De acuerdo con la organización "México ¿Cómo Vamos?", hace un año el porcentaje de personas en situación de pobreza laboral era de apenas 29.1 por ciento, una cifra casi similar al 28.5 por ciento al iniciar este año, y se precisa que durante el tercer trimestre del 2020 la pobreza laboral impactó al 51 por ciento de la población laboral, ante la baja de salarios, despidos e incremento de los precios.
Sin duda, la pobreza laboral alcanzó a la mitad de la población en Quintana Roo, un incremento drástico durante la pandemia, luego de que a principios del año la proporción de trabajadores a quienes no les alcanzaba el salario para adquirir la canasta básica sólo era de una tercera parte. Según el reporte, la situación en la que están aproximadamente 188 mil trabajadores prendió los focos amarillos para Quintana Roo, que no se logra recuperar los empleos perdidos. Estudios del Coneval aseguran que la disminución en el ingreso laboral promedio entre el tercer trimestre de 2019 y el tercer trimestre de 2020 a nivel nacional, fue de 6.7 por ciento, lo cual se reflejó en una disminución real del ingreso laboral en 23 de las 32 entidades federativas del país.
Ahí destacan Quintana Roo, Baja California Sur y Sonora con las mayores disminuciones del ingreso laboral promedio con 27.4 por ciento, 21.1 por ciento y 19.3 por ciento, respectivamente. En contraste, entre las entidades que presentaron un aumento en el ingreso laboral promedio entre el tercer trimestre de 2019 y el tercer trimestre de 2020 fueron: Nayarit, Veracruz y Zacatecas las que registraron un mayor incremento con 20.2 por ciento, 10.5 por ciento y 7.0 por ciento, respectivamente.
Es un hecho que el porcentaje de pobreza laboral en los últimos meses, se ha concentrado en el sur y centro del país, por ello la imperante necesidad de que los gobiernos de estas entidades implementen, de manera urgente, planes de ayuda para la población que lo requiere.
No es invento del Movimiento Antorchista, la necesidad existe. En Quintana Roo la gente sufre, está urgida de ayuda. La pandemia de la covid-19 inició el desplome de toda actividad económica, la mala decisión de no emprender medidas emergentes de apoyo complicó el desolador panorama en la entidad y se agravó con los embates de los ciclones naturales que dejaron inundaciones, pérdidas de cosechas y bienes materiales. Todo un caos.
Por eso indigna cuando se pide la solidaridad de las autoridades municipales, estatal y federal y éstas no respondan, por el contrario, dejen plantados a los necesitados. Es momento de dejar a un lado colores partidistas, de proveer ayuda al necesitado, de ser solidarios y no seguir absurdas instrucciones que lesionan a un gran sector de la sociedad, pues como vemos, las estadísticas negativas colocan a Quintana Roo en los primeros lugares de menor ingreso laboral y de desempleo. De acuerdo con la Secretaría de Bienestar, hay 373 mil 735 personas que tienen carencias por acceso a la alimentación, lo que representa el 21.7 por ciento de más del millón de habitantes del estado.
Aunque se quieran ocultar, estos datos revelan la lamentable condición de pobreza y de hambre que padecen miles de familias en Quintana Roo a raíz de la pandemia de la covid-19. Lo confirma también la información de la Secretaría de Bienestar que asegura que 575 mil 568 personas viven en pobreza y 60 mil 314 está en una condición de pobreza extrema.
Por último, también es necesario que ante este negro panorama que afecta, no sólo a los antorchistas sino a todos los ciudadanos de este país, nos organicemos y luchemos sin detenernos con el objetivo de cambiar, por la vía democrática, a los que hoy dirigen el país, pues de seguir así, las consecuencias serán muy graves. Si seguimos cada quien, por su lado, los pobres somos polvo que fácilmente se lo lleva el viento, pero si nos organizamos, seremos una roca sólida, capaz de golpear fuertemente a la cabeza del enemigo. El Movimiento Antorchista los invita a que seamos roca y, juntos, derrotemos al enemigo que hoy nos acecha.
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