*Chiapanecos desertan de la escuela al no tener recursos.
Este 2021 fue declarado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) como el año en contra del trabajo infantil; en México, a pesar de que el Gobierno federal se ha comprometido a erradicarlo, niñas, niños y adolescentes, siguen trabajando, tras las condiciones de vida que los obliga a asistir a trabajos forzados.
Jonathan Eduardo Jiménez López, junto a sus amigos de nueve, diez y 12 años de edad, se reúnen desde las ocho de la mañana hasta las ocho de la noche para trabajar como boleros de zapatos y ofrecen sus servicio a los ciudadanos que llegan al parque central de Ocozocoautla de Espinosa, Chiapas, su principal objetivo es reunir recursos y ayudar a su familia.
Con la inocencia que un niño tiene a esta edad y el poco conocimiento que han adquirido, platican entre risas que sacan 200 a 500 pesos al día, pero que depende de cuánto tiempo estén en el parque.
"Venimos tempranito y si queremos sacar más, nos vamos en la noche, aquí comemos hamburguesas, chicharrones y raspados cuando ya sentimos hambre, además, como a esta hora, si vamos sacando algo de dinero nos compramos un refresco, porque hace calor", platican y se ríen al contar su rutina.
¿Por qué trabajas?, le pregunta este medio, "para ayudar a mi familia, porque no hay dinero desde que llegó la pandemia y mi mamá se quedó sin trabajo", responde.
¿La escuela? "No hay clases, dicen que veamos el televisor, pero tampoco tenemos en la casa”.
¿Qué le pides al Gobierno? "Que nos ayude con becas, despensas, con trabajo para nuestros padres y que si vamos a regresar a la escuela nuestras aulas las mejoren, porque no están en buenas condiciones&rdquo, señalan mientras se ríen y comen su raspado porque el calor como las tres de la tarde está insoportable y ya tienen hambre.
Ante este panorama desolador, es importante que se brinden apoyos como becas y las herramientas para frenar el retraso escolar, la Secretaría de Educación Pública y el presidente Andrés Manuel López Obrador no deben ignorar las necesidades elementales de la población; porque hasta ahora han omitido atender las demandas estudiantiles.
Los efectos de la pandemia de covid-19 en la entidad han aumentado los índices de la pobreza, la caída de los ingresos familiares y el nulo regreso a clases en línea, porque cada vez, son más niños sin el acceso a la protección social, a la salud y otorgar un ingreso básico de emergencia.
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