La historia de los combates a los que se ha enfrentado el Movimiento Antorchista, a lo largo de su existencia esta? lleno de sangre derramada por personas que han pretendido evitar a toda costa el progreso de comunidades marginadas. Así pasó con la formación de la colonia Citlalmina, en el municipio de Ixtapaluca, al oriente del Estado de México.
El Movimiento Antorchista en 1990 inició una gestión con el gobierno estatal para que, a través de la compra legal y legítima de unos terrenos, la gente obtuviera un pedazo de tierra en el cual construyera su hogar y un patrimonio propio.
Si revisamos algunas estadísticas nos daremos cuenta de que solo una parte de los mexicanos cuenta con una vivienda propia. A pesar de que la constitución mexicana señale que todo mexicano tiene derecho a la vivienda, en la realidad eso no se aplica, pues el 43 por ciento de 35.3 millones de viviendas son rentadas o prestadas.
Bajo este panorama desolador, en el que miles de familias no tienen un hogar propio, el Movimiento Antorchista apoya a precaristas con la gestión para conseguir terrenos baratos en donde construyen sus viviendas.
Después de muchas gestiones, el tres de octubre de 1990 finalmente se firmó un contrato de compraventa con el gobierno del Estado de México y se dio un primer pago por dichos terrenos. Fue así como 180 familias comenzaron a habitar lo que hoy conocemos como la colonia Citlalmina.
Sin embargo, aquellas familias que se fueron a habitar el terreno en casas armadas con materiales de desecho y que tenían la ilusión de construir su vivienda propia, empezaron a escuchar rumores sobre un posible desalojo por parte del presidente municipal, Manuel Alberto Medina Sansores, quien en su discurso de toma de protesta al cargo se comprometio? a “sacar a los antorchistas de este municipio”, pues afirmo? que no tolerari?a a “grupos externos”.
En 1990 Medina Sansores seguía siendo presidente municipal y un claro opositor del Movimiento Antorchista; el gobierno del estado encontró en él al perfecto aliado para poder eliminar al grupo de antorchistas de la reciente creada colonia Citlalmina. Así, a pesar de que tenían contrato legal de compraventa del terreno, el tres de noviembre del 1990, un grupo de polícias vestidos de civil, quienes fueron enviados por Medina Sansores, desalojaron a punta de pistola a las 180 familias que ahí habitaban: obligaron a la gente a caminar en medio de una fila de policías, quienes con saña golpearon a la gente con palos y macanas. En dicha agresión, le arrebataron la vida a Gonzalo López Cid, antorchista oriundo de Chimalhuacán, quien en ese momento se encontraba en Citlalmina.
Los granaderos no solo persiguieron a las familias que ahí habitaban y dejaron como saldo 90 heridos, también realizaron una feroz persecución hacia los dirigentes del Movimiento Antorchista, en busca de estos, los granaderos y los polícias vestidos de civil destrozaron las humildes casas y lo poquito que tenían las familias.
En todo momento los vecinos, víctimas del infame ataque, fueron respaldados por el antorchismo nacional y, tras una marcha para denunciar el feroz ataque y exigir la devolución de los terrenos, las 180 familias regresaron a los terrenos que habían comprado legalmente el tres de octubre de 1990.
Han transcurrido 32 años desde ese suceso y hoy Citlalmina es una colonia modelo que, gracias a la lucha, esfuerzo y dedicación de los habitantes, hoy cuenta con escuelas, gimnasio polivalente, centro de salud, macro plaza y todos los servicios básicos como: agua potable, luz eléctrica, drenaje etc. Estos resultados no podrían ser posibles sin la fraternidad y el trabajo colectivo.
Citlalmina es para el antorchismo nacional el lugar donde se forjan los héroes, porque eso son sus habitantes: héroes civiles, de carne y hueso, decididos, arrojados, a quienes no los detuvieron ni los golpes ni las balas asesinas de los enemigos.
Por haber sobrevivido al artero ataque gubernamental del 3 de noviembre de 1990 y, sobre todo, porque con trabajo constante han construido una colonia digna para ellos y sus familias, los colonos de la Citlalmina festejarán, este próximo 13 de noviembre, un año más de valentía y triunfo, un año más de forjar héroes civiles.
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