MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Circo mañanero y el pueblo sin soluciones

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Las conferencias matutinas del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, son sin duda un escenario que utiliza para demostrarle a México lo prepotente y soberbio que puede llegar a ser. Basta con ver como desacredita a medios de comunicación y adversarios que no estén de acuerdo con las acciones que toman él y su gabinete. Un escenario para él solito, que sólo modera él, él lleva la exposición, él es quien decide lo que es verdad y lo que no, toda su ponencia gira en torno a problemas personales que tiene con otras figuras políticas, como Ricardo Anaya, por ejemplo. Así es como los mexicanos reciben sus mañanas, escuchando a un presidente que no toma en cuenta al pueblo y que sigue con el mismo discurso de campaña para justificar algún señalamiento o cuestionamiento que se le haga. Mientras repite y repite sus justificaciones sin fundamentos, los temas que le aquejan a México, y que requieren de atención, ni siquiera son comentados.

Uno de los problemas que actualmente lacera al pueblo mexicano, y que fue cuestionado por medios de comunicación luego de que se anunciara el regreso a clases para jóvenes y niños, es el incremento de contagios ante las nuevas variantes de coronavirus que viene desde inicios de agosto y que hasta la fecha no se han podido disminuir.

El jueves 12 de agosto, la Secretaría de Salud dio a conocer la cifra de contagios por covid: 24,975 nuevos contagios en 24 horas. Sin embargo, para el presidente no es un tema preocupante, con cinismo y sin preocupación alguna dijo: “no vamos a tomar ninguna decisión de cierre, ya sabemos cuidarnos todos. Hemos perdido familiares amigos, tenemos que cuidarnos todos, pero hay que salir adelante como está sucediendo, sin estar sometidos por la pandemia”, además de asegurar que los niños no padecen de riesgo alguno si se contagian, pues según sus datos, la enfermedad sólo es grave para los adultos. 

Hasta el 8 de agosto, se habían reportado 613 defunciones de niños y 60,928 contagios, datos de la Secretaría de Salud. La Organización Panamericana de Salud advirtió que hay menores que pueden desarrollar un síndrome inflamatorio multisistémico grave a partir de la covid, y según este organismo, en la región de América un 6% de los casos por coronavirus ha afectado a menores. Estas advertencias y precauciones de expertos en la salud, no le interesan en lo más mínimo al presidente, pues según él los niños necesitan desenvolverse en su entorno y por ende regresar a clases. 

No es cierto que el pueblo sea importante para él como lo repite diario en sus mañaneras, y ésta es una prueba de ello. Nunca fueron tomadas en cuenta las voces de miles de estudiantes que salieron a manifestarse para que no se lleve a cabo el regreso a clases por temor a contagiarse. Con el hashtag #RegresoAClasesEsUnCrimen, en redes sociales, estudiantes de Acatlán y Tecomatlán, en la mixteca baja, manifestaron su inconformidad y exigieron que se frene este capricho insistente de regresar a las aulas, sin tener las medidas de precaución y así evitar contagiarse. La vacunación a maestros sigue inconclusa, los niños no están vacunados y México no cuenta con los protocolos necesarios para evitar contagios dentro de las aulas.

El modelo educativo de la pandemia fue un fracaso completo, así que no podemos esperar mucho con este nuevo sistema que van a emplear para no contagiarse. Los que no estamos de acuerdo con el regreso a clases no es porque queramos oponernos a lo que dice el presidente, los que no estamos de acuerdo exigimos que se vacune a los maestros, alumnos, intendentes de las escuelas a todo el personal educativo, para asegurar la salud de los asistentes. No es porque seamos “la oposición” que no lo deja trabajar, sino porque el derecho a vivir lo merecen todos: niños, jóvenes, maestros, y ante estas acciones que van a perjudicarlos, no podemos mostrarnos indiferentes. 

Otro problema que le aqueja a los mexicanos y que debería tener la suficiente atención son las afectaciones que dejó el huracán Grace en diferentes estados de la república, sobre todo en Puebla y Veracruz. Este tema también fue cuestionado en la mañanera del presidente, haciendo énfasis en las consecuencias que está empezando a tener, la decisión de desaparecer el Fondo de Desastres Naturales (Fonden). Como era de esperarse, la justificación de su decisión se basó, nuevamente, en que dicha institución formaba parte de la corrupción que existía en México concluyendo en que su decisión fue “correcta”.

En su conferencia mañanera del miércoles 25 de agosto dio a conocer su “plan” para ayudar a los damnificados, según él un censo es lo que ayudará a saber quiénes y qué ayuda necesitan. ¿Cuándo les llegará esa ayuda a quienes perdieron casa, siembras si necesitan ayuda inmediata? 

En Puebla se contabilizaron cinco personas muertas, 400 mil pobladores tuvieron una afectación grave, se reportan 41 mil 413 hectáreas de siembra perdidas en 55 municipios, aún hay 300 mil habitantes sin servicios de energía eléctrica, las casas de 79 mil 500 poblanos se dañaron, la pérdida total de por lo menos 20,000 viviendas en municipios de la sierra norte, según datos de la Secretaría de Gobernación de Puebla.

Y como era de esperarse, los daños de este fenómeno natural se suman a los muchos problemas que ya padece la gente más pobre, que siempre es la más afectada. Pero, ¿qué no dijo el presidente de la República que el pueblo es primero? Entonces, ¿por qué tomar decisiones que le afectan? ¿Por qué perjudicarlos? 

El pueblo no necesita apapachos, ni elogios cada mañana, el pueblo requiere y exige acciones inmediatas. El pueblo no necesita explicaciones de cómo empezó su rivalidad con sus enemigos políticos, tampoco que se le recuerde si es bueno o malo, o si es tonto o no, el pueblo necesita trabajo para tener qué comer, necesita servicios básicos, una vida digna y es obligación del gobierno atender estas carencias.

Estas dos situaciones son el ejemplo de que el presidente sólo utiliza al pueblo para seguir mintiéndole, no es cierto que sea prioridad para su gobierno.

El pueblo no es tonto y si se organiza, si se convierte en un solo hombre con un solo ideal, será invencible. Es por eso, que el pueblo debe educarse y organizarse para poder luchar y exigir lo que siempre se le ha negado. Los afectados por el huracán, así como los maestros que no estén de acuerdo con el plan educativo ante el regreso a clases, tienen todo el derecho a exigir, reclamar y gritar que se resuelvan sus demandas.

Maestros, campesinos, colonos y estudiantes, sepan que el Movimiento Antorchista respalda su lucha y si se requiere de nuestra solidaridad, tengan en cuenta que así será, porque en el Movimiento Antorchista todos los días trabajamos educando y organizando al pueblo para que triunfe en su lucha por una vida más justa para los pobres de México.

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