MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

4T, cada vez invierte menos en educación

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“La generosidad real hacia el futuro reside en dar todo al presente”, escribió Albert Camus. Es por ello que es conveniente y urgente que el gobierno lo de todo invirtiendo en el rubro educativo aquí y ahora, sin escatimar. Lo anterior viene a colación ya que nuestro presidente Lic. Andrés Manuel López Obrador AMLO no le está dando la importancia debida a la educación, pues no le ha asignado un presupuesto digno a esta área de su gobierno de primer orden.

Veamos. El recurso asignado para 2022 representa apenas el 3.1 del producto interno bruto PIB, lo cual es el gasto más bajo registrado en los últimos cuatro años. Esto quiere decir que está por debajo del 5% recomendado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura UNESCO e incluso por lo establecido en la Ley General de Educación que es el 8%, y que reza así: “Artículo 25.- El Ejecutivo Federal y el gobierno de cada entidad federativa, con sujeción a las disposiciones de ingresos y gasto público correspondientes que resulten aplicables concurrirán al financiamiento de la educación pública y de los servicios educativos. El monto anual que el Estado-Federación, entidades federativas y municipios, destine al gasto en educación pública y en los servicios educativos, no podrá ser menor a ocho por ciento del producto interno bruto del país, destinado de este monto, al menos el 1% del producto interno bruto a la investigación científica y al desarrollo tecnológico en las Instituciones de Educación Superior Públicas. En la asignación del presupuesto a cada uno de los niveles de educación, se deberá dar la continuidad y la concatenación entre los mismos, con el fin de que la población alcance el máximo nivel de estudios posible. 

Los recursos federales recibidos para ese fin por cada entidad federativa no serán transferibles y deberán aplicarse exclusivamente en la prestación de servicios y demás actividades educativas en la propia entidad. El gobierno de cada entidad federativa publicará en su respectivo diario oficial, los recursos que la Federación le transfiera para tal efecto, en forma desagregada por nivel, programa educativo y establecimiento escolar. 

El gobierno local prestará todas las facilidades y colaboración para que, en su caso, el Ejecutivo Federal verifique la correcta aplicación de dichos recursos.

En el evento de que tales recursos se utilicen para fines distintos, se estará a lo previsto en la legislación aplicable sobre las responsabilidades administrativas, civiles y penales que procedan.

Las autoridades educativas federal y de las entidades federativas están obligadas a incluir en el proyecto de presupuesto que sometan a la aprobación de la Cámara de Diputados y de las legislaturas locales, los recursos suficientes para fortalecer la autonomía de la gestión escolar de acuerdo a lo establecido en el artículo 28 BIS de esta ley.” 

Todo lo anterior debiera de cumplirse al pie de la letra con el objeto de formar una sociedad con una educación de alta calidad. Pero para esto se necesita voluntad por parte del gobierno federal y entender que un pueblo educado como ya lo decía el gran pensador cubano José Martí en sus Obras Completas: “Un pueblo culto es un pueblo libre”, “no hay una buena educación sin instrucción”, “el que sabe más, vale más. Saber es tener. La moneda se funde, y el saber no. Los bonos, o papel moneda valen más, o menos, o nada: el saber siempre vale lo mismo y siempre mucho. Un rico necesita de sus monedas para vivir, y pueden perdérsele, y ya no tiene modos de vida. Un hombre instruido vive de su ciencia, y como la lleva en sí, no se le pierde, y su existencia es fácil y segura. El pueblo más feliz es el que tenga mejor educados a sus hijos, en la instrucción del pensamiento, y en la dirección de los sentimientos.”

¿Queremos un pueblo feliz? La respuesta es sí y es por eso que le exigimos al Gobierno federal que aplique los recursos necesarios a la educación y desarrollar al grado máximo su infraestructura.

Aprendamos de Cuba que es el país de América Latina que mayor porcentaje de su PIB en educación: 12.8 por ciento. Y con esta medida ha acabado con el analfabetismo de su pueblo. El problema es que cuando no se invierte lo suficiente en educación como es el caso de la 4T, el impacto que esto ocasiona es que todo se ve reflejado en una infraestructura deficiente de los planteles, sin agua, sin baños, sin drenaje y sin aulas.

¿Esto es lo que queremos para nuestros hijos? La respuesta es un rotundo no. Urge mayor apoyo a la educación de nuestro país.

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