Villahermosa, Tabasco.- Poco más de 100 colonos de la populosa Francisco Villa, al norte de la ciudad de Villahermosa, se convirtieron ayer en militantes de la organización Antorchista en Tabasco, en un evento político realizados en el corazón de la misma, encabezado por el dirigente estatal de dicha organización, Daniel Osorio García.
Con este acto de adhesión, los integrantes de la flamante "asamblea de Grupo Antorchista" de la colonia Francisco Villa, ratifican su militancia y su acuerdo con los principios y objetivos de la agrupación política nacional, que no se arredra al decir que tiene como una de sus metas pelear por el poder político del estado y de la nación, para aplicar su programa de lucha. "Nuestra meta es acabar con la pobreza y todos los males que acarrea, combatirla cada día, con cada una de nuestras acciones y en cualquiera de sus manifestaciones en que se nos presente; no tenemos enemigos políticos ni pretendemos el poder político como último fin de nuestra existencia. Nuestro enemigo a muerte es la pobreza y en esa tarea nos toca exigir a los que tienen el poder político en sus manos que lo usen para erradicarla y, en caso de que no lo quieran hacer, en los hechos y no sólo en el discurso, estamos decididos a pelear por ese poder, para que junto con el pueblo pobre organizado, hacer con él lo que ellos no quieren hacer", afirma Osorio García.
En su momento, Imelda Jiménez Rodríguez, dirigente del antorchismo en toda la zona industrial, explica a los nuevos integrantes el alcance del compromiso que adquieren y procede a levantar la lista de quienes accedieron a ser militantes antorchistas, momento que arranca aplausos de entusiasmo ante los asistentes.
Daniel Osorio, para finalizar el acto le indica a los nuevos antorchistas la importancia de cumplir con el compromiso de participar activamente en el crecimiento de la agrupación, como único modo verdadero de lograr ser una fuerza capaz de conmover al poder o de hacerse de él. "Con exhortaciones los poderosos jamás tomarán medidas en favor de los pobres, pues eso es, para ellos, como darse un balazo en el pie; sólo un movimiento realmente popular y poderoso puede obligarles a ser menos rapaces en su abuso contra los pobres, o, en última instancia, quitarles el poder y ponerlo realmente a trabajar en la construcción de una Patria más poderosa, más fuerte, pero también más justa y más equitativa", concluyó el líder popular.
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