 
                        Empezaré este artículo pidiendo paciencia a mis caros lectores, pues diré que, aunque ya se ha hablado bastante de estos temas, hoy lo quiero plantear de la siguiente manera: primero, el panorama complicado; el dato más reciente del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (Inegi), publicado en agosto de 2025, indica que en 2024 la población en situación de pobreza multidimensional es de 38.5 millones de personas, lo que representa el 29.6 % del total de la población.
El MAN nació hace poco más de 51 años y, hasta el momento, ha trabajado y luchado tesonera, honrada y limpiamente por organizar y educar al pueblo más humilde y trabajador para así llevarlo a mejores destinos.
Esta cifra muestra una disminución de 8.3 millones de personas respecto a 2022. Este dato oficial, del Inegi, lo quiero contrastar con lo que declara Julio Boltvinik, investigador de El Colegio de México, quien, con una metodología mucho más rigurosa, sostiene que la pobreza en México se mantiene elevada y, durante el sexenio pasado, apenas un millón y medio de mexicanos dejaron de ser pobres.
Ante la polémica en torno a las cifras sobre la reducción de la pobreza en México presentadas recientemente por el gobierno de Claudia Sheinbaum, y que contemplan el sexenio del expresidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), esta voz incomoda al gobierno de la “Cuarta Transformación” (4T).
Este investigador (Boltvinik), amigos, durante décadas ha desmenuzado las entrañas de la pobreza mexicana con un rigor realmente crítico, cargado de datos y urgencia, que desmonta el discurso oficial sobre la supuesta reducción de la pobreza.
En primera instancia explica que, mediante una farsa metodológica, el gobierno actual oculta los datos reales, y sus datos oficiales difundidos por el Inegi minimizan la pobreza, pues aseguró que esta alcanza al 74 % de la población.

Mi humilde opinión va en el sentido de que, aun sin que este personaje dé a conocer su polémica con la que intenta “poner en su lugar al gobierno”, deberíamos nosotros preguntarnos ¿son reales los datos que nos presenta ahora el Inegi?
Creo que de inmediato saltarían a escena todas las penurias de la clase trabajadora en materia de vivienda, salud, educación, empleo, seguridad, recreación, etcétera. Y, por lo tanto, caeríamos en la conclusión, igual que Julio Boltvinik, que en entrevista para Canal 6TV dijo que: “Las mediciones de la pobreza que hacía el Coneval eran un cuento de hadas para niños. Y ya dimos un paso adelante, ahora son un cuento de hadas para niños tontos, porque ni los niños normales se tragan el cuento de hadas que nos quieren endilgar; es una mentira gigantesca”.
Según el análisis de este investigador, ¿cuántos millones calculamos en esta situación? La respuesta es que: “Hay alrededor de 100 millones de personas que viven en pobreza, póngale la mitad en pobreza extrema y la otra mitad en pobreza moderada; todos viven con algún tipo de carencia, una vida indigna, espantosa, con trabajo infantil, pues ve uno cómo van las madres en las calles y llevan a los chiquillos para que pidan limosna o vendan chicles”.

Y es que, amigo lector, nos negamos a aceptar que las cosas no han cambiado, que ya desde el sexenio pasado la pobreza está cada vez peor, a pesar de que se vociferaba desde la tribuna de las mañaneras que los pobres son prioridad, pero los hechos lo contradicen, porque México fue la única economía que no aumentó el gasto para mitigar los estragos de la pandemia y, por ello, los efectos, junto con la falta de apoyos del Gobierno federal, hicieron que más mexicanos cayeran en la pobreza.
22 millones 160 mil mexicanos no pueden satisfacer ni siquiera sus necesidades básicas de alimentación, agua potable, techo, sanidad, educación o acceso mínimo a la información; esto significa que, además de pobres, a pesar de ocupar el segundo lugar económico en América Latina y el 15 a nivel mundial, el curso normal del sistema económico y político en nuestro país nos mantiene ignorantes.
Los eventos de poesía
Bajo este panorama, la situación se tiene que resolver de alguna manera.
El Movimiento Antorchista nació hace poco más de 51 años y, hasta el momento, ha trabajado y luchado tesonera, honrada y limpiamente por organizar y educar al pueblo más humilde y trabajador para así llevarlo a mejores destinos.
Por todo esto, en BCS nos sumamos el sábado pasado a desarrollar la III Jornada Nacional de Declamación del Movimiento Antorchista.

Para nosotros fue un orgullo participar en este magno evento nacional, con gran entusiasmo y humildad; lo realizamos en las instalaciones de nuestra preparatoria “Moctezuma Ilhuicamina”, en Los Cabos, con un público de más de 200 asistentes. Aprovecho estas líneas para felicitar el esfuerzo de los estudiantes de la preparatoria, colonos y maestros que participaron con un gran ramillete de poesías.
Estoy convencido de que una de las prioridades de nuestra organización, desde hace 51 años, es sensibilizar y despertar al pueblo con arte y cultura.
Estamos convencidos de que, realizando más eventos como este, transformaremos al hombre para que en él existan la solidaridad, la fraternidad y la unión, porque la cultura es una forma de expresar su sentir y entender la realidad que vivimos hoy en día y que describía más arriba.
Frente a los problemas que existen día a día, como la esclavitud laboral y las necesidades diarias derivadas del sistema actual, para Antorcha estas muestras de arte son necesarias para todo el pueblo humilde del país.

Sí, luchamos… y aun en el panorama complicado urge que el pueblo trabajador se eduque y se organice con el fin de cambiar su situación de miseria, que trabaje y luchemos juntos por un país más justo en donde toda la riqueza creada por los trabajadores se reparta equitativamente entre todos los mexicanos, por un país donde sus habitantes vivan en hermandad y prosperidad. Por eso el arte y la cultura, desde hace 51 años, son prioridad para el Movimiento Antorchista.
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