Nuevamente se ha viralizado la situación por la que atraviesa el Sistema de Transporte Colectivo de la Ciudad de México, mejor conocido como Metro, el cual se supone debe conectar eficientemente la capital del país y el Estado de México, lo que se conoce como Zona Metropolitana. Las tragedias de las líneas 12 y 7, y los varios accidentes que han sucedido, hablan de que los gobiernos emanados de Morena –y en su momento del PRD, que en su gran mayoría ahora forma parte del oficialismo–, son los responsables directos e indirectos de los siniestros que le han arrancado la vida a personas inocentes.
El Metro estuvo pensado como un transporte accesible económicamente, seguro y rápido, con el fin de detonar la economía y que la clase trabajadora llegara a tiempo a sus centros de trabajo. Sin embargo, la explosión demográfica y la mala planeación urbana han saturado este transporte que hoy cuenta con 12 línea y 195 estaciones que con trabajo cubren la demanda, como muestra están las horas pico donde es una verdadera odisea alcanzar un lugar, incluso de pie.
Desde hace 24 años, los gobiernos de izquierda, afines a Andrés Manuel López Obrador, se han olvidado de este transporte y su mantenimiento; claro, ellos se transportan en carros particulares de súper lujo, y no les importa en qué condiciones se encuentre el Metro y los usuarios, por eso no aplican el presupuesto en el mantenimiento, pero sí le sacan provecho económico personal y político; la disminución del presupuesto para el Metro ha generado un gran caos que ha cobrado la vida de gente humilde.
Evidentemente, Claudia Sheinbaum se está promocionando como aspirante a la presidencia de la república, a pesar de violar las leyes electorales, que es una forma de retar al Instituto Nacional Electoral (INE) y al Poder Judicial para contrarrestar su autonomía, para ver qué tanto se le castiga y continuar arremetiendo contra esos órganos autónomos. Esto viene a colación porque Sheinbaum es la gobernante de la capital, pero le importa más generar simpatías en diversas zonas del país que hacer lo que le toca como jefa de gobierno. Como muestra está lo que está ocurriendo en el Metro, otros sistemas de transporte público y el caos vial provocado por no generar obras que realmente agilicen las saturadas vialidades de la ciudad.
Ante esta circunstancia, los capitalinos y los mexiquenses que ocupamos este sistema de transporte, debemos cuestionar a los morenistas mentirosos que se pasan defendiendo a la señora. Ya estuvo suave de que sigan muriendo personas inocentes mientras ella se la pasa de gira intentando levantar sus números en las encuestas. Ya estuvo suave de que ahora el gobierno de Morena pretenda militarizar el Metro, echándole la culpa a los espirituosa chocarreros, para buscar a los culpables de los supuestos sabotajes que dicen ha sufrido el Metro, según con el fin de desprestigiar a Claudia Sheinbaum. Ese dinero que están invirtiendo en la Guardia Nacional, mejor que lo inviertan en darle mantenimiento al Metro, no en acosar a los usuarios con las fuerzas de seguridad.
Hoy, ya no es seguro subirse al Metro, ni los servicios de transporte que ofrecen la CDMX, pero el pueblo no tiene de otra, hay que moverse para buscar la chuleta, para poder subsistir. Tenemos que luchar por desenmascarar a Morena y a sus gobernantes patito.
Veo con curiosidad esa campaña que lanzaron de “Es Claudia”, como para meterle a la gente la idea de que Claudia Sheinbaum es la opción, la elegida por el presidente para relevarlo. Yo considero, que sí tiene algo de razón esa frase, pero en el verdadero sentido de lo que está pasando en estos momentos: “Es Claudia” la culpable de todos los males que viven los más pobres y humildes de la Ciudad de México por su negligencia e irresponsabilidad. Por eso, debemos denunciar a esa mujer, Claudia Sheinbaum la peor gobernante que ha tenido la Ciudad de México y no debe ser presidenta de este país. Ya veremos qué pasa.
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