Indudablemente, las obras de desarrollo urbano que se están realizando en la capital de Chiapas, no solamente son necesarias, sino también muy importantes para la comunicación terrestre.
Pero no todo son buenas intenciones, pues, a decir de las últimas experiencias vividas en este marco de obra pública, dejan mucho que desear, porque pareciera que la planeación que permita a la sociedad tuxtleca y visitantes, tener comodidad en la vialidad es lo último que les importa y que se prevé que nuestros proyectos, tan solo en la obra de La onceava poniente y libramiento Sur las conexiones alternas qué se detuvieron como alternativa de comunicación, se encontraban en pésimas condiciones, transitar por ellas ya fuera por vehículos particulares o públicos y de transporte de carga, término por estropear aún más las precarias condiciones en las que estás estaban, lo que provocó no solamente deterioro en las unidades sino también grandes incomodidades para vecinos de estas vías alternas.
Lo mismo con lo sucedido en el libramiento Norte y carretera Chicoasen, así como el Libramiento Sur y calzada Cerro Hueco.
Hoy en día, verdaderamente se tiene una mejor fluidez en estas vías previamente modificadas, y ya se comenzó con otro de las etapas de este proyecto de puentes elevados y pasos a desnivel, pero las vías alternas con las que cuenta la zona están en muy malas condiciones y en horas pico provocan grandes embotellamientos debido a la lentitud con la que se tiene que circular por estas calles, alguna también va a terminar hechos pedazos.
Va un llamado a las autoridades de obras públicas del gobierno del estado, de Chiapas para que comiencen a pensar un poco más en la forma de ayudar a la ciudadanía y no solamente realizar obras sin la correcta planeación del impacto que estás pueden provocar, y se deje de mostrar una especie de propagandismo personal en lo que pareciera ya una precampaña política.
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