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Desolación tras incendios en Chilpancingo, Guerrero

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La semana pasada, pobladores de la comunidad Llanos de Tepoxtepec, municipio de Chilpancingo, se enfrentaron a cinco incendios forestales que amenazaban con destruir sus viviendas y que destruyeron una parte importante del bosque, principal atractivo turístico y fuente de ingresos para los pobladores. El fuego cedió, pero el panorama es desolador en la zona, donde aún se observan árboles humeantes y ceniza invadiendo el ambiente. 

Uno de los cinco incendios, el más fuerte y difícil de controlar, alcanzó una de las principales reservas ecológicas de la región Centro de la entidad. A la par de grandes columnas de humo que se elevaban sobre los cerros y provocaban una luvia de ceniza que cubría la comunidad ubicada en la sierra de Chilpancingo, las caravanas de apoyo humanitario llegaban con medicamentos, víveres, artículos de consumo básico y material para combate de incendios, como machetes, rastrillos, carretillas y aspersores,

El olor a humo empezaba a hacer estragos en los ojos, dificultaba la respiración e impregnaba la ropa de los pobladores y combatientes de incendios, muchos de ellos voluntarios.

El comisario Ezequiel Benítez explicó que el fuego -que tardó ocho días en ser controlado- inició en la localidad El Tejocote y debido a los fuertes vientos en la zona, se extendió hasta el bosque de pinos, encinos y oyamel que rodea a Llanos de Tepoxtepec. Fueron días de miedo, trabajo en equipo y mucha tensión, pues el fuego se acercó a 50 metros del pueblo, situación que puso en riesgo la vida de 350 personas, que en su momento, valoraron la posibilidad de abandonar su pueblo y buscar refugio en Chilpancingo, incluso algunas personas, durante la etapa más crítica del incendio, huyeron del pueblo.

La fe fue un factor fundamental para los pobladores, mientras los jóvenes y hombres se sumaban a las tareas de combate al incendio, las mujeres organizaban grupos de oración y una procesión con la imagen de la Virgen María y el Santísimo Sacramento, enmarcada en un cielo color rojizo, adquirido por la filtración de los rayos de sol entre la densa capa de humo.

Luego de arduas jornadas para combatir el fuego que destruyó el pulmón de Chilpancingo, los pobladores agradecieron la ayuda humanitaria que recibieron mientras brigadistas de la Comisión Nacional Forestal (Conafor), Secretaría del Medio Ambiente, Secretaría de Protección Civil y voluntarios ratificaban su compromiso de apoyar en los momentos más críticos a la ciudadanía, sin tintes políticos.

Luego de ocho días se logró controlar el incendio, pero el daño ya estaba hecho, el fuego devoró alrededor de mil hectáreas, según cálculos de los pobladores, de las dos mil hectáreas que tiene el ejido, es decir, la mitad fue alcanzada por el fuego, arrasando con grandes extensiones de pino, encino, roble, encino de agua, ayacahuite, plantas de maguey, orquídeas, pitayas, así como la fauna que vive en esa zona boscosa.

El impacto ambiental se prevé grave, ya que se quemaron zonas donde hay manantiales que abastecen de agua a la comunidad y a muchas zonas de Chilpancingo, además que ese bosque es considerado uno de los pulmones de la ciudad. El golpe al ecoturismo es inmediato, pues muchas personas acudían diariamente a la zona a realizar ejercicio, visitar las grutas o disfrutar el paisaje y la gastronomía rodeados de un ambiente fresco, derivado de la gran cantidad de árboles…hoy se observan todavía árboles humeantes y ceniza inundando el aire, el panorama es desolador.

Pero, el incendio también destruyó cuatro kilómetros de manguera que abastecen de agua potable a la localidad, que no cuenta con el suministro, además de los sistemas de riego para sus huertas, que no pudieron retirar a tiempo.

Al respecto, la Secretaría de Obras Públicas Municipal, anunció que se pondrá en marcha la rehabilitación del sistema de agua del ejido de Llanos de Tepoxtepec, que fue destruido por el incendio forestal de la semana pasada y confirmó que el cabildo de Chilpancingo aprobó un incremento de 2 millones de pesos adicionales a lo que se tenía proyectado invertir en el sistema de agua de dicha localidad, para efecto de construir una línea de conducción de agua potable con una longitud de 5 kilómetros. La comunidad ubicada en la Sierra del municipio sigue sin el suministro de agua y lamentó que la Conafor y la Secretaría del Medio Ambiente no enviaran a tiempo personal ni equipo suficiente para combatir la conflagración, pese a los llamados de auxilio desde lugares como Punta del Llano, El Filo, Loma del Tigre, Llanos de Tepoxtepec y El Calvario. Es decir, ya hay compromisos para apoyarlos con el restablecimiento de agua potable, con el rastreo de caminos que también resultaron afectados y con acciones para reforestar y recuperar áreas verdes.

También fueron destruidas más de 50 hectáreas del parque ecológico “El Llano”, proyecto para tratar de detonar el turismo del que dependen decenas de familias.  Es necesario apoyar a los pobladores de esta zona considerada como uno de los pulmones de Chilpancingo, donde se encuentran manantiales que surten de agua a varias zonas de la capital del estado, inmersa en protestas, precisamente por la escasez de agua potable en las más de 600 colonias.

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