su momento que: “Ante el ofrecimiento del Gobierno de Hidalgo de entablar un diálogo y el compromiso de realizar una próxima reunión para la revisión de las demandas solicitadas en el pliego petitorio Antorchista, el Movimiento Antorchista Hidalguense decidió levantar el plantón que mantenía en Plaza Juárez desde hace más de 20 días. En aras del diálogo para buscar soluciones concretas, y una vez más mostrando una actitud racional, pues el propósito de Antorcha es que se resuelvan las solicitudes de obra pública y servicios para las comunidades pobres, el antorchismo hidalguense cesará esta protesta permanente en espera de que el gobierno estatal cumpla el acuerdo y se dé cauce resolutivo a las necesidades planteadas por los ciudadanos más humildes del estado. En caso de no haber avances, reiniciaremos las movilizaciones y escalaremos la denuncia a nivel regional y nacional”. Esto demuestra palmariamente el espíritu racional que anima al Movimiento Antorchista, siempre en busca del diálogo como vía para resolver los problemas de la gente y no de la confrontación con la autoridad en turno.
Hoy vemos en los actuales gobernantes esa falta de capacidad para decidir por su estado y, al igual que el presidente, sin la capacidad de razonar
Pero, les quiero informar que, nos levantamos del plantón no por ingenuos o confiados en que el actual secretario de Gobierno, Guillermo Olivares Reyna, cumpliría su palabra. ¡No! Estos señores no tienen palabra, y por lo que se ve, tampoco tienen decisión propia, pues ellos no se deben a sus gobernados que bien o mal votaron por ellos; no se deben a los hidalguenses, aún a aquellos que no votaron, pero que también son ciudadanos y también merecen atención y respeto. ¡No! Por sus discursos y por su actuar, el actual gobierno no tiene como patrón al pueblo de Hidalgo, sino a los líderes nacionales de Morena y al presidente de la República. Los señores del gobierno en Hidalgo, por lo que se alcanza a ver, obedecen a pie juntillas al presidente López Obrador, a pesar de que este ya se encuentra en el ocaso de su administración y a pesar del desastre que deja su gobierno en educación, salud, seguridad, obra pública y el aumento en los niveles de corrupción en los distintos órdenes de gobierno.
Como la postura del presidente López Obrador es ignorar las peticiones de todos los mexicanos, incluidas muchas veces las de sus propios aliados (hoy traicionados también por el trato despótico que les da). Así, misma política aplican aquí en Hidalgo; además de la cantaleta “que les dejaron un desastre”, que “fueron 90 años de corrupción” (90 años de los cuales la mayoría de los actuales funcionarios participaron entusiastamente de lo que hoy se quejan). Pregunta ingenua: ¿acaso no conocían el estado en que se encontraba la administración ni conocían los niveles de subdesarrollo, marginación y pobreza en la entidad, cuando, además, se dice, que desde el 2018 estaba negociada la gubernatura? Aquí cabe recordar aquella anécdota en el México revolucionario, donde un presidente saliente deja en el despacho del entrante tres cartas cerradas y numeradas, y un único consejo: “Cada vez que te veas en un problema, abre una de estas cartas en orden sucesivo”. Así lo hace el nuevo presidente. En la primera crisis que ha de soportar abre el primer sobre: “Échame la culpa a mí”, le dice. El presidente así lo hace y vuelca todas las culpas en el Gobierno saliente, lo que le ofrece un cierto margen de maniobra y paciencia de sus gobernados. Cuando este margen se acaba, abre la segunda: “Échale la culpa a todos tus colaboradores”, le recomienda el segundo sobre. Finalmente, cuando la situación vuelve a ser desesperada, abre la tercera carta: “Escribe tres cartas”, reza el único texto. Echar la culpa al pasado es la justificación que ha utilizado López Obrador para defender su mal gobierno y buscar el apoyo para sus políticas fallidas.
Asimismo, les “ha caído como anillo al dedo”, para negar soluciones e invertir el dinero público en educación, salud, servicios públicos, etc., la prédica presidencial que “ellos, los de hoy”, los “impolutos”, “no tratan con organizaciones sociales”, contraviniendo con ello la ley y siguiendo los pasos de la derecha cuando gobernó a través de Fox y Felipe Calderón.
El secretario de gobierno dijo que tenía la instrucción del gobernador de atendernos, pero como se demuestra, nuevamente, él considera que “atender” es platicar, más bien, su monólogo, aunque no resuelvan nada, olvidándose para qué fueron elegidos o nombrados, olvidándose que son servidores públicos y que se deben al pueblo que los eligió y no a un partido ni al presidente de la República. Hoy vemos en los actuales gobernantes esa falta de capacidad para decidir por su estado y, al igual que el presidente, sin la capacidad de razonar, es decir, de entender razones y asimilar que están obligados a resolver, pues el presupuesto público no pertenece a ningún partido ni al gobernante en turno; que el erario está compuesto mayormente por los impuestos que pagamos todos los mexicanos y por la riqueza generada por las manos de millones de trabajadores, además de las riquezas naturales propiedad de la nación.
Así que compañeros, nuestra lucha debe continuar, en primer lugar, para que atiendan y resuelvan cada una de las demandas plasmadas en el pliego petitorio y, en segundo lugar, para llevarle la consciencia a los hidalguenses que el verdadero cambio está en su organización, unión y lucha por un verdadero partido del pueblo mexicano, pues como decía en mi colaboración de la semana pasada, al pueblo se le ha hecho creer que está negado para la política o que esta solamente la hacen los corruptos y poderosos.
Estoy terminando de escribir, alrededor de las 8 p. m., cuando muy cerca, casi en el patio de mi casa, escucho varios disparos…
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