El pasado 30 de octubre el portal cubasi.cu publicó una nota titulada “Sin techo y sin calle: Miami declaró ilegales los campamentos de desamparados” la cual me llamó la atención por la forma en que el gobierno estadounidense pretende acabar con las familias pobres que no cuentan con vivienda y que no les ha quedado de otra, más que habitar las calles y puentes de Miami, Florida.
La nota afirma que el comisionado Joe Carollo propuso la resolución para iniciar el proceso de permitir que los residentes de Miami proporcionen a los desamparados, vivienda a cambio de reembolsos. Dicho programa llevará por nombre “Adopta a personas sin hogar”, donde los particulares ofrezcan la bienvenida a una persona sin techo en su hogar para que viva con ellos, proporcionando una cama, alimentos, agua y electricidad. Seguramente que quienes se compadezcan y sientan remordimiento de conciencia por los que nada tienen, se anotarán para apoyar este programa.
Es verdaderamente vergonzoso que Estados Unidos que se ha catalogado a sí mismo como el país más poderoso a nivel mundial, no se preocupe por las clases empobrecidas de su país, mientras se entretiene atacando y calumniando a otros que no se han convertido en su público aplaudidor de los atropellos que ha cometido. Me parece que se equivoca el gobierno en la forma de acabar con la necesidad de vivienda digna que representan entre 3 mil y 4 mil personas, porque no ataca de fondo el problema, sino que se pretende erradicarlo de una manera superficial.
Pero, ¿qué pasa en México? Sucede que en pleno siglo XXI, el 9.3% de la población carece de vivienda digna, porcentaje que representa 11.8 millones de mexicanos, según el Coneval.
El artículo 4 de la constitución mexicana, en uno de sus apartados establece que toda familia tiene derecho a disfrutar de vivienda digna y decorosa y que la ley establecerá los instrumentos y apoyos necesarios al fin de alcanzar tal objetivo.
Entendido así, el gobierno está obligado a establecer los instrumentos y apoyos necesarios para que todas las familias que carecen de una vivienda digna, puedan acceder a ella iniciando por tener un pedacito de patria, donde puedan construirla. Pero para el Gobierno de López Obrador este artículo tan importante, también ha quedado en letra muerta, dado que ya han pasado 3 años de gobierno de la 4T y no hay indicios de querer erradicar el problema de la vivienda y mucho menos el de pobreza y pobreza extrema. Este gobierno ha resultado una vil mentira porque no ha cumplido con el pueblo pobre de México.
El gobierno estadounidense y el de nuestro país deberían aprender del gobierno chino, quien ha logrado elevar el nivel de vida de familias humildes y prueba de ello es que con el programa “contra la pobreza” trabajaron unos tres millones de personas que rehabilitaron viviendas en las que viven más de 25 millones de personas y además 9.6 millones de chinos fueron reubicados desde las áreas más empobrecidas del país, en su mayoría situadas en regiones inhóspitas y montañosas”, según bbc.com., contribuyendo esto a erradicar la pobreza en China. Esto sí es aplaudible señores.
China es la prueba clara de que la triste situación por la que seguimos atravesando los mexicanos, se puede revertir, de tal manera que tengamos un país más justo con todos sus hijos, tarde o temprano llegará el momento adecuado para que pueda existir un gobierno realmente preocupado por los pobres de México, pero para eso hay que organizarse y educarse con el Movimiento Antorchista, no queda otro camino seguro.
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