MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

El economismo y el movimiento obrero nacional

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Los sindicatos de trabajadores son uno de los frutos de la Revolución Industrial, que corresponde al ascenso histórico del régimen capitalista. En el siglo XIX nacen en Inglaterra los primeros tradeunions o Sindicatos de Trabajadores. Son organismos que a lo largo de la historia, han tenido la finalidad de organizar a la clase obrera, fundamentalmente para defenderse de los embates y arbitrariedades que comete la clase burguesa, generadas por el ambicioso y permanente afán de acumular el enriquecimiento generado día a día, a costa de la sobre-explotación humana. 

Los obreros han aprendido a luchar a través de los sindicatos, por demandas de mejores condiciones laborales: salarios y jornadas laborales justa, prestaciones sociales adecuadas y necesarias, etcétera; es decir, han aprendido a ejercer la lucha económica y han hecho de los sindicatos unarma útil y poderosa al servicio de los trabajadores.?

Y es precisamente por eso, que la clase burguesa, poderosa, omnipotente y cual fiel socia del Gobierno–Estado, se ha visto en la necesidad de encarar, una guerra en contra del sindicalismo nacional, tanto de manera abierta, como también de manera soterrada, y todo con el objeto de no perder las condiciones de gran enriquecimiento.

Hoy en México lamentablemente y desde hace muchos años, la mayoría de los sindicatos obreros y su movimiento como tal, ya no representan el más mínimo peligro para el sistema político , puesto que se encuentran casi en su totalidad, controlados y sometidos por las centrales obreras oficiales (CTM, CROC, etc.) en las cuales la mayoría de los sindicatos están afiliados. 

El crecimiento de la pobreza, de la miseria y el hambre, generadas por el agravamiento de las condiciones políticas, económicas y sociales de nuestro país, exigen hoy, que el movimiento obrero se coloque a la altura de las circunstancias, que deje de ser un movimiento adormilado, estático, y pasivo, que vea la necesidad urgente de despertar cómo esa gran y poderosa fuerza que es, y de la cual penosamente, muy seguramente ni los mismos obreros conocen esosalcances.

Desafortunadamente hoy como ayer, en la mayoría de las dirigencias sindicales, reina la perjudicial y desviacionista tendencia del ECONOMISMO; la cual, no es más que una corriente ideológica equívoca, consistente en impregnar profundamente en el pensamiento de la clase obrera, de que ésta no necesita para vivir, más que sólo mejores condiciones de trabajo, que sólo necesitan arrancar a la empresa burguesa, ventajas de tipo económicas, que mejoren sus condiciones particulares y que, lo que pase afuera de la fábrica no interesa ni afectará. Las dirigencias sindicales, como consecuencia del economismo, fomentan un espíritu de desprecio, repudio, e inclusive odio a la actividad política como tal, dicen: “los sindicatos no son entidades políticas y no dejaremos que lo sean, ni que estén al servicio de intereses políticos ajenos al sindicato”, además, por si fuera poco también lamentablemente, fomentan el individualismo laboral o gremial; es decir, “sólo debe de importar nuestras luchas y nuestros intereses, los otros sindicatos y la lucha del resto de la clase obrera en las otras fábricas no nos interesan. Para el economismo no debe de haber un sentido ni motivo de solidaridad de clase social.

Esta nociva tendencia ideológica representa un peligro y retroceso en el movimiento obrero en general. El desaprovechamiento de la fuerza política de la clase obrera, en un país tan necesitado de cambios profundos en beneficio de los pobres, es totalmente absurdo. Fomentar odio e indiferencia a todo lo que sea político, significa involucionar históricamente, sería casi lo mismo, como decirle a un médico recién egresado de la facultad, “que ya no ejerza la medicina, que en su lugar se dedique mejor a vender periódico”. La historia mundial ha demostrado por años la gran fuerza y poderío que tiene la clase obrera organizada y que cuando es dirigida de manera correcta, es una fuerza inconmensurablemente poderosa, que puede cambiar el rumbo mundial en todos los países. Como ejemplo tenemos el gran sismopolítico que causaron las cuatro huelgas generales más importantes en el mundo:

1. Estados Unidos en 1886 la revuelta de Haymarket.

La Federación Estadounidense del Trabajo convocó el 1 de mayo a una protesta a fin de exigir la reducción de la jornada laboral de 14 a 8 horas de trabajo. La huelga llegó a movilizar en todo el país más de 350,000 obreros. En el Estado de Chicago Illinois, la tensión se incrementó terminando con una masacre 38 obreros, pero lográndose cambios de trascendencia mundial.

2. En Rusia en 1905 el famoso Domingo Sangriento.

El movimiento obrero convocó a una manifestación y huelga general. El gobierno masacró a hombres, mujeres y niños, el resultado fue que el Gobierno Autocrático Zarista capítulo.

3. En Polonia.

En 1980, Lech Walesa junto con el Movimiento Obrero de Solidaridad, impregnaron un profundo cambio una estructura política de Europa. 

4. En Brasil (1970), Luis Ignacio Lula da Silva y 170,000 metalúrgicos pararon totalmente la gran industria automotriz. Dando un giro a la política nacional.

Estos ejemplos nos deben hacer reflexionar profundamente, sobre la necesidad urgente de educar políticamente a la clase obrera la cual es vanguardia histórica de los cambios sociales en el mundo. 

Debemos hacerles ver y entender (a la clase obrera), que su tarea histórica y su deber político está lejos de solamente producir riqueza para unos cuantos, y que por cierto, son éstos los que se apropian de ella, sino que su tarea histórica fundamental, es el de guiar y encabezar una lucha en contra de un régimen históricamente explotador, que su tarea es transformar la sociedad en una sociedad más justa y equitativa; debemos impregnar con sapiencia y habilidad en la conciencia obrera que el progreso humano es un proceso evolutivo, cambiante día a día, un permanente movimiento sin pausa, que nunca se detiene y que no hay fuerza existente que permita su estancamiento, la historia de las sociedades lo ha demostrado así. 

Debemos aclararle, a ellos, que su clase social es la iniciadora de un procesorevolucionario y progresista, en donde el hombre vivirá por y para ellos, en donde la ciencia será una herramienta de crecimiento y no de sometimiento, en donde la naturaleza y el hombre existirán en equilibrio, porque éste no tendrá ya, la consigna de producir por producir, y acumular por acumular.

Hay que dejarle muy claro que, la clase obrera exclusivamente con sus propias fuerzas, sólo está en condiciones de elaborar una conciencia sindicalista, es decir, la convicción de que es necesario agruparse en sindicatos, luchar contra los patronos, reclamar del gobierno la promulgación de tales o cuales leyes necesarias para los obreros, etcétera. En cambio, la doctrina del cambio y la transformación social surgirá de las teorías filosóficas, históricas y económicas que han sido elaboradas por  los intelectuales y los cuales tendrán que venir desde afuera de los sindicatos. 

Dicho de otra manera: “la conciencia política de clase no se le puede aportar al obrero más que desde el exterior, esto es, desde afuera de la lucha económica, desde afuera de la esfera de las relaciones entre obreros y patronos”.

“¿Qué hacer entonces, para dar a los obreros conocimientos políticos?”

Todos aquellos que pretendemos enarbolar la vanguardia y dirigir la lucha por los pobres, debemos ir a todas las clases y sectores de la población, como teóricos, como propagandistas, como agitadores y como organizadores. Nuestro trabajo teórico  debe orientarse hacia el estudio de todas las particularidades de la situación social y política de las diversas clases.

Sólo aquélla organización política que inicie  campañas masivas de denuncias, que realmente interesen y atraigan la atención a todo el pueblo, podrá convertirse en la actualidad, en vanguardia de las fuerzas verdaderamente transformadoras y revolucionarias. 

Pero, uno de los rasgos más característicos del economismo,? es precisamente,  no comprender esta relación; es más, también no comprende que la necesidad más urgente que tiene la clase obrera en lo particular, (educación política en todos los aspectos, por medio de la agitación política y de las campañas de denuncias políticas), coincide al mismo tiempo con necesidad que tiene el movimientodemocrático nacional en general. Las pasadas elecciones del 6 de junio demostraron precisamente que la carencia de una educación y una politización en la sociedad ha permitido que los falsos profetas y los aprendices de brujos de la 4T, hagan de nuestro país un bacín social, en donde  descargan infundadas e irresponsables ocurrencias políticas creadas por una mente por demás absurda y totalmente ignorante, que lo único que han traído como consecuencia es un debacle social económico y político.  

Los antorchistas lo sabemos perfectamente, por ello tendremos que redirigir algunas acciones en la estrategia y en la táctica para poder así enarbolar en los hechos la vanguardia proletaria nacional.

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