En nuestra sociedad actual el deporte ha dejado de ser parte inherente del ser humano, ha dejado de ser parte del desarrollo de los niños, jóvenes y adultos, para pasar a ser una actividad mercantil al servicio del poder y el dinero, una práctica cuya realización y rentabilidad beneficia a propietarios, patrocinadores, televisoras y marcas publicitarias. En lugar de practicarse masivamente, la actividad deportiva se ha elitizado, quedando en manos de quienes solo buscan obtener alguna ganancia, haciéndolo accesible solo para unos cuantos. En resumidas cuentas, hoy en día hacer deporte es un lujo y no una actividad necesaria para el desarrollo de la población en su conjunto.
En este contexto, resulta estimulante y esperanzador todo aquel intento serio por impulsar el deporte como actividad permanente y esencial para el sano desenvolvimiento de niños, jóvenes y adultos.
Por ello, la opinión pública debe saber que el pasado domingo se clausuró la vigésima primer Espartaqueada Deportiva Nacional organizada por el Movimiento Antorchista, una justa deportiva que reúne a más de 21 mil atletas que practican fútbol, baloncesto, voleibol, béisbol, atletismo, ciclismo y natación; en ellas participan principalmente jóvenes provenientes de los diferentes estados de la república mexicana para practicar su deporte de manera gratuita, en su totalidad hijos de obreros, campesinos y colonos humildes que, en la cancha, demostraron su capacidad de sumar su talento individual al juego en equipo y enfrentando siempre a sus oponentes en un espíritu de competencia fraterna.
Es con la organización de este tipo de eventos que el Movimiento Antorchista intenta regresarle al pueblo una herramienta fundamental para tener una mente sana, para conocer y desarrollar su capacidad, fuerza, habilidad y talento; con la práctica del deporte se forma también el carácter, se aprende a trabajar en equipo, se incentiva la solidaridad, la valentía, la voluntad y especialmente la disciplina, por tanto, el que miles de deportistas de todos los estados de la república se concentren nueve días en Tecomatlán, Puebla, cuna del Movimiento Antorchista, es realmente una labor gigantesca que se lleva a cabo sin ningún afán de lucro, ya que todas las instalaciones de primer mundo están abiertas al público sin ningún costo; además, los árbitros, paramédicos y el hospital regional están a disposición de los competidores.
Los jóvenes deportistas de Aguascalientes que participaron en este evento deportivo nacional dieron muestra de que hay mucha capacidad, talento y habilidades atléticas entre estudiantes de escuelas de las comunidades del estado y de la capital, destacándose el basquetbol, natación, atletismo y voleibol los cuales, para hacer del deporte una forma de vida, debieran tener todas las condiciones materiales e infraestructura que permitan practicar el deporte al que se le tenga interés; de esta manera lograríamos tener una sociedad más humana, más solidaria y con una mente bien abierta para desarrollar a nuestro estado y al país entero.
Por ello nos sentimos orgullosos del enorme trabajo que realiza Antorcha para llevar a cabo estas majestuosas espartaqueadas y de la activa participación del pueblo trabajador que se esfuerza para que sus hijos puedan ser parte de esta experiencia que, sin duda alguna, les ayudará como individuos y como parte de su comunidad. Vaya nuestro reconocimiento Samuel Aguirre Ochoa, presidente de la Comisión Deportiva Nacional, así como a su equipo de trabajo, por su entrega y disciplina en la conducción y realización de esta exitosa justa deportiva nacional.
Por último, a todas las autoridades federales, estatales y municipales, las invito respetuosamente a sumarse a la titánica pero necesaria tarea de impulsar y masificar el deporte, la cultura y la educación, porque solo así podremos formar a los hombres y mujeres nuevos que tanto requiere nuestra sufrida nación.
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