El 30 de enero de 2020, la epidemia fue declarada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como emergencia de salud pública de preocupación internacional. El 27 de febrero de ese mismo año se supo del primer caso de coronavirus en México, un hombre que vivía en la CDMX y regresó de un viaje en Italia y el 11 de marzo del mismo año, el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, declaró pandemia a la covid-19; en esos momentos había 118 mil casos en 114 países y habían fallecido 4 mil 291 personas.
El 2 de abril del año pasado, los medios reportaban las palabras del presidente de la República, refiriéndose a la pandemia: “esto nos vino como anillo al dedo para lograr la transformación”. Y a lo mejor quienes forman parte de la cúpula de la 4T se dieron cuenta de que podían aprovecharse de la desgracia de la gente, pues no es gratis que hayan iniciado a vacunar a los adultos mayores, no es que les importe o valoren los años de su vida que brindaron a la producción del país, se dieron cuenta de que una cantidad importante, votaron por ellos. La periodista Ana Francisca de la Vega, el 3 de julio de 2018, apoyada en los datos que le brindó la casa encuestadora Defoe, escribió que los ciudadanos entre 46 y 55 años de edad, votaron de forma más contundente por AMLO (un 60 por ciento). En México, según datos del Inegi en 2019, había 15.4 millones de personas de 60 años y más. Los adultos mayores han dado a la sociedad su vida trabajando y ahora que inició la vacunación, es una gran esperanza para ellos y sus familiares, poder protegerse y al fin salir a la calle, ya que muchos de ellos han tenido que estar encerrados y esto ha afectado gravemente su salud física y mental.
A un año de que inició la pandemia en México, hay 203 mil 664 fallecidos y 2 millones, 244 mil 268 contagiados, esto ha dejado grandes daños emocionales a la población por sus familiares fallecidos, seguramente muy frustrante no haber tenido los recursos suficientes para pagar los medicamentos que requieren las personas contagiadas. De esto se ha servido la 4T, porque ahora que están vacunando, aprovechan para hacer uso electorero de esta actividad que es un derecho de todos los mexicanos, se estuvo denunciando en redes sociales que los servidores de la nación pedían datos a la gente y le decían que la vacuna la recibían porque el partido en el poder la había conseguido para ellos.
Han pasado tres meses de que iniciaron la vacunación y llevan tres millones de personas vacunadas, es decir, a ese ritmo tardarán diez años en vacunarnos a todos. Está visto, a los de la 4T no les importa el pueblo trabajador, si así fuera, habrían hecho pruebas desde un inicio para aislar a los contagiados, habrían apoyado económicamente a los pequeños comerciantes para poder quedarse en casa; desafortunadamente solo les interesa quedarse en el poder para seguir sirviéndose de él.
Los mexicanos merecemos respeto; sin embargo, manipulan y engañan fácilmente al pueblo porque no ha tenido la oportunidad, por el excesivo número de horas que trabaja, de prepararse, leer, aprender y distinguir a sus verdaderos enemigos. Las muertes de sus seres queridos deben cimbrar su conciencia y darse cuenta de la tragedia nacional que estamos viviendo. Analizar la profunda crisis económica, sanitaria y política en que nos encontramos, las noticias están dando cuenta de niños que han quedado huérfanos, una verdadera desgracia para quienes empiezan a vivir.
La 4T es solo verborrea, show, pero jamás acción, jamás gobiernan en beneficio del pueblo, sino en beneficio de que el modelo neoliberal que impera en México siga su camino, la única transformación en la que están pensando, es que el pueblo cada vez más, solo crea en ellos por fe, que no reflexione ni analice, que no se una y exija lo que por derecho le corresponde.
Creen que eternamente el pueblo les va a creer, pero la realidad los despertará más temprano que tarde y entonces habrá una masa consciente, dirigida por verdaderos líderes salidos del mismo pueblo, que se unirá y a una sola voz exigirán lo que desde hace muchos años debieron recibir, un trato digno, educación, salud, vivienda, servicios públicos, eventos culturales y educativos y correcta preparación política para decidir el rumbo del país hacia la construcción de una nueva patria.
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