Desde las antiguas civilizaciones, en Asia y América, la educación de su población fue algo muy importante. Los chinos, por ejemplo, con la doctrina de Confucio buscaban poner frente del Estado a hombres sabios, que tuvieran por tarea educar a su pueblo con el ejemplo personal. En México, los aztecas educaban a los hijos de los gobernantes y a los de altos rangos para administrar su imperio y para la guerra en los Calmécac, que significaba "en la hilera de casas", ahí se les enseñaba religión, historia, pintura, música, medicina y matemáticas, estaban también los tepochcalli ("Casa de los jóvenes"), donde asistían principalmente los plebeyos.
Como vemos, ya desde la antigüedad los hombres sabios sabían que sólo el conocimiento hace libres a los pueblos, decían también que un hombre ignorante no sirve, que todo hombre debería ser educado y que al frente de un gobierno deben estar los más preparados.
Si analizamos un poco lo que ya hacían nuestros antepasados para administrar su inmenso imperio, nos daremos cuenta que nuestros indígenas para su época, ya eran un pueblo muy destacado en el conocimiento, sobresalían en matemáticas, historia, arte de la guerra, y en otras áreas del saber, de otra manera cómo se explica el hecho de que los aztecas gobernaran sobre muchos pueblos, tuvieron que tener gente muy capacitada para poder administrar la producción, los tributos que imponían a los pueblos sometidos, los gastos para las guerras y muchas otras actividades importantes de su gobierno. O sea, la educación, sin lugar a dudas, era fundamental
En nuestros días, en México, vivimos tiempos sombríos, tanto por todos los problemas que se padecen de inseguridad, pues México se desangra: entre diciembre de 2018 y junio de 2023 se registraron 157 mil 910 homicidios y hay 111 mil 098 personas desaparecidas y no localizadas, esto demuestra el fracaso de la política de seguridad del gobierno cuatroteísta. La pobreza ha alcanzado en lo que va del sexenio de López Obrador a más de 6 millones de mexicanos más. Y un largo etcétera de problemas sociales que todos los días los mexicanos tenemos que padecer.
Y qué decir de la educación, la que las antiguas civilizaciones ponían en primer lugar, pues en México, con la 4T, la educación queda en los últimos lugares.
Padecemos una vergonzosa situación en lo educativo, con calificaciones reprobatorias en matemáticas y español. La situación indica que nuestra educación no está diseñada para lograr un país más justo para toda la sociedad, no busca crear profesionistas que como decían los sabios de la antigüedad, gobiernen con sabiduría, preocupados por el progreso de su pueblo y con el ejemplo personal, ahorita se prepara a los estudiantes de una forma mediocre, y de esto, los únicos beneficiados son los empresarios.
Por eso Antorcha lucha porque en los pueblos y colonias donde trabaja, se eche por delante la formación de escuelas con el propósito de transformar la educación nacional.
Esa tarea la realiza a través del trabajo en las escuelas formadas por Antorcha, escuelas en donde se nada contra corriente y se imparte una educación más integral.
Este mes, justamente estamos presenciando una serie de clausuras de cursos en muchas escuelas antorchistas, desde el nivel preescolar hasta el superior, en donde hay mucho trabajo impreso, desde toda la formación académica, hasta el aprendizaje de las bellas artes y deporte.
A las clausuras a las que he asistido hasta ahora, se han presentado hermosos eventos culturales, donde los alumnos cantan, bailan y declaman, despertando en el público los sentimientos más profundos que sólo el arte puede lograr.
Exhortamos a toda la base estudiantil antorchista a continuar practicando el arte, porque el arte humaniza, libera al hombre y lo vuelve más solidario e inteligente.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario