MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Del Día de la Raza al racismo

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Los distintos hechos históricos entre los países no pueden ser producto de coincidencias o del azar, por eso hay que indagar en las relaciones económicas, políticas y sociales. El 12 de octubre de 1492, reconocido como el descubrimiento de América, así también el Día de la Raza no es la excepción. En 1953, con la caída de Constantinopla bajo el imperio otomano, el comercio de especies se vio afectado por vía marítima de Oriente a Europa, los turcos se apoderaron del cruce comercial y aumentaron los aranceles, obligando a España a buscar nuevas rutas de comercio. 

El sumo pontífice Alejandro VI, de la mano con España y Portugal, buscaban extender la religión católica a otras civilizaciones, simultáneamente estas dos naciones estaban inmersas en una carrera náutica buscando alternativas para poder llegar al lejano Oriente y así no tener que depender de la ruta comercial controlada por los turcos. Esta carrera comenzó por la expansión económica y cultural de europea por todo el mundo, alentada por la demanda de especies, sedas y caña de azúcar, provocando el deseo de los reyes de Castilla y León de manera más activa en los circuitos comerciales y de exploración que se estaban formando.

Fue lo que llevó a que, el tres agosto de 1492, se afianzara el viaje de Cristóbal Colón en busca de la India, zarpando de Puerto de Palos, con sus tres carabelas, La Pinta, La Niña y La Santa María. El 12 de octubre de ese mismo año logran su propósito al llegar a las costas de Guanahani, hoy las Bahamas, más tarde llega a Cuba y Santo Domingo, creyendo haber llegado a la India. 

En tres expediciones posteriores descubre otras regiones de América.  La entrada de los españoles a América, aunque pacífica, se convirtió en una ocupación militar, reinando el sometimiento y prisión del monarca mexica Moctezuma y en 1521 se da la caída de la Gran Tenochtitlan en manos de los españoles, existiendo cambios radicales, estableciendo un sistema de dominación y saqueo directo entre América y España. Esto provocó la participación en un circuito de intercambios que poco a poco iba abarcando a todos los continentes, hablamos de personas, animales, plantas, metales, manufactura, y todo lo asociado a ello, incluyendo las enfermedades hasta la cultura, viviendo entre discriminación, segregación, hambre y esclavitud, todos estos movimientos priorizaban satisfacer los intereses europeos. 

El 12 de octubre fue denominado Día de la Raza, por el exministro español Faustino Rodríguez-San Pedro, presidente de la Unión Ibero-Americana, quien en 1913 pensó en una celebración que uniese a España e Iberoamérica, eligiendo para ello el día 12 de octubre, por el nacimiento de una nueva identidad, producto, de la fusión de los pueblos originarios del continente americano y los colonizadores españoles, además de la valorización del patrimonio cultural hispanoamericano. A principios del siglo XX en lugar de descubrimiento se habla del encuentro de dos mundos, dado que el territorio conocido hoy como América, no sólo ya existía el 12 de octubre de 1492 por tanto no fue descubierto, sino que además estaba habitado por diversos pueblos de gran desarrollo cultural.

En México existen 23.2 millones de personas de tres años y más que se autoidentifican como indígenas, lo que equivale a 19.4 por ciento de la población total de ese rango de edad (INEGI 2022) sus lenguas, tradiciones y costumbres, son parte de la riqueza nacional, incluso consideradas patrimonio cultural de la humanidad. Sin embargo, no podemos asegurar que los indígenas vivan y reciban un trato digno por el resto de la sociedad, pues, al ser un grupo minoritario es visto como cosa rara. Conforme al desarrollo de la sociedad en grupos la discriminación se agudiza convirtiéndose en un amplio rango de racismo.

Entonces, se puede decir, que el racismo se sigue manifestando y solo ha cambiado de etiqueta, ahora podemos entender como raza superior a la clase dominante, y como la raza inferior a la clase baja, a la clase trabajadora y obrera. 

Actualmente, se discrimina a un gran número de habitantes en nuestro país, pero no solo por ser distintos, sino porque pertenecen a la clase inferior, es decir a la población pobre. Ese es el racismo de ahora. Mientras que, por otra parte, se pregona la defensa de los pueblos indígenas y en los hechos la consigna es acabar con sus tierras, costumbres y tradiciones, y esto lo vemos en la realización de una mega obra como es el Tren Maya, que ha destruido miles y miles de hectáreas de selva por capricho presidencial, esto es un pensamiento irracional. 

Lo que los pueblos de México y el mundo necesitan de sus gobiernos es la satisfacción de sus necesidades básicas: alimentación, salud, educación, vivienda, y no solo simulaciones ni cambios de nombres.

Hoy todos los mexicanos, incluso los latinoamericanos, estamos unidos por nuestras desgracias que no son distintas, aunque así nos quieran hacer pensar. El camino por seguir es la organización de todos en un mismo frente que luche por erradicar la pobreza y, en consecuencia, la discriminación en todas sus formas, que se haga tangible la justicia y que la injusticia social y la desigualdad, desaparezcan. 

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