El consumismo, a grandes rasgos, es la tendencia al consumo excesivo e innecesario de bienes y productos. Detrás de este concepto se halla una cadena de estrategias del sistema en el que vivimos, todas ellas con tintes de obsesión y dependencia.
En un principio, el consumo humano estaba netamente ligado a la supervivencia, los hombres consumían y producían lo necesario para su desarrollo y bienestar, dadas las condiciones primitivas de su desarrollo; posteriormente, con la elaboración y mejoramiento de herramientas y técnicas para la producción de bienes materiales, se fue generando un excedente que podían aprovechar más tarde, ya sea consumiéndolo o en el comercio.
Gracias al incremento de la producción las tribus crecieron hasta formar pueblos, y los pueblos a su vez se convirtieron en ciudades, las cuales poseían una organización política y económica más compleja. Sin embargo, la obtención de recursos seguía siendo insuficiente, sobre todo de ciertos productos que, por las condiciones geográficas (por mencionar un ejemplo), era imposible obtenerlos,es aquí donde aparecen los comerciantes y los intercambios que abastecían los recursos faltantes a ciudades y/o civilizaciones, lo necesario para subsistir. Poco a poco el mercantilismo y la tecnología fueron creando “lujos” y “placeres” tales como el vino, alimentos extravagantes, ropajes finos, metales y piedras preciosas, aquellos productos destinados a la venta de ciertas personas con disposición de recursos de intercambio.
En este punto de la historia, se observa el comienzo de la creación de necesidades artificiales, pero no a tal magnitud como en la actualidad. Al terminar la Edad Media y posteriormente con la Revolución Industrial, el comercio pasó de ser una estrategia de abastecimiento, a la carrera o la adicción al dinero y el poder; recurriendo a la sobreproducción y a la publicidad, esta última con el objetivo de persuadir a las personas a consumir la sobreproducción; siendo ahora la premisa vender lo más posible para conseguir un máximo de ingreso por el menor gasto; produciendo el primer gran impacto social centrado en las personas que se encargaban de producir para estas empresas nacientes, y es que los problemas generados han provocado que las personas pertenecientes a los estratos más bajos de la sociedad sean los más afectados y estos han sido temas de discusión que se han abordado ampliamente en artículos escritos por los colaboradores del Movimiento Antorchista Nacional.
Ahora, los problemas que ha propiciado directamente el consumismo van desde problemas sociales hasta ecológicos; en el rubro socioeconómico, el consumismo favorece la mala distribución de la riqueza; puesto que los consumidores son, en su mayoría, de clase media y baja, no así los dueños de las compañías generadoras de los productos objetos de consumismo; que no solo inducen a llevar una vida consumista, esto mediante los medios masivos de comunicación, que precisamente propician las jugosas ganancias, sino que también se idealiza un "súper hombre", rico, que goza de todos los bienes existentes y de un gran prestigio por ello. De esta forma se entretiene a la población, la meta es alcanzar esa posición, que, por cierto, resulta imposible para la gran mayoría de la sociedad, pero lo que se puede hacer es consumir productos propios de la clase alta para aparentar un estatus social más alto, aunque en el acto dañen aún más su situación económica.
Con esta estrategia se mata dos pájaros de un tiro, por un lado, se incita a la población a consumir a más no poder, traduciéndose en más ganancias para la clase rica, y por el otro se le entretiene en alcanzar al ya mencionado "súper hombre" y de esta forma no pensar de manera consciente en la situación en la que vive, por consiguiente no hacer algo para cambiarlo, pues la solución sería contraproducente para la clase alta dueña de los medios de producción.
El otro gran problema que trae la inmensurable producción para cubrir las "necesidades" de la sociedad consumista, es la explotación desenfrenada de los recursos naturales, que en su mayoría son NO renovables. No tocaré este rubro, puesto que se ha hablado demasiado del tema. Hay razones para creer que el consumo irresponsable puede llevar a que los recursos naturales se agoten y las poblaciones humanas terminen en una crisis social peor que la actual. La solución es solo una, acabar con el consumismo de raíz, y éste, como fenómeno, tiene su origen en el sistema capitalista, por ende, intentar combatir al comunismo con algunas acciones como comprar artículos de segunda mano o hacer compras de manera consciente, donde solo compremos lo indispensable, es lo mismo que podar la mala hierba; para terminar con este fenómeno, es necesario, pues, arrancar la maleza de raíz, esto es acabar con el capitalismo.
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